Monumentos (7). Al Almirante Juan Bautista Antequera y Bobadilla
Autor: José Manuel Ledesma Alonso
Publicado en el Diario de Avisos el 27 de abril de 2025.
El monumento erigido a Juan Bautista Antequera y Bobadilla en los jardines situados en la intersección de la Avenida Francisco La Roche y La Rambla de Santa Cruz de Tenerife, en 1977, por el periódico El Día, está formado por un busto de bronce, obra del escultor Enrique Cejas Zaldivar, colocado sobre pedestal de piedra natural, en la que una placa de mármol destaca sus principales hazañas.
Juan Bautista Antequera y Bobadilla de Eslava (Santa Cruz de Tenerife, 1823 – Alhama, Murcia, 1890)
A los 16 años ingresó como guardia marina en la Escuela Naval, siendo destinado al Arsenal de la Carrara (Cádiz), donde participó en la guerra de los Siete Años, siendo condecorado con la Diadema Real de Marina.
En 1843, por su valiosa actuación en la sublevación de Alicante y Cartagena, fue ascendido a Alférez de Navío y condecorado con la Cruz de San Fernando de 1ª Clase.
En 1851, siendo Teniente de Navío, apresó en La Habana una expedición de 50 filibusteros, por lo que fue nombrado Benemérito de la Patria cubana y recompensado con la Cruz de Carlos III.
En 1859, ascendido a Capitán de Fragata, apoyó a Prim y a O´Donnell en la guerra contra Marruecos, estando al mando de la corbeta Villa de Bilbao.
En 1860, al lograr vencer a Garibaldi, que había tomado el reino de las Dos Sicilias, en Nápoles (Italia), el Rey le recompensó con la Encomienda de Francisco I y le concedió la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Vuelta al Mundo
El 13 de marzo de 1865, Antequera, capitaneando la fragata Numancia, primer buque blindado de vapor, junto a Méndez Núñez, al mando del Villa de Madrid, se unieron en Montevideo (Uruguay) a la Escuadra del Pacífico (franceses, ingleses, norteamericanos y españoles) y pusieron rumbo a Callao de Lima (Perú) para defender los intereses y derechos de los peruanos y chilenos asumidos en una revolución.
El 31 de marzo de 1865 llegaban a Valparaíso (Chile), donde destruyeron edificios públicos, el fuerte de San Antonio, la estación de ferrocarril, etcétera; sin embargo, el 2 de mayo de 1866, en el bombardeo a las fortalezas de El Callao, Santa Rosa y el Castillo de la Independencia, la Escuadra del Pacífico perdería a 83 marinos y tuvo 150 heridos, entre ellos Méndez Núñez que, una vez reparado su barco, tomaría rumbo a Río de Janeiro.
Entonces, Antequera, al mando de la fragata Numancia marcharía hacia Filipinas y, como no tenía carbón para sus cuatro calderas, aprovechando el gavial al viento llegaría a Manila, el 5 de septiembre de 1866.
El 19 de enero de 1867, antes de doblar el Cabo de Buena Esperanza, hizo escala en la isla de Java para reparar avería y rellenar carboneras, siendo recibido por el príncipe Raden Saleh en su palacio de Batavia.
Cuando llegaron a la isla de Santa Elena, el Gobernador británico no les permitió desembarcar, pues 50 de sus hombres eran portadores de la viruela; sin embargo, les envió carne fresca, leche y medicinas.
Lo mismo que le ocurría al llegar a Santa Cruz de Tenerife, donde el pueblo se acercó a los aledaños del muelle para saludarles y se les llevó alimentos hasta el lugar donde la Numancia estaba fondeada.
El 15 de agosto de 1867, después de 2 años, 7 meses y 16 días, la fragata Numancia llegaba a Trafalgar (Cádiz), siendo el primero en dar la vuelta al mundo en un barco acorazado. Después de pasar la cuarentena de 15 días, fue visitado por la Reina Isabel II
En 1868, se le encomendaría el mando de la Escuadra del Mediterráneo, siendo ascendido a Contralmirante, Vicepresidente del Almirantazgo, y Comandante General del Apostadero de Manila (Filipinas).
Honores y Distinciones
Juan Bautista Antequera y Bobadilla de Eslava sería nombrado Senador por Tenerife, en 1872, y por Alicante, en 1879. En las primeras Cortes de la Restauración del Gobierno de Cánovas del Castillo, en 1883, sería designado Senador Vitalicio del Reino.
Ministro de Marina, en 1877 y 1884, estaba en posesión de la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco (1875) y la Gran Cruz de San Hermenegildo (1876). Su escudo de armas porta un globo terráqueo y una cartela con el lema “In loricata nave primus circumdedisti me”; es decir, “En nave acorazada fuiste el primero en darme la vuelta”.
Hijo Benemérito de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife (1867). Conde de Santa Pola (1892).
Sus restos fueron inhumados (1922) en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, Cádiz, en un mausoleo obra de Gabriel Borrás.
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