75 aniversario del Mercado Nuestra Señora de África, la Recova de Santa Cruz de Tenerife

Por José Manuel Ledesma Alonso  (Publicado en La Opinión el 16 de diciembre de 2018).
 
  03- Entrada Custom
 
Mercado Nuestra Señora de África
 
         
          El primer Mercado para el abastecimiento de la población de Santa Cruz se estableció, en 1775, en la denominada plazuela de las Verduras -entre los actuales edificios de Correos y el Olympo-, lugar donde soportaban sol, moscas y polvo, en unas condiciones deplorables. 
 
          En cuanto al pescado, su venta se hacía a la entrada del muelle, por donde llegaban las barcas