Noticias antiguas de Canarias (34). Barcos con presidiarios ingleses a Australia (3)
Por Alastair F. Robertson (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 24 de abril de 2022).
NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS
(En el British Newspaper Archive)
XXXIV- Barcos con presidiarios ingleses a Australia (3)
A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.uk) que proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que estamos extrayendo las noticias que recogemos en esta serie, que finalizará cuando el próximo verano vayamos a celebrar el 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.
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Como habíamos comentado en artículos anteriores, en 1788 Gran Bretaña estableció oficialmente en Botany Bay, Nueva Gales del Sur, Australia, una colonia penitenciaria, pero ya el año anterior se habían enviado los primeros barcos con reclusos que, desde Inglaterra, navegaron hasta aquel destino pasando por el Cabo de Hornos e hicieron escala en Tenerife.
Incluso en fecha tan tardía como la del 6 de junio de 1789, el tema de la flota de los convictos merecía aún la atención de la prensa. Así, el Saunders´s News-Letter publicaba una carta de otro oficial de la expedición con un informe sobre Tenerife en el que se incluían varios temas:
Bahía de Santa Cruz de Tenerife c. 1788 (Fuente: Fondo J. M. Ledesma)
Viaje a Botany Bay.
Segunda carta.
Desde la llegada a Tenerife hasta la salida hacia Río de Janeiro, Brasil.
Pocas cosas hay en Tenerife que agraden a un viajero. Ha oído maravillas de su célebre Pico, pero puede pasar semanas enteras en el pueblo de Santa Cruz sin verlo; y cuando por fin emerge su cumbre cubierta de nubes, lo más probable es que se sienta defraudado, porque desde donde está situado su punto de vista, las montañas vecinas hacen que disminuya de forma muy considerable su apariencia. Con excepción del Pico, el aspecto general del país es poco agradable a la vista, pues aparece seco y en absoluto atractivo. Sin embargo, la ciudad, por su alegre apariencia blanca que contrasta fuertemente con el triste color marrón del fondo, produce un agradable efecto. Su trazado no es irregular, ni tampoco es despreciable el estilo de sus construcciones; hay numerosas iglesias y edificios religiosos de aspecto suntuoso y muy ornamentados.
Alameda del Marqués de Branciforte, Santa Cruz de Tenerife (189-) (Fuente: Fondo Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife)
La mañana de nuestra llegada nos presentamos al Marqués de Branciforte, Gobernador de Canarias, el mayor número de oficiales que nos encontrábamos francos de servicio en los diferentes barcos; su recibimiento fue muy educado y cortés. Su Excelencia es siciliano de nacimiento y su mandato es merecidamente muy popular. Dada la mayor facilidad de comunicación con Europa, prefiere residir en Tenerife, en lugar de hacerlo en Gran Canaria, que es en realidad su sede; y aunque no hace mucho tiempo que está aquí, ya ha encontrado la manera de establecer un taller de manufacturas en algodón, seda e hilo, que, con una magnífica organización, emplea a más de sesenta personas, lo que es una gran ayuda para el pueblo llano. Durante nuestra corta escala, todos los días recibimos alguna prueba de la estima y cortesía de Su Excelencia, y tuvimos el honor de cenar con él, en un ambiente de elegancia y esplendor. En esta fiesta nos sorprendió la profusión de helados que aparecieron a los postres, teniendo en cuenta que los disfrutábamos casi en verano. Pero parece que las cuevas del Pico, muy por debajo de su cumbre, ofrecen hielo en abundancia en todas las estaciones del año.
La incansable inoportunidad de los mendigos y la falta de modestia de las mujeres de la clase más baja son muy desagradables. Dado el buen número de sus compatriotas que residen aquí, un inglés no se encuentra perdido en esta sociedad. En las casas mercantiles es de estos caballeros de quienes se obtiene cualquier información, porque la taciturnidad de los españoles no se supera en un ligero encuentro, especialmente por parte de los ingleses, cuya reserva es poco menor que la de ellos. El interior de la isla se describe como fértil y muy romántico, y los alrededores del pequeño pueblo de Laguza (La Laguna) se dice que son especialmente agradables. Algunos de nuestros oficiales que hicieron una excursión a esa localidad confirmaron con largueza dicha opinión.
La Laguna, 1833. Litografía de Ernest Goupil y Emilie Lasalle (Fuente: Gaviño de Franchy Editores. La estampa de Canarias.)
La próxima semana continuaremos con la segunda parte de la carta.
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