Cromos británicos (14) Joaquín Merino

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en El Día el 12 de agosto de 1998
 
 
 
JOAQUÍN MERINO
 
 
          Ahora no sabemos dónde se encuentra. Le hemos perdido la pista. Pero hace como unos veinte años le seguíamos, con cierta asiduidad e interés, a través de la Radio. Era un auténtico enamorado de Inglaterra. A través de las ondas, nos hablaba con mucho cariño y convicción de la Rubia Albion, cuyo nombre completo es Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Era un comunicador muy especial. Ahora hemos tenido un reencuentro con él en la psicodélica y modernísima biblioteca que recientemente ha estrenado la Universidad de Hertfordshire, ubicada en la localidad de Hatfield. Y le hemos reencontrado a través de uno de sus best sellers, Londres para turistas pobres, que empezó a editarse en 1959. En estas páginas está su frescura informativa, dicho sea en el buen sentido. Su libro sigue siendo divertido, verídico, donde expresa el estado de ánimo de un carpetovetónico que llega a Londres y encuentra un mundo diferente. 
 
          Observador agudo, humorista por naturaleza, barroco por educación, comenzó a escribir a modo del que va tallando las facetas de un diamante.
 
          ¡Cuántas vivencias nos ha hecho recordar, ahora Joaquín Merino, en estas páginas de su Londres para turistas pobres. Él, que hace una treintena de años venía integrando aquella confusa mescolanza de mochilas, mantas y cantimplora, que se dirigían a Inglaterra, cruzando el paso de Calais, para extraer la evasiva patata de sus húmedos campos y, de paso, “perfeccionar” su inglés… Aquellos jóvenes empezaban a familiarizarse con aquellos cielos llorosos, que dejaban caer una lluvia finita y helada… entonces, el toilette se llamaba lavatory. Y aquellos grupos de españolitos eran desnudados de cintura para arriba, sometiéndose a un reconocimiento médico que era el último requisito, indispensable para concederles el permiso de entrada en el país a los extranjeros privilegiados que, tras mil gestiones y preocupaciones, lograban el infinito honor de trabajar en los menesteres más desagradables al servicio de los ingleses…
 
          ¡Qué diferencia, admirado Merino, con estos otros grupos de alumnos tinerfeños que ahora, para perfeccionar su inglés, en cursos intensivos de cinco semanas, gozan de vuelo regular directo Tenerife-Luton-Tenerife; tienen garantizados todos sus traslados en Inglaterra; pensión completa en familias seleccionadas, que suelen vivir en casas con huerto, jardín y rodeadas de césped, mucho césped, sobre todo en este años, que tanto ha llovido en este verano británico! Y también, estos alumnos, querido Joaquín, tienen clases de inglés diarias con profesores nativos titulados y, para redondear sus respectivas estancias, en sus programas de actividades se incluyen facetas deportivas, sociales y culturales. Y antes de sus respectivas visitas a Reino Unido, incluso se les indica a los alumnos, para evitar posibles problemas de alergias, que sus familias tienen como pets (animales domésticos), pues gatos, perros, conejos, hámsteres e incluso, peces. Y es que esta generación de las “tres íes”, amigo Joaquín Merino, goza de esta situación. De las “tres íes” ya hablaremos en otra ocasión. 
 
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