Fuerte de Santa Cruz de Santiago

Por Pedro Ontoria Oquillas  (Publicado en El Día / La Prensa el 21 de julio de 1996. Reproducido en el libro Recuerdo de un bicentenario).

 

          El deseo de perpetuar y resaltar en algún monumento la Gesta del 25 de julio de 1797, la página más gloriosa de la historia canaria desde su incorporación a España, se patentiza ya desde los primeros momentos de la victoria. Un documento del 9 de enero de 1799, año y medio después de la derrota de Nelson, nos habla de una obra empezada en la altura de Paso Alto que deberá llamarse Fuerte de Santa Cruz de Santiago, en recuerdo de la victoria sobre los ingleses.

          El temerario Nelson, que mandaba la expedición para tomar la isla y robar los tesoros que soñaba, perdió en Tenerife sus laureles juntamente con un brazo. “Esta noche yo, humilde como soy, tomaré el mando de todas las fuerzas, destinadas a desembarcar bajo las baterías del pueblo, y mañana mi cabeza será coronada probablemente de laureles o cipreses”, escribía Horacio Nelson a Sir John Jervis el día 24 de julio de 1797, a las ocho de la tarde.

          La transcripción del interesante documento es la siguiente:

                    “En memoria de la Victoria conseguida por las Armas del Rey contra sus enemigos el día 25 de Julio del año penúltimo, he dispuesto que la obra empezada en la altura de Paso Alto de resulta del desembarco de éstos se nombre desde ahora Fuerte de Santa Cruz de Santiago lo que se prevendrá en la orden de este día para su puntual cumplimiento. Santa Cruz de Santiago, 9 de Enero de 1799”.

          La disposición es del general Gutiérrez, que se condujo en todo con la magnanimidad propia de un castellano honrado, valiente en la pelea, humano y generoso con el vencido después de terminar el combate. Encareciéndose mucho por parte del adversario el humano y noble proceder de don Antonio Gutiérrez con los ingleses, por haberles autorizado a enviar los heridos enemigos a los hospitales, encargando en éstos que fuesen cuidados con esmero.

          El simbólico lugar de la altura de Paso Alto fue el escenario del primer intento de invasión de las tropas de Nelson, como nos narran de manera pormenorizada las diversas relaciones circunstanciadas.

          La batería del cerro o risco de La Altura, situada en lo alto del monte que domina el castillo de Paso Alto, es un atrincheramiento concebido para proteger el castillo o Fuerte de Paso Alto. José María Pinto y de la Rosa, en Apuntes para la historia de las antiguas fortificaciones de Canarias (edición de Juan Tous Meliá, Museo Militar Regional de Canarias, Santa Cruz de Tenerife 1996 pág. 462), lo denomina Atricheramiento de San Sebastián o Altura de Paso Alto y dice que "está inscrito en el Registro el 29 de septiembre de 1900, al folio 216 del tomo 340, libro 101, del Ayuntamiento, finca nº 6.623, inscripción 1ª.con 9.490 metros cuadrados de superficie, incluyendo el camino, con cota de 225 m. distante 700 m. de la población y 40 de la orilla del mar. Para subir al atrincheramiento existe una vereda de 1,50 m. de ancho término medio, de unos 900 m. de longitud que, partiendo del barranco de Tahodio, conduce al mismo. Su planta es irregular y está situada en la cresta de la montaña de Paso Alto".

          La batería con su camino de acceso, alojamientos, depósitos y aljibes fue construida por el ingeniero de S. M. don  Luis Marqueli Bontempo, a raíz del desembarco inglés en la playa de Valleseco el 22 de julio de 1797 y se emplazaron 4 cañones,  asegurando así el risco de La Altura contra cualquier eventualidad, y librar de toda amenaza posible el Castillo de Paso Alto. Fue bautizada por el comandante general don Antonio Gutiérrez con el susodicho nombre de Fuerte de Santa Cruz de Santiago en memoria de la acción librada el 25 de julio por la plaza.

          Según los historiadores A. Cioranescu, Historia del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias 1993 p. 148, y A. Rumeu de Armas, Canarias y el Atlántico. Piratería y ataques navales, vol. V. pág. 511, la petición fue hecha por el síndico personero de Santa Cruz, el licenciado don José de Zárate.

          Santa Cruz de Tenerife tiene una deuda histórica como nos han recordado (EL DÍA, 16-I-1992; 18-II-1992; 29-VI-1992: 7-V-1993; 20-V-1993 y 26-V-1993) en diversas ocasiones: el monumento de la Gesta del 25 de Julio. Tenerife debe asumir las palabras del poeta: "Exegi monumentum aere perennium", "He levantado un monumento más perenne que el bronce" (Horacio, Oda III, 30).

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