El nombre de nuestras calles (116). Imeldo Serís

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 7 de enero de 2024)
 
 
EL  NOMBRE  DE  NUESTRAS  CALLES  (115)
 
Calle Imeldo Serís
 
Calle Barranquillo, desde el siglo XVIII 
 
Calle La Luz, hasta 1899
 
Imeldo Seris-Granier y Blanco
 
 
Imeldo Serís-Granier y Blanco, VII Marqués de Villasegura (Santa Cruz de Tenerife, 1848 - Madrid, 1904), ingresó en la Escuela Naval Militar a los 17 años de edad, donde llegaría a ser Teniente de Navío. 
 
          En 1882, al ser nombrado Gentilhombre de Cámara con Ejercicio de S.M. la Reina Isabel II, pasaría a ser su secretario particular y Jefe de la Casa Real de Alfonso XII.
 
          Elegido Senador por la provincia de Canarias en 1894, solicitó medidas para la defensa de Canarias ante cualquier amenaza bélica; paralizó un artículo en el que se proponía el trueque del Archipiélago por el Peñón de Gibraltar; defendió la posición del Ayuntamiento de La Orotava para que el Gobierno de España no vendiera en pública subasta los terrenos que hoy conforman el Parque Nacional del Teide. 
 
         Como Diputado a Cortes por Tenerife, desde 1896, logró que se le otorgase a Santa Cruz de Tenerife el título de Muy Benéfica, con la Cruz de Primera Clase de la Orden Civil Benéfica, por el comportamiento de sus habitantes durante la epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1893; que se construyeran las carreteras de Santa Cruz a Candelaria, y la que va de Granadilla al Médano; restableció los juzgados de La Laguna y La Orotava; creó el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife; etc. 
 
          Además, prestó su desinteresado apoyó para que se adjudicase la concesión de la instalación del primer tranvía Santa Cruz - La Laguna, inaugurado en 1901. 
 
           Don Imeldo Serís fue distinguido como Caballero de la Cran Cruz de Isabel la Católica, Benemérito de la Patria, y Comendador de la Legión de Honor de Francia (1885).
 
           A lo largo de su vida recibió: la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Militar de San Miguel de Baviera, y la Real y Militar Orden de Nuestro Señor Jesucristo de Portugal. También, la Cruz de Segunda Clase con la Estrella de la Corona de Prusia, la del Sol Naciente de Persia, y la Estrella de la Corona de Francia. Así como la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, la Cruz Blanca y Cruz Roja de 1ª Clase del Mérito Naval y Militar, y la Medalla Conmemorativa de la Campaña de Cuba con sus pasadores. 
 
           En su testamento, otorgado en 1902, le dejaba a su Ciudad la cantidad de 100.000 pesetas para que se construyera un edificio destinado a establecimiento de caridad, benéfico o de enseñanza, el cual se denominaría Institución de Enseñanza Imeldo Serís, así como 50.000 pesetas para el mobiliario de dicho centro. Al finalizar las obras (1928) acogería a la Escuela Oficial de Náutica y a la Escuela Superior de Comercio de Tenerife. 
  
          Para el citado edificio, en su legado puso las siguientes disposiciones: Que la bandera nacional debería ondear siempre en su fachada. Que el acceso fuese libre para los miembros de la Armada. Que, si las islas pasaban a manos extranjeras, el edificio quedaría bajo la jurisdicción de la embajada, consulado o representación española.
 
          El Palacio Villasegura fue catalogado en 2004 como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento Histórico.
 
           Fallecido a la edad de 56 años, soltero, a su entierro acudieron numerosos representantes de la aristocracia, la política, las armas y las letras, así como la colonia canaria residente en Madrid. Posteriormente, sus restos serían trasladados a Santa Cruz de Tenerife, donde su cuerpo fue inhumado en el cementerio de San Rafael y San Roque, donde aún existe su mausoleo.          
 
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