El nombre de nuestras calles (85). Febles Campos

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 17 de septiembre de 2023).
 
 
EL  NOMBRE  DE  NUESTRAS  CALES  (85)
 
Calle Febles Campos 
 
Hasta 1936, Camino del Manicomio
 
En el barrio Salamanca, une las calles San Cristóbal y Domingo J. Manrique.
 
 Juan Febles Campos
 
 
Juan Febles Campos (Santa Cruz de Tenerife, 1859-1937).
 
          Médico, tenía su consulta en la calle San Felipe Neri 16, actual Emilio Calzadilla. 
 
          Presidente de la Diputación Provincial. Alcalde de Santa Cruz de Tenerife (1899 – 1901). Vicepresidente del Cabildo Insular (1913). Delegado Regio de Industria y Comercio. Consejero del Banco de España. Secretario de la Academia Médico-Quirúrgica de Canarias (1884), actual Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife.
 
          En 1892, siendo Inspector de Asilos Benéficos, tuvo la iniciativa de dotar a Santa Cruz de Tenerife de un Hospital Psiquiátrico, ante la situación deplorable e inhumana en que se encontraban los enfermos mentales, alojados en unas dependencias del Hospital de Nuestra Señora de los Desamparados -Hospital Civil-.
 
          En 1894 compró un solar de 20.000 metros cuadrados, en la Cruz de Ventoso, por encima del Puente Zurita, financiándolo de su peculio particular, si bien contó con la ayuda del Ayuntamiento, la Junta de Caridad de Señoras, de la Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas -La Constructora- y la colaboración de la secretaria de la Sociedad, Magdalena Ravina del Campo.
 
           El proyecto del Manicomio de Tenerife, del arquitecto Antonio Pintor Ocete, al seguir las corrientes higienistas del siglo XIX constituiría un ejemplo novedoso en Canarias, pues incluía una avenida de 150 m de largo por 20 m de ancho, con cuatro hileras de árboles, una zona destinada a jardines y huerta, y un pequeño bosque para el recreo de los pacientes, realizado por ingeniero jefe de montes, Sr. Ballester. 
 
           El inmueble estaba dotado de un edificio central, destinado a la administración, servicios, hidroterapia, electroterapia, cámara oftalmoscopia, gimnasio y botica, y dos edificios laterales, distribuidos en cuatro pabellones con doce habitaciones cada uno, donde los pacientes estaban separados por sexos, edad y patología. También había una sala para reuniones, capilla, lavadero y un cuarto destinado al vigilante.  Dentro del recinto hospitalario se construyó un depósito de agua, situado a mayor nivel, elemento imprescindible a la hora de la higiene y la hidroterapia.
 
          El edificio fue entregado a la Diputación Provincial, según estipulaban los estatutos de la Sociedad, el 22 de agosto de 1917, fecha en la que fueron trasladados los primeros 40 pacientes -22 mujeres y 18 hombres-. Curiosamente, el transporte de estos enfermos desde el Hospital se realizó en el tranvía.
 
  
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