Óptica de Faro (Patrimonio Histórico-Monumental... - 10)

Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 28 de enero de 2011).

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Óptica de Faro expuesta en la Estación Marítima de Santa Cruz de Tenerife

  

Óptica de Faro

          La Óptica de Faro que se encuentra expuesta, desde 1994, en la Estación Marítima del edificio Puerto-Ciudad de Santa Cruz de Tenerife, después de haber sido restaurada por el equipo de Técnicos de Señales Marítimas de la Autoridad Portuaria, es la que funcionó en el Faro de Punta Cumplida (Barlovento-La Palma) del 1 de abril de 1867 al 1 de diciembre de 1982, en que fue sustituida por otra más moderna.

          Construida en París (Francia) por Henry Lepaute, consta de: Máquina de Rotación y Aparato Óptico.

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Máquina de rotación y carro circular

  

          La Máquina de Rotación es de sistema antiguo, tipo relojería, con regulación de velocidad por medio de aletas, peso motor y cable flexible de acero arrollado a un tambor, de manera que le hace dar una vuelta cada seis minutos, resultando así la característica de su Señal: luz fija, variada por destellos cada cuarenta y cinco segundos.

          El Aparato Óptico se encuentra montado sobre un carro circular que gira sobre tejos. Está protegido por un armazón de bronce que sostiene las diferentes partes de la linterna (inferior, central y superior).

               - En la parte inferior, donde se encuentra la abertura que  facilita el acceso al interior del aparato, existe un sector formado por sesenta cristales planos (anillos catadióptricos) y doce espacios de rejas para la ventilación.

               - La parte central consta de ocho paneles dióptricos,  de ocho lentes cada uno, dispuestos para producir ocho destellos equidistantes por cada vuelta del aparato.

               - La parte superior o linterna, de sección poligonal de doce lados, está formada por 120 cristales planos (anillos catadióptricos), montados verticalmente de mayor a menor hasta formar la cúpula.

          Al principio (1867), el alumbrado se producía mediante una lámpara Degrand para aceite de oliva. En 1937 se le puso un mechero Dotty, de tres mechas, que empleaba parafina y petróleo y producía una luz giratoria, variada por destellos de minuto en minuto y un alcance de 25 millas. Este sistema fue sustituido, en febrero de 1947,  por otro de vapor de petróleo a presión, con una lámpara Chance de 35 mm. y, aunque se le modificó el sistema de giro, a un ritmo de 45 segundos, continuó funcionando con su luz giratoria, variada por destellos de minuto en minuto.

          Dentro del aparato óptico, en un soporte cilíndrico, está instalada una lámpara completa con llave de paso.

 


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Los faros siempre han sido hitos propicios para la evocación artística, poética y novelística

 

El faro de Punta Cumplida (Barlovento, La Palma)

          El faro de Punta Cumplida, situado en el extremo nororiental de la isla de La Palma, en el municipio de Barlovento, fue edificado dentro del  primer plan de construcción de faros para las Islas Canarias (R.O. de 28 de abril de 1857), encendiéndose por primera vez el 1 de abril de 1867. Para su mejor funcionamiento, existían tres Torreros que se repartían los respectivos turnos de trabajo.

          Su llamativa torre de 34 metros de altura y 5,30 metros de diámetro, la segunda más alta del Archipiélago, es de mampostería basáltica, ligeramente troncocónica. Para acceder hasta su Aparato Óptico (la óptica original forma parte de este trabajo) se utiliza una escalera de caracol de 158 peldaños, recibiendo luz natural a través de 12 aberturas hechas en la fachada principal de la torre.

          Hasta el año 1990, en que llegó la automatización de los faros, la lámpara consumía aceite de oliva, parafina y por último petróleo.

          En la remodelación que se le realizó en 1982, a la torre original se le añadió una nueva balconada de mampostería, con el fin de poder acoplarle la nueva linterna, cilíndrica racional de 2,25 metros de diámetro y montantes helicoidales, dotada de un equipo AGA de lámparas de haz sellado, montadas, seis a seis, sobre las caras de un prisma cuadrangular que forma el inducido de un motor, controlado por un sistema electrónico, paso a paso.

          La característica actual del Faro consiste en un destello blanco cada 7,5 segundos, con una intensidad equivalente a 400.000 candelas y un alcance de 20,7 millas.

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Diodo emisor de luz del faro de Punta Cumplida

          En agosto de 2011, el faro de Punta Cumplida ha sido el primero de Europa en funcionar con tecnología LED (Light Emitting Diode = diodo emisor de luz) que emite luz de alto brillo en el espectro infrarrojo, visible y ultravioleta. De esta manera ha incrementado su alcance lumínico a 40 millas náuticas, aunque mantiene su alcance geográfico de 26 millas, y un ahorro de 3 Kw/hora.

