Noticias antiguas de Canarias (26). Una ascensión al Teide (1)

Por Alastair F. Robertson  (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 27 de febrero de 2022).

 

NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS

(En el British Newspaper Archive)

 

XXVI- Una ascensión al Teide (1)

 

 A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.uk) que proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que estamos extrayendo las noticias que recogemos en esta serie, que finalizará cuando el próximo verano vayamos a celebrar el 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.

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Foto 26 - 1

El Teide (Fuente: Fotografía de Efren Yanes. Diario de Avisos)

        

          La ascensión al Teide parece haber sido un 'must', es decir, una actividad obligatoria, para los extranjeros aventureros que visitaban Tenerife. Las expediciones generalmente afirmaban tener como propósito no solo el de la emoción por la escalada, sino también una finalidad científica. En el Hampshire Chronicle del 20 de febrero de 1786 se puede leer:

                   Observaciones realizadas en una subida al Pico de Tenerife por el doctor Thomas Heberden, residente muchos años en La Orotava, localidad situada al pie de aquella prodigiosa y alta montaña. 

                   A las dos de la tarde partimos de la villa o pueblo de La Orotava, a unas seis leguas (1) del Pico de Tenerife. El cielo estaba nublado, y antes de haber recorrido una legua nos encontramos rodeados por una neblina o niebla muy espesa, que se extendía más o menos otra legua. Todo ese tiempo caminamos entre huertos y pinares, hasta llegar a campo abierto; el terreno era muy seco, aquí y allá, un pino aislado y unas cuantas retamas españolas; algunas grandes piedras grandes, como del tamaño de un tonel, sueltas; otras parecían haber sido quemadas, y se supone que fueron arrojadas del interior del volcán del Pico. El cielo se presentaba ahora muy claro, y la espesa niebla que habíamos atravesado parecía un mar de nubes de color ceniza bajo nosotros.

 

Foto 26 - 2

 Mar de nubes (Fuente: Bing Gallery)

                  

                    Habiendo caminado dos leguas por este terreno, llegamos a las ocho de la tarde a la falda o pié del Pico. Aquí nos vimos obligados a dejar nuestros caballos, pues el camino, a causa de su pendiente y el piso de tierra suelta y arenosa, era intransitable para ellos. A media legua de distancia cenamos ligeramente bajo unos grandes peñascos, en un alojamiento llamado La Estancia de los Ingleses, que había sido usado como tal por primera vez por algunos de nuestros paisanos en su subida al Pico. Aquí pasamos toda la noche, encendiendo fogatas para templar el ambiente, que encontrábamos muy frío. Cuando se acercaba la mañana, proseguimos nuestro viaje, subiendo un cuarto de legua por el mismo suelo (pero más empinado y suelto) hasta llegar a unas grandes rocas de malpaís (o piedras quemadas por el volcán) entre las que, como el suelo era más firme, era menor la dificultad para caminar, o mejor diríamos para trepar, pues muchas veces teníamos que utilizar nuestras manos para ayudarnos a avanzar

                  Tras pasar así otro cuarto de legua, llegamos a la famosa Cueva del Hielo. Está rodeada por todas partes, más bien diríamos enterrada, por grandes rocas volcánicas, entre las cuales se descubre un acceso de unos seis pies de alto y cuatro de ancho (2). La cueva parece tener unos quince pies de ancho en la boca, pero no pudimos descubrir su final. Desde la entrada hasta la superficie del agua, que cubre el fondo, parece haber unos doce o catorce pies. La parte superior y los lados de la cueva son de piedra lisa. El fondo está cubierto de hielo o nieve, bajo una masa de agua de aproximadamente media yarda de profundidad. Esta cueva es el gran depósito de nieve de la isla de donde se abastecen los habitantes para enfriar los licores cuando se han agotado sus reservas.

 

Foto 26 - 3

La cueva del hielo, c. 1927 (Fuente: Diario de Avisos

 

       

  (La semana próxima aparecerá la segunda parte de esta subida al Teide).

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NOTAS:

 (1)     Una legua equivale a 4,8 kms.

(2)     Un pie equivale aproximadamente a 30 centímetros y una yarda a 0,9 metros.

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