El nombre de nuestras calles (181). Porlier
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 29 de septiembre de 2024)
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (181)
Calle Porlier
En el barrio Duggi
Antonio Aniceto Porlier y Sopranis Ruth y Dutaris (La Laguna, 1722 – Madrid, 1813), hijo del cónsul de Francia en Tenerife, estudió Gramática, Teología y Artes en el Convento de San Agustín de La Laguna, y la carrera de Filosofía en el Colegio Dominico de Santo Tomás, en Francia, donde también recibiría las cuatro órdenes menores.
En 1744 comienza a estudiar Leyes y Cánones en la Universidad de Alcalá, en Madrid, matriculándose tres años más tarde en la Universidad de Salamanca donde obtiene el grado de bachiller en Cánones y se licencia en Leyes, siendo abogado de los Reales Consejos.
En 1759, por recomendación del duque de Alba, y previo pago de bastante dinero, fue nombrado fiscal protector de indios en la Real Audiencia de Charcas (Bolivia), donde se casaría con María Josefa Sáenz de Asteguieta e Iribarren, cuya dote le permitiría pagar las deudas contraídas al comprar la citada protectoría.
Al ser ascendido a Oidor de la audiencia de Charcas, lograría apaciguar las arbitrariedades que los funcionarios estaban cometiendo con los nativos, llegando incluso a expulsar a los jesuitas del Colegio de Juli.
En 1769 fue nombrado Fiscal de la Audiencia de Lima (Perú) y Doctor de la Facultad de Cánones de la Universidad de San Marcos, en la citada capital.
En 1775, bajo el amparo de su protector, el conde de Floridablanca, fue llamado a España para ocupar el cargo de Fiscal Supremo en el Real Consejo de Indias, donde llegaría a ser nombrado Procurador General de la Nueva España y Consejero de Estado.
Fue miembro de las Reales Academias de la Lengua Española, de Historia, y de la de Bellas Artes de San Fernando.
Creador del Jardín Botánico del Puerto de la Orotava, en Tenerife, por Real Cédula de 17 de agosto de 1788 y de la Universidad de San Fernando, en La Laguna, por Real Cédula de 11 de marzo de 1792.
Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, con sede en La Laguna, cargo que ocuparía desde 1788 hasta su muerte, en 1813.
Recibió el título de Marqués de Bajamar, concedido por Carlos IV en 1791, y la Cruz de Caballero de la Real Orden de Carlos III, otorgada por Carlos IV en 1792.
Porlier pasaría los últimos años de su vida envuelto en una tormentosa situación política pues, al llegar la revolución de 1808, ocupó cargos honoríficos en el gobierno de José Bonaparte, siendo tachado de afrancesado, motivo por el que la Junta Suprema de Sevilla le confiscó sus bienes patrimoniales.
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