LA VISITA DE ALFONSO XIII A CANARIAS (1906), VISTA DESDE INGLATERRA (1)
Autor: Alastair F. Robertson
(Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 11 de mayo de 2025)
El primer monarca español que visitaba Canarias.
En el verano de 1905, el ministro de Marina español anunciaba que el rey Alfonso XIII visitaría las Islas Canarias en febrero del año siguiente, convirtiéndose así en el primer monarca español que viajaba al Archipiélago desde su conquista. Entre los actos oficiales previstos figuraba que el rey colocaría la primera piedra de las nuevas obras de ampliación del puerto de Santa Cruz. En Inglaterra, la noticia de la visita movió a Sir Alfred Jones a tomar alguna iniciativa. Sir Alfred era “una figura preeminente en el comercio marítimo colonial británico, que había conseguido importantes beneficios gracias a sus muchos negocios”, especialmente en el África Occidental y ejerciendo el control de la famosa compañía naviera Elder Dempster (1). Ofreció poner a disposición del rey el Hotel Metropole de Las Palmas y la suite real; Su Majestad le dio las gracias, pero le comunicó que tenía la intención de alojarse a bordo de su yate durante la visita. (2)
En marzo de 1906, Sir Alfred zarpó de Liverpool hacia Canarias para participar en los actos festivos organizados como consecuencia de la visita real. La estancia del rey en Canarias estaba prevista que se prolongara hasta el viernes 6 de abril. El 17 de marzo, a los lectores de la prensa británica se les informaba desde Madrid que el rey Alfonso:
“…hará un viaje a Canarias a bordo del Alfonso XIII. Su Majestad estará acompañado por el Príncipe de Asturias, el Infante Fernando, la Infanta María Teresa, la Casa Militar, los Ministros de Guerra, Marina y Obras Públicas, los Senadores y Diputados del Archipiélago y un grupo de invitados especiales. Una escuadra naval escoltará al Alfonso XIII.” (3)
El rey Alfonso está sentado a la derecha del rey Jorge V de Gran Bretaña. (Nueve reyes asistieron en 1910 al funeral del rey de Gran Bretaña Eduardo VII)
El sábado 24 de marzo, a pesar de las malas condiciones de la mar, la escuadra española que debía escoltar al rey en su periplo por el archipiélago canario zarpó de Cádiz para esperar cerca de Fuerteventura al Alfonso XIII, el navío en el que viajarían el rey y su comitiva.
A las doce y media de ese mismo sábado, el rey Alfonso y los miembros de la familia real que lo acompañaban llegaron a Cádiz, procedentes de Madrid, y asistieron a un Te Deum en la Catedral. El lunes 26, la situación meteorológica había evolucionado favorablemente, por lo que el rey decidió hacerse a la mar (4), y a las 14:30 h el Alfonso XIII zarpaba, “despedido calurosamente” por una multitud. (5)
El Alfonso XIII arribaba a Tenerife a las 8:30 h de la mañana del martes 27, siendo la comitiva real recibida con entusiasmo por la población. Sir Alfred Jones envió un cablegrama que decía:
“El recibimiento brindado al Rey a su llegada a Santa Cruz de Tenerife, capital de Canarias, fue apoteósico, con españoles e ingleses compitiendo por dar la bienvenida al monarca. Tres cruceros británicos entraron en la bahía y dispararon una salva. Hubo numerosos festejos y, en presencia del Rey y la Infanta, se celebró en la plaza de toros un espectáculo en el que se mostraron los productos y costumbres locales. Se desarrollaron un banquete, una recepción y un baile en el salón del trono de la residencia del Capitán General. Destacaba, colgado en lugar preferente, un retrato de la Princesa Ena, lo que agradó mucho al Rey, que se mostró muy complacido” (6)
La princesa Ena era la princesa Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg, nieta de la reina Victoria y sobrina del rey Eduardo VII; también era la prometida de Alfonso. La pareja se había conocido, y se había enamorado, durante una visita oficial de Alfonso a Inglaterra el año anterior, cuando él tenía diecinueve años y ella diecisiete. (7)
Tras el espectáculo en la plaza de toros, el rey Alfonso y la familia real continuaron visitando los monumentos y conventos de Santa Cruz, donde fueron recibidos con entusiasmo. Por la noche asistieron a una cena ofrecida por la Diputación Provincial, y luego se retiraron a descansar a bordo del Alfonso XIII. Se destacaba en las informaciones que hizo mucho calor. (8)
Al día siguiente, Alfonso y su séquito llegaron a las diez menos cuarto “al pintoresco pueblecito de La Laguna”, donde sus habitantes se desvivieron para ofrecer al rey una digna bienvenida. Su Majestad fue recibido con entusiasmo por una gran multitud. El reportero señaló que llovió por la mañana, enfriando considerablemente el ambiente, lo que proporcionó “un bienvenido alivio después del clima insoportablemente caluroso de ayer”. (9)
Tras el almuerzo en Tacoronte, la comitiva real, que incluía al comandante del acorazado francés Conde y al cónsul de Francia, se dirigió a La Orotava, donde tuvo lugar una recepción en el Ayuntamiento. Ante el entusiasmo de la gente, Alfonso, junto a su hermano el Infante Fernando y su hermana la Infanta María Teresa, salieron al balcón para saludar a la multitud. A continuación, la comitiva se dirigió al Puerto de la Cruz, donde Alfonso y Fernando visitaron el Jardín Botánico y expresaron su admiración por las raras plantas y las hermosas vistas. El reportero resaltaba que “el calor era sofocante”. Después, el rey y sus acompañantes asistieron a un banquete en el sanatorio alemán de Taoro. (10)
Infanta María Teresa
Antes de partir de Tenerife hacia Las Palmas, el rey Alfonso recibió al cónsul y vicecónsul británicos, «a quienes expresó su aprecio por los adornos e iluminaciones británicas en su honor, y rogó que su agradecimiento fuera transmitido a la comunidad británica residente en la isla» (11). El rey concedió a Sir Alfred Jones la Orden de Isabel la Católica en reconocimiento a “los grandes servicios prestados por Sir Alfred en la promoción de la agricultura y, en general, en el desarrollo del comercio de las Islas Canarias» (12). Tras participar en la visita real a Tenerife, Sir Alfred embarcó en el S.S. Burutu de Elder Dempster Lines con destino a Las Palmas, desde donde envió un cablegrama anunciando su intención de permanecer en Gran Canaria para reunirse con el Rey y participar en los actos que allí se celebrasen. (13)
A las doce y cuarto del viernes 30 de marzo el Rey Alfonso partió de Tenerife rumbo a Gran Canaria a bordo del Alfonso XIII. (14)
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Referencias:
1. Wikipedia
2. 02-10-1905. Liverpool Journal of Commerce p.5
3. 19-03-1906. Evening Mail p.3
4. 26-03-1906. Aberdeen Press and Journal p.5
5. 26-03-1906. Western Times p.4
6. 27-03-1906. Liverpool Evening Express p.8
7. 04-04-1906. Newcastle Evening Chronicle p.4
8. 27-03-1906. Liverpool Evening Express p.5
9. 28-03-1906. Evening Mail p.2
10. 29-03-1906. Manchester Evening News p.4
11. 31-03-1906. Liverpool Evening Express p.2
12. Wikipedia
13. 30-03-1906. Liverpool Journal of Commerce p.5
14. 30-03-1906. Pall Mall Gazette p.7
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