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Emilio Abad recibe el premio Marqués de Santa Cruz de Marcenado

 

          El pasado día 29 de septiembre y en el Aula Magna del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), nuestro contertulio Emilio Abad Ripoll recibió el premio Marqués de Santa Cruz de Marcenado que le había sido concedido por Resolución del Ministerio de Defensa de 1 de julio de 2025.

          Según se recoge en las bases de su concesión, el citado premio “tiene por finalidad recompensar al militar en situación de actividad o reserva y al personal retirado que, de modo sobresaliente y cumpliendo eficazmente su servicio, haya cultivado a lo largo de su vida las ciencias o las artes militares, la aplicación militar de las civiles y se haya distinguido en la difusión de la cultura militar o contribuido relevantemente al engrandecimiento de ella.”

          El premio consiste en un busto de bronce del prestigioso pensador militar del que tomó el nombre, y la entrega, de manos del  Teniente General  don Miguel Ballenilla, Director del CESEDEN, se produjo en el acto de inauguración del curso académico del Centro.

          En sus palabras de agradecimiento, Emilio Abad dedicó un afectuoso recuerdo a nuestra Tertulia (1), que, por su parte, se siente orgullosa de este reconocimiento a la labor llevada a cabo durante  muchos años por uno de nuestros miembros más antiguos.

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GALERÍA  FOTOGRÁFICA

Autoridades que presidieron el acto y nuestro contertulio en la entrada del CESEDEN

El Teniente General Ballenilla, Director del CESEDEN  y Emilio Abad.

Emilio Abad agradeciendo el galardón

Emilio Abad posa con el busto del Marqués de Santa Cruz de Marcenado

(1) Palabras de Emilio Abad

Señora Secretaria de Estado de Defensa, Almirante, mis generales y almirantes,  Autoridades civiles y militares, señoras y señores:

Es conocido que en nuestro lacónico estilo militar no hay que ser muy ampuloso para dar las gracias. Pero aún así me gustaría particularizar en algunas, o en muchas personas, el agradecimiento que ahora mismo siento.

En primer lugar, gracias al TG Salom, Jefe del Mando de Canarias, por incluirme en la propuesta que se hizo desde Tenerife.

Y gracias al JEME, General de Ejército Enseñat, que hizo lo propio en la propuesta del Ejército de Tierra. Y no me olvido del Segundo JEME, el general Escámez, que también tuvo que poner su mano en el asunto.

Cómo no, gracias a quienes formaron parte del jurado, votaran o no a mi favor, por haber dedicado a mi persona algo de su tiempo.

Gracias al CESEDEN, especialmente a su Director, el general Ballenilla, por incluir esta entrega en un acto tan importante como es el de inauguración del Curso Académico del Centro

Muchas gracias a quienes a lo largo de mi vida militar, que también se tiene en cuenta al valorar los méritos de los galardonados, han sido mis superiores, mis iguales o mis subordinados. A ellos también les pertenece algo del premio.

Gracias a las muchas maravillosas personas que he conocido, tratado y apreciado a lo largo de mi faceta de relación con la sociedad civil, particularmente desde que se me encomendó el cargo de director del CHCM de Canarias. Muy especiales a mis compañeros de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, una Asociación histórico cultural cuyo nombre recuerda  aquella fecha de 1797 en que las unidades de la guarnición y el pueblo de Tenerife, con su Comandante General, el burgalés don Antonio Gutiérrez de Otero, al frente, vencieron contundentemente a una escuadra inglesa mandada por el famoso Nelson, en un hecho fundamental para que Canarias siguiera siendo España y para que hoy, como dijo Pérez Galdós hace casi 125 años, “nosotros, los canarios, los más distantes, seamos los más próximos en el corazón de la patria”. Y tampoco puedo olvidar en este capítulo a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.

Gracias también a Dios, que me ha permitido llegar a este punto en mi vida.

Y al final, pero ellos saben que no son los últimos, gracias a mi familia, especialmente, claro está, a mi mujer. Ella, nuestros hijos e hijas, yernos, nueras,  nietos y hasta una bisnieta que nos regaló el Cielo hace un par de meses son mi apoyo, mi estímulo y mi alegría.

Hace ya mucho tiempo, cuando el que les habla contaba 15 años de edad, una  noche. comunicó a su padre, Suboficial de Infantería, que quería ingresar en la AGM. Mi padre me contestó con, más o menos, estas palabras. “Me parece bien, hijo. Pero ya sabes, porque lo has vivido en casa,  que en la vida militar vas a recibir poquísimas ventajas materiales, que tendrás que apretarte el cinturón más de una vez. Pero, por otra parte, si tratas de hacerlo bien, de vez en cuando, muy de vez en cuando,  recibirás alguna satisfacción moral que compensará muchas otras cosas”.

Les puedo asegurar que ahora mismo estoy viviendo uno de esos “de vez en cuando” de los que hablaba el brigada Abad.

Y también a ustedes, muchas gracias por su atención.

He terminado.

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