Noticias antiguas de Canarias (45) La batalla de Santa Cruz (3)

Por Alastair F. Robertson (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 24 de julio de 2022).

 

NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS

(En el British Newspaper Archive)

 

 XLV - La batalla de Santa Cruz de Tenerife (3)

Elogios a Gutiérrez, críticas en la prensa y una carta de Nelson

 

A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.ukque proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que estamos extrayendo las noticias que recogemos en esta serie, que empezó en 1720 y finalizará cuando dentro de pocas fechas celebremos el 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.

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         Semanas después de la batalla, los lectores británicos recibían noticias del fracaso de Nelson a través del Dublín Evening Post del 7 de septiembre de 1797, que publicaba una carta de Jervis fechada el 16 de agosto y otra de Nelson del 27 de julio:

                   En el Correo del 2 de septiembre:

                    Tenemos que anunciar el total fracaso de la expedición contra la isla de Tenerife y la pérdida de varios valientes y gallardos oficiales en esta desafortunada acción.

                   El Comandante (Gutiérrez) del formidable contingente defensivo, en un rasgo de humanidad basado en su carácter de militar y sus sentimientos como persona, considerando que tenía fuerzas suficientes para aplastar a su oponente, envió un mensaje al almirante Nelson comunicándole que no deseaba derramar la sangre de hombres valientes y conminándole a una inmediata rendición como único medio de evitar el sacrificio de sus camaradas.

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Busto del general Gutiérrez en Santa Cruz de Tenerife

                  

                    Y considerando las condiciones de la rendición británica y el cumplimiento de la la oferta de Gutiérrez de ayuda para la retirada a los barcos, las sinceridad nos exige decir que la espléndida magnanimidad del comandante español brilló en el más alto grado.

         La “espléndida magnanimidad” del Comandante General Gutiérrez impresionó a los oficiales y tropa británicos, tal y como se informaba el 9 de septiembre en el Northampton Mercury:

                   El gobernador español se comportó muy generosamente con nuestros marineros y soldados, ordenando se suministrara a cada uno una pinta de vino y unos bizcochos, excusándose ante el almirante Nelson por no poder ofrecerles algo mejor.

         Varios periódicos, entre los que se incluían los ejemplares del 8 de septiembre del Kentish Weekly Post y el Canterbury Journal, y del 14 de septiembre del Saunders’s News-Letter, publicaban lo siguiente:

                     Extracto de un carta particular de un marino a bordo del HMS Sea Horse, recién regresado de la expedición contra la isla de Tenerife, a unos amigos en Maidstone y fechada en Spithead el 1 de septiembre:

                   “Lamento tener que informaros de nuestra fallida empresa: Zarpamos de Cádiz el 15 de julio, con el Theseus enarbolando la enseña del almirante Nelson, el Culloden y el Zealous, todos de 74 cañones, la Emerald y la Terpsichore, con 36 cañones cada una, el cúter Fox, de 16, y la bombarda Terror (solo estos periódicos mencionan este barco, que llevaba 8 cañones) para atacar la isla de Tenerife (una de las Islas Canarias cuya capital se denomina Santa Cruz). El día 21 el audaz Nelson mandó izar la señal de preparar nuestros botes para un desembarco a las 12 de la misma noche; estábamos cerca de tierra, pero el viento soplaba con fuerza y una poderosa corriente contraria impidió que desembarcáramos hasta el siguiente día, pero ya los españoles ocupaban las alturas, lo que nos obligó a regresar a bordo. En la noche del 25 desembarcamos, pero no con buenos resultados, pues de 1.200 hombres solo unos 600 lo consiguieron; el cúter Fox fue hundido por un cañonazo enemigo, salvándose de perecer ahogados tan solo 15 hombres de los 160 que llevaba a bordo… ¡fue un espectáculo horrible! Nuestro capitán y el almirante viajaban en el mismo bote, pero ninguno puso pie en tierra; el primero está gravemente herido y el segundo ha perdido un brazo; nuestro teniente también perdió una mano, pero de todas maneras estamos en un barco con suerte, ya que solo tuvimos 2 muertos y 28 heridos.

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Nelson cae herido en brazos de su hijastro Josiah Nisbet. Óleo atriuido a Richard Westhall

 

                   Tenerife es uno de los lugares más fuertes, entre los de su importancia, que jamás haya visto; cuenta con 130 cañones de gran calibre, y una guarnición de 5.000 hombres. La hubiéramos podido conquistar fácilmente si no hubiera sido por la presencia de dos regimientos franceses con piezas de campaña. El no estar familiarizados con el lugar trajo fatales consecuencias, ya que el enemigo, durante la noche, disparaba en todas direcciones cargas de metralla que mataron e hirieron a muchos.

                   A las seis de la mañana el Gobernador español envió bandera de parlamento a nuestro comandante, conminándole a que nos considerásemos prisioneros de guerra, pero contestamos que preferíamos morir combatiendo. A las diez se acordó una capitulación, y regresamos a bordo tras marchar por las calles a tambor batiente y las banderas desplegadas; dado que nuestros botes habían sido destruidos, nos proporcionaron otros para volver a los barcos.

                   Los españoles se portaron extraordinariamente bien con nosotros; antes de que regresáramos dieron a cada uno de los hombres una pinta de vino y una libra de pan, enterraron nuestros muertos, enviaron a los heridos al hospital, donde curaron sus heridas, y al día siguiente los devolvieron a los barcos.

                   El total de muertos, heridos y ahogados pertenecientes a las tripulaciones de los buques es de 289.

