Cromos británicos (9) Óleos
Por Antonio Salgado Pérez (Publicado en El Día el mes de octubre de 1997)
ÓLEOS
Al igual que los viejos aristócratas, los magnates de los negocios de la era victoriana construyeron o compraron grandes mansiones y las decoraban con espléndidas colecciones de arte. Algunos aspiraban a afianzarse en la sociedad elegante, ofreciendo esas colecciones a la nación a bajo precio. Como puntualiza Victor Bryant, muchas de esas donaciones que incluyen libros, esculturas y pinturas, fueron las colecciones base de, por ejemplo, la National Gallery, abierta al público en 1824.
Impresiona, una vez más, la fachada de esta pinacoteca, que es una de las más ricas y valiosas del mundo. En sus más de 4.500 cuadros que van desde el siglo XIII al año 1900, se hallan representadas la mayoría de las escuelas europeas. Imposible ver todas las pinturas en un tiempo inexorablemente establecido. Vamos a contemplar, tranquilos y sentados, las obras que no son más familiares. Y además, con la ayuda de uno de los guardianes de las secciones españolas, que resultó ser gallego y con una hermana en Fuerteventura…
Ahí está Bartolomé Esteban Murillo, especialista en plasmar en sus óleos a niños pobres, mendigos, “pero comiendo y sonriendo siempre”. Y en aquellas salas tan bien iluminadas como refrigeradas, está presente Zurbarán, Ribalta, Rubens, Juan Bautista de la Maza, con cuadros donde predomina el tema religioso. ¿Cómo iba a faltar Goya que, por cierto, hace acto de presencia con cuadros de pequeño formato? Y la “estrella”, para nosotros es, of course, Velázquez, con siete trabajos, donde destaca, por encima de todos ellos, su único desnudo de mujer, que después inspiró al genio de Fuendetodos para su maja. Este cuadro de Velázquez, el más concurrido de los pintores españoles, fue traído a Inglaterra en 1813 y lleva por título The toilet of Venus, donde Cupido, su hijo, mantiene un espejo donde su progenitora parece acicalarse.
A la salida, nos sorprende un cuadro del trasalpino Ugolino di Nerio (1317-1339), La resurrección de Cristo, saliendo éste de su tumba, manteniendo una insólita bandera de fondo blanco y rayas rojas…ç
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