Propuesta Busto General O’Donnell
Don Leopoldo O’Donnell y Joris, Teniente General, Ministro de la Guerra en varias ocasiones en el reinado de Isabel II, ha sido, hasta el momento, el único tinerfeño que ha alcanzado el puesto de Presidente del Consejo de Ministros, es decir, del Gobierno español. Y no tuvo que olvidar sus orígenes, pues cuando ocupaba el más alto cargo en el gobierno de la nación, en 1859, se concedió a Santa Cruz el título de Ciudad. El pasado 2009, los empeños de la Concejalía de Patrimonio Histórico y la Oficina de Protocolo del Ayuntamiento de Santa Cruz, y las propuestas de nuestra Tertulia, consiguieron que se llevase a cabo aquello a lo que se comprometió el consistorio capitalino nada menos que en mayo de 1894: la erección de un monumento al General O´Donnell.
La Tertulia había propuesto como lugar de ubicación la acera del Parque, frente a la calle que lleva su nombre, y así pareció aceptarse en un principio por los responsables municipales, pero, al parecer, la intervención de los diseñadores del nuevo Parque llevó a situar el busto en una esquina de un jardín, a la entrada del Paseo de los Bambúes. Nada tendríamos que objetar a ello, pues nos considerábamos satisfechos con haber removido conciencias y haber cooperado a recordar a los santacruceros la figura de un paisano tan ilustre, pero no podemos permanecer en silencio ante la poca entidad del monumento en sí, no por el busto, que es una verdadera maravilla, pero sí sobre el pedestal, base, plinto, o como queramos llamarlo, que lo sustenta, que parece mucho más una de las “luminarias oxidadas” que alumbran los paseos del parque, que el soporte que se merece la figura de tan importante militar y político. Y, como era más que previsible, ya empieza a ser objeto de pintadas, y otros actos vandálicos.
Somos conscientes de que “en otros sitios” -sin necesidad de concretar localidades cercanas o lejanas- O´Donnell, y Gutiérrez también, tendrían grandes estatuas para admiración de propios y extraños. Aquí nos conformamos con bustos, de acuerdo, ¡qué le vamos a hacer!, pero, por lo menos, hay que exigir un mínimo de dignidad.
Y a esa exigencia se une la Tertulia Amigos del 25 de Julio, haciéndose eco además de la opinión de muchas personas, proponiendo que se sustituya el plinto del busto por otro (no seremos nosotros quienes lo diseñemos, pues “maestros tiene la Iglesia” para ello) digno de un santacrucero, que nacido aquí “por accidente”, pues su padre era el Comandante General de las Islas cuando don Leopoldo vino al mundo, y marchándose de Tenerife con sólo unos meses de vida, nunca olvidó el lugar donde sus ojos vieron la primera luz.
La Tertulia ha establecido contactos con la Real Academia de la Historia, la Embajada de Irlanda en España y su Consulado en Tenerife y el Centro de Historia y Cultura Militar del Mando de Canarias recabando apoyos a esta iniciativa. De todas estas instituciones se han recibido positivísimas respuestas, e incluso la Embajada y el Centro de Historia y Cultura Militar han dirigido sendas cartas al Alcalde de Santa Cruz para que se preste oídos a la propuesta.
En pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz celebrado el 25 de marzo de 2011 se aprobó, por unanimidad, la moción presentada por el concejal don Alfonso Soriano Benítez de Lugo, recogiendo la propuesta expresada en los párrafos anteriores. Se aprobó que los técnicos del Ayuntamiento se pongan en contacto con la Tertulia para determinar el lugar exacto de ubicación del monumento y diseñar el plinto o base en que se colocará el busto del ilustre chicharrero.