Bienes de Interés Cultural en Santa Cruz de Tenerife (5). Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción.

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 6 de febrero de 2022).
 
 
BIENES DE INTERÉS CULTURAL EN SANTA CRUZ DE TENERIFE  (5)
 
 
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN
 
 
 
Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento por Decreto de 28 de julio de 1983
 
 
 Iglesia de Nuestra Señora de La Concepción.  ARKHAPOLIS Personalizado
 
Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción  (Foto: ARKHAPOLIS)
 
         
           Como la primera iglesia construida en este Lugar, denominada Santa Cruz en honor al madero cruciforme con el que los Castellanos celebraron la misa de acción de gracias en la playa de Añazo el 3 de mayo de 1494,  se encontraba en estado de ruina, al ser restaurada en 1634 se le añadiría una segunda nave siendo nombrada Parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción. En 1652 hubo que proceder a su reedificación al ser  destruida por un incendio producido por la llama de una lámpara de aceite que al propagarse hizo arder la cortina del retablo del altar mayor y alcanzó rápidamente el artesonado.
 
          La nueva parroquia, inaugurada en 1782, resultaría un templo con cinco naves separadas por columnas toscanas de fustes cilíndricos, superpuestos por arcos de medio punto, donde las dos naves laterales constituyen capillas conectadas también mediante arcos de medio punto.
  
          La capilla mayor, con más altura que el resto del templo, destaca su artesonado mudéjar de estructura ochavada y el almizate octogonal que posee en el centro. 
  
          En el atrio que preside la fachada, ejecutado en la segunda mitad del s.XVIII, sus arcos de cantería rebajados y el balcón de grandes proporciones  le dan al imafronte de la parroquia uno de sus rasgos más característicos y singulares de la arquitectura tradicional canaria.
  
          La torre-campanario, adosada al templo, está formada por cuatro módulos prismáticos abiertos en sus cuatro lados, en los que el módulo inferior es un pórtico que da acceso al interior de la iglesia, atravesando el atrio. A la torre la remata un tambor de planta octogonal, cuyo segundo nivel está abierto por arcos de piedra de medio punto.
 
           La casa parroquial, construida en los primeros años del s.XX, se encuentra adosada al templo por su parte trasera, mientras que la plaza de la Iglesia recibe el nombre de calle Grande para recalcar su anchura.
  
          Los diferentes tipos de cubiertas de teja árabe que cubren los distintos módulos que integran el Templo, son a dos aguas en las distintas naves y a cuatro aguas en la capilla mayor y en el cuerpo del atrio de la fachada principal.  
 
           En su conjunto, el templo presenta un lenguaje de sorprendente armonía constructiva, a pesar de haber sido el resultado de distintos trabajos realizados durante varios siglos. La última restauración fue llevada a cabo entre 1994 y 1996 por el arquitecto José Miguel Márquez Zárate. 
 
 Patrimonio 
 
          La más preciada reliquia que se custodia en esta Iglesia, sobre todo para los santacruceros, es la Cruz Fundacional que le da nombre a esta Ciudad.
  
         El retablo de la capilla mayor, de estilo barroco-churrigueresco, está formado por un solo cuerpo con tres calles y ático, aunque con mayor anchura y desarrollo en la central. En su hornacina principal se encuentra la  Inmaculada Concepción, imagen de candelero del escultor orotavense Fernando Estévez de Salas, y en los laterales las imágenes de San Joaquín y Santa Ana, tallas del lagunero José Rodríguez de la Oliva.
  
          En el retablo que preside la nave del evangelio se halla la imagen mariana más antigua de Tenerife, la Virgen de la Consolación –patrona de Santa Cruz-. Esta joya gótico-renacentista procede del desaparecido convento de Santo Domingo que estaba donde hoy se levanta el Teatro Guimerá y el Centro de Arte la Recova.
  
          El coro de la parroquia, tallado por Guillermo Veraud, está situado en alto a la entrada del templo, a los pies de la nave mayor. Posee un magnifico órgano de la casa Bevington and Sons, de Londres, adquirido en 1862.
 
           El púlpito de mármol de traza barroca fue traído de Génova por Matías Rodriguez Carta. 
  
Capillas
 
           De las 14 capillas existentes en el Templo, la mayoría fueron levantadas por la burguesía comercial santacrucera, benefactora de la parroquia.
  
          En la nave del Evangelio destacaremos la capilla de Santiago, donde están enterrados Antonio Gutiérrez de Otero, comandante general de Canarias, vencedor de Horacio Nelson, y Teobaldo Power, el más insigne pianista y compositor canario.
 
Capilla de Santiago. Tumba del General Gutierrez Personalizado
 
Capilla de Santiago. Tumba del general Gutiérrez
 
          
          En el lado de la Epístola se encuentra la capilla dedicada a la Virgen del Carmen, donde están enterrados los hermanos Rodrigo e Ignacio Logman, vicario eclesiástico de Santa Cruz y beneficiado de esta Parroquia, respectivamente, quienes donaron el retablo, el tabernáculo y el sagrario. Aquí también se conserva una reliquia del Papa Mártir San Clemente, conocida popularmente como Canilla de San Clemente, donada a la Parroquia en 1703 por el abate Giovanni Battista Sidotti, cuando hizo escala en su viaje al Japón, lugar donde pretendía difundir la fe cristiana.
  
          La capilla de San Matías que conforma una de las obras cumbres del barroco canario, situada en el paso de la nave de la Epístola a la Sacristía, fue mandada a construir en 1740 por Matías Rodríguez Carta como panteón familiar. Su retablo, obra del artista francés Guillermo Veraud, está tallado en ricas maderas de cedro y barbusano, y su traza es de un solo cuerpo de tres calles con columnas salomónicas que actúan como caras de una sección prismática abierta, culminando en una original bóveda octogonal por donde recibe la luz cenital. El retablo se conjunta con las esculturas de San Matías, San Andrés y San Carlos Borromeo, traídas de Génova en 1737. 
 
 Archivo histórico
 
           La parroquia conserva en sus archivos importantes documentos de incalculable valor y de muy diversa índole, como los libros sacramentales que contienen los registros de bautismos, matrimonios y defunciones que constituyen toda una crónica social de los cinco siglos de la ciudad. Lamentablemente, al desaparecer el libro primero en el incendio que destruyó la iglesia en 1652, sólo se pudieron contabilizar 10.232  enterramientos de los que se llevaron a cabo en el subsuelo de la iglesia hasta 1810.
 
 
 
 
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