Iglesia de San Jorge (Antigua Iglesia anglicana)

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 9 de mayo de 2021).
 
 
 
          El obispo anglicano de Sierra Leona, diócesis de la que dependía la colonia británica residente en las Islas Canarias en 1890, instauró una capellanía en el salón del consulado inglés de Santa Cruz de Tenerife, sito en la casa Hamilton de la calle La Marina, para que los residentes de su país pudieran celebrar allí los oficios religiosos.
 
          A raíz de esta visita, comenzarían a recabar fondos para construir un templo en esta ciudad, colaborando generosamente las principales familias británicas y las firmas comerciales anglosajonas establecidas en la capital. Con el dinero recaudado le compraron un solar a la Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas, frente a la futura Plaza Veinticinco de Julio, haciendo esquina con las calles Viera y Clavijo y General O´Donnell.
 
          Los planos del templo y los de la casa del pastor, realizados en Londres en 1892  por el arquitecto Walter I. Word, fueron presentados y expuestos en la casa Hamilton. La iglesia conformaba un edificio para 150 personas, susceptible de ampliación. 
 
          El inicio de las obras hubo que interrumpirlo debido a la devastadora epidemia de cólera que azotó nuestra ciudad en 1893, por lo que la primera piedra se colocaría el 22 de junio de 1897, coincidiendo con la celebración del sesenta aniversario de la subida al trono de la reina Victoria.
 
          Las obras, adjudicadas a una constructora local, y dirigidas por el arquitecto inglés Mr. Bovill,  transcurrieron con la parsimonia propia de un trabajo que se lleva a cabo  con donativos públicos. La apertura del templo tuvo lugar el 21 de diciembre de 1905, con un oficio religioso a cargo del Reverendo P.J. Fear, aunque la consagración oficial sería en marzo de 1914, celebrada por el obispo de Sierra Leona.
 
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Iglesia anglicana en 1914
 
         
          El edificio, de estilo neogótico, se levanta en medio de una amplia parcela ajardinada, cerrada por muros de mampostería con verja de fundición. Tiene planta de cruz latina, sin crucero. En el brazo mayor, destinado a los fieles, se entestan los otros tres brazos de menor anchura y longitud: el central, destinado al presbiterio, el del lateral derecho a sacristía, y el del lateral izquierdo a albergar el órgano, pues la música es fundamental en la liturgia anglicana.
 
          En la fachada principal se abren tres puertas de cantería, coronadas en arcos. Sobre la puerta principal se encuentra una ventana dividida en tres partes (trífora). Las paredes del exterior están enchapadas de lajas de piedra. El techo interior está perfectamente machahembrado con madera noble, y sobre éste se encuentra la cubierta de pizarra, estructurada a dos aguas. 
 
          Cubriendo sus ventanales ojivales existen magnificas cristaleras policromadas elaboradas con vidrios de colores ensamblados mediante varillas de plomo. La ventana del presbiterio contiene tres escenas de la vida de Cristo: el Nacimiento, la Crucifixión, y la Ascensión. Está erigida a la memoria de Hugh Henry Hamilton,  mayordomo que se afanó en llevar a cabo este Templo. En las dos vidrieras que están junto a la pila bautismal, en una se ve a Jesucristo con una lámpara en la mano, y en la otra a San Jorge, Santo titular del Templo y patrono de Inglaterra. 
 
          Diversos fieles donaron la pila bautismal, las sillas, el púlpito, la mesa-altar de la comunión, la Biblia, el libro de oraciones, los servicios para la comunión, los jarrones, los pupitres, la bandeja de las limosna, etc.   
 
          Según las restricciones impuestas por la comunidad católica, el templo no llevaría Cruz en el exterior, sino un mástil donde ondearía la enseña británica, aunque ésta lo haría en contadas ocasiones: en 1944, con motivo de la reelección del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt; en 1952, en memoria del rey Jorge VI; y el 31 de mayo de 1953, en el aniversario de la actual reina Isabel I.
 
          En su interior existen varias placas de mármol, fijadas en la pared, que en su día fueron dedicadas por sus familiares a: Nellie Louise (+1925), John Nettleton (+1926), Helen Mary (+1951), Mary Lucas (+1966) y Dorothy Norton (+1972). 
 
Templo católico
 
          Como en 1989 el número de fieles ingleses que solía asistir a los oficios religiosos que se celebraban los domingos, a las 11:00 (Matínes), era cada vez más reducido, el obispo de Gibraltar le vendió el Templo a la diócesis católica de Tenerife por 25.000.000 de pesetas, a pagar en cinco años.
 
          El edificio sería restaurado por el arquitecto Sebastián Matías Delgado Campos, quién lo adaptaría al nuevo culto respetando al máximo sus características, aunque  sustituyendo el mástil de la fachada por una cruz de hierro de diseño moderno.
 
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Iglesia de San Jorge en la actualidad
 
         
          Los alrededores se ajardinaron mayoritariamente con especies autóctonas canarias o muy arraigadas en la Isla, dando preferencia al césped. También se le dotó de iluminación, mediante farolas de diseño clásico.
 
          El coste de la restauración ascendió a 25.000.000 de pesetas, sin contabilizar la pizarra de la cubierta, que fue donada por el Sr. Obispo, así como las farolas exteriores y el ajardinamiento que fueron financiados por el Ayuntamiento de la ciudad.
 
          Varios fieles donaron diversos objetos para el culto: doña María Teresa Varona Brage, el Sagrario; don Rafael Clavijo García y su familia, la Custodia neogótica; don Sebastián Matías Delgado Campos, la imagen de la Inmaculada Concepción; la Diócesis Nivariense, los bancos con reclinatorio. También se recibieron vasos sagrados, candelabros, ornamentos, litúrgicos, etc. 
 
          El templo, dedicado al Santísimo Sacramento, fue abierto al culto católico el 23 de septiembre de 1993, con la celebración de la Eucaristía a cargo del obispo Don Felipe Fernández García. En la actualidad no está vinculado a ninguna parroquia y sólo se celebran las Eucaristías semanales. Al estar situado es un lugar privilegiado en mitad de la ciudad, la Plaza 25 de Julio, nos invita a la paz, la tranquilidad y la reflexión.
 
          El 25 de julio de 1997, en este templo tuvo lugar la celebración de la Eucarística Ecuménica, oficiada por el los Obispos católico y anglicano, en memoria de los muertos en la Gesta del 25 de julio de 1797. 
 
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