                   Intenté escribir desde Cádiz el día en que arribamos allí, pero el almirante ha considerado más conveniente que volviéramos a casa en nuestro barco. Es el almirante más valiente que haya estado nunca al servicio de Su Majestad; tiene solo un ojo y un brazo, pero aún desea seguir defendiendo los intereses de su País. Si hubiésemos podido desembarcar en el primer intento, habríamos dado el golpe de nuestras vidas, pues se dice que en aquel lugar había más de 20 millones en metálico.

                   El Leander se había unido a nosotros a unas cinco millas de Tenerife.”

         Algunos otros periódicos repetían el relato, con unas introductorias críticas propias, como por ejemplo se podía leer en el Staffordshire Advertiser del 9 de septiembre:

                   LONDRES, LUNES. La Gazette anuncia el absoluto y desafortunado fracaso de la expedición contra Tenerife.

        

         En la misma fecha, el editor del Oxford Journal comentaba lo siguiente sobre el informe oficial:

                   Los informes de la Gazette sobre la expedición a Tenerife son muy imperfectos. A continuación incluimos una copia del Diario de a bordo del barco del almirante Nelson; tiene toda la apariencia de presentar una adecuada relación de los hechos, aunque aún sea insatisfactorio en algunos puntos. (Y se repetía el informe que ya conocemos)

        

         Las criticas más serias vinieron del Hampshire Chronicle del día 9, LUNES A SÁBADO, y del Cumberland Paquet and Ware’s Whitehaven Advertiser del 12, CORREOS DEL DOMINGO Y LUNES:

                  Confiábamos en que el relato de la Gazette sobre la expedición contra Tenerife aportaría algunas razones para comprender los hechos y añadiría algunos detalles en determinados puntos, pero, por el contrario, todo lo que pueda ser información es meticulosamente evitado, y hasta el momento no habíamos visto un comunicado tan deficiente sobre temas en que la opinión pública está tan seriamente preocupada. Permitiremos que la Gazette hable por sí misma, y adjuntaremos el relato semioficial del Diario de a bordo del barco del almirante Nelson.

                     THE LONDON GAZETTE

                   Oficina del Almirantazgo, 2 de septiembre de 1797.

                   El capitán Waller, del HMS Emerald, llegó ayer con despachos del almirante Lord San Vicente para el honorable Evan Nepen, Secretario del Almirantazgo, de los que se extracta lo siguiente:

         Aparece ahora la carta del conde de San Vicente, que pasó por alto el desastre, como si apenas tuviese más consecuencias que la pérdida de algunos oficiales. En ella vemos que, noblemente, el conde carga con la responsabilidad de lo sucedido.

                                                                        Villa de París, fuera de Cádiz

         16 de agosto.

                     Señor:

                     Deseo que informe a los Lores Comisionados del Almirantazgo que destaqué al contralmirante Nelson con un escuadrón constituido por los Theseus, Culloden, Zealous, Seahorse, Emerald, Terpsichore y el cúter Fox con la orden de llevar a cabo un ataque contra la ciudad de Santa Cruz en la isla de Tenerife que, según varios informes, me parecía vulnerable. El 15 de julio se dio a la vela el almirante y el martes 18, habiéndoseme incorporado el Leander, procedente de Lisboa, lo envié tras el contralmirante de acuerdo con las instrucciones dejadas por él.

                   Ayer se me unió el Emerald, con el despacho que se adjunta y otros informes del contralmirante, y aunque la empresa no se ha coronado con el éxito, las armas de Su Majestad han adquirido un elevado grado de lustre. Nada puede añadir mi pluma a los elogios que el contralmirante hace de la gallardía de los oficiales y tropa a sus órdenes. He de lamentar profundamente la gran pérdida que supone para la nación la grave herida del contralmirante Nelson y la muerte del capitán Richard Bowen, el teniente Gibson y otros valientes ofíciales y tropa que cayeron en el duro y perseverante ataque.

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Nelson herido. Óleo atribuido a Guy Head (National Maritime Museum, Greenwich, Londres).

 

                   En el momento en que el contralmirante llegue, es mi intención enviarlo a Inglaterra en la Seahorse, junto al capitan Fremantle, cuya herida en el brazo también requiere un cambio de clima; y espero que ambos se recuperen para rendir importantes servicios a su Rey y a su país.

                   Soy su… etc.

                   San Vicente

         Luego el conde reproducía el informe de la batalla que el propio Nelson le había remitido

                   Theseus, fuera de Santa Cruz, 27 de julio de 1797                  

                   Señor:

                   En cumplimiento de su órdenes de llevar a cabo un fuerte ataque contra la ciudad de Santa Cruz, en la isla de Tenerife, dispuse que mil hombres de los barcos bajo mi mando, incluyendo infantes de marina, se preparasen para desembarcar bajo la dirección del capitán Troubridge del HMS Culloden, y los capitanes Hood, Thompson, Fremantle, Bowen, Miller y Waller, quienes ofrecieron voluntariamente sus servicios; y aunque me encuentro en la dolorosa necesidad de informarle que no hemos podido alcanzar el éxito en nuestro intento, es mi deber dejar constancia de que tan osada intrepidez no ha sido nunca mostrada como en esta ocasión por los capitanes, oficiales y tropa que usted hizo el honor de poner bajo mi mando.

                  Adjunto le envío un listado con los muertos y heridos, y entre los primeros, con el más profundo dolor, tengo que incluir el nombre del capitán Richard Bowen, del HMS Terpsichore, el oficial más audaz, competente y valiente que haya servido en la Marina de su Majestad; el teniente John Gibson, comandante del cúter Fox y un buen número de valientes oficiales y personal de tropa. Tengo el honor de ser… etc.

                 Horacio Nelson

        

          La penúltima parte de la versión inglesa aparecerá en la siguiente entrega.

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