          El edificio adjunto a la torre, de mampostería con adornos de sillería basáltica en cornisas, jambas y dinteles, conforma una vivienda de forma cuadrada de 19,5 metros de lado, comunicada por un patio central, bajo el que se encuentra una aljibe que puede almacenar 100 metros cúbicos de agua. Aparte de la amplía vivienda, tiene habitaciones de inspección, almacenes, carbonera y lavadero.

          El Faro de Punta Cumplida ha sido la referencia de los marinos y la luz salvadora de los pescadores. Durante la II Guerra Mundial, el buque británico Pacific Star, que había salido del puerto de Rosario (Argentina), vía Freetown (Sierra Leona), fue hundido por el submarino alemán U-509, el 28 de octubre de 1942; tres días más tarde, los náufragos divisaron  la luz salvadora del faro de Punta Cumplida y dirigieron sus botes hacía ella. La maniobra de rescate de los náufragos fue llevada a cabo por los habitantes de Barlovento; ya en tierra, después de darles una copa de vino para que entraran en calor, les subieron a un camión y les llevaron a sus casas donde les invitaron a sopa y café; por la mañana,  una ambulancia los llevó al Hotel Florida, en Santa Cruz de La Palma, donde permanecieron hasta el día 3 de noviembre, en que abandonaron la Isla rumbo a Inglaterra.

          Los faros están dotados de un reloj crepuscular que en función de la claridad se encienden o se apagan. Como sistema de seguridad existe otro reloj en el que el Torrero marca las horas de encendido y apagado.

Torrero

          Para el mantenimiento de los Faros, en 1847 se realizó una selección de aspirantes a Torreros, los cuales tuvieron que realizar un periodo de prácticas durante seis meses y luego efectuar el examen correspondiente que les habilitaba para desempeñar su función; tres años más tarde, la Dirección General de Costas del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, estableció el Cuerpo de Torreros. El primer reglamento por el que se regían se estableció en 1857.

          En 1939, estos funcionarios pasaron a denominarse Técnicos Mecánicos de Señales Marítimas y, desde 1992, dependen de la Autoridad Portuaria correspondiente a su Provincia.

          La de Torrero era una profesión a la que se le presuponía que le gustaba la soledad y las vigilias en las noches de embravecida mar, pues vivían aislados, en parajes de difícil acceso y sometidos a las inclemencias meteorológicas. Todo contacto con el exterior lo tenían que realizar por mar, tanto el servicio de abastecimiento del Faro como el de su alimentación y sus respectivas familias. En el caso del faro de Punta Cumplida, hasta el año 1940, lo hacían a través del embarcadero de punta Talavera, a dos kilómetros del Faro, muelle  que también utilizaban los habitantes de la zona para dirigirse a la capital de la Isla o enviar y recibir sus mercancías.

          Con  el fin de mantener activo un sistema de vigilancia, primordial para la navegación, tenían que saber utilizar y reparar todos aquellos aparatos manuales. En el caso de que la máquina de rotación se estropeara, y la óptica del faro no giraba por medios técnicos, ellos eran los encargados de moverla con la fuerza de sus brazos.

          Su trayectoria profesional es digna de elogios y siempre han dado muestras de responsabilidad y de servicio. Nunca han permitido que la señal lumínica dejara de funcionar pues son consientes de que, allá en la mar, un barco puede necesitar su luz tranquilizadora y, a veces, salvadora.

          Los Torreros se solían entretener con sus aficiones favoritas (lectura, pintura, manualidades, pesca); sin embargo, muchos de ellos llevaron a cabo una labor social encomiable con los habitantes de los parajes donde se ubicaba el Faro, pues hicieron de maestros, dentistas, parteros, etc.

          En los relatos de algunos de estos profesionales podemos comprender mejor esta situación: "Era petróleo para poderse alumbrar en sus casas y, como no se atrevían a pedirlo, dejaban los cacharritos en fila, uno detrás de otro, para que nosotros se los llenáramos; ellos, a cambio, nos traían algo de su cosecha como agradecimiento”.

          El Faro también hizo que los habitantes de la zona obtuvieran algunos ingresos monetarios: Cada año, el barco llegaba al muellito con 6.000 litros de petróleo y 2.000 de gasoil para el funcionamiento del faro. Las mujeres de la zona eran las encargadas de subirlo por aquellos sinuosos senderos hasta el faro, cargando sobre sus cabezas los bidones de 25 litros cada uno. Comenzaban muy temprano,  para que les diese tiempo de realizar 8 viajes al día y ganar por ello 200 pesetas.

          En la actualidad, no es obligatorio que el Torrero viva en el Faro, pues con la mecanización de los sistemas de alumbrado y el control de la vigilancia desde el edificio de la Autoridad Portuaria, sólo se tienen que desplazar para hacer las revisiones periódicas; sin embargo, si algún día fallan estos modernos aparatos o el GPS del barco, allí estarán estos profesionales para guiar a los barcos.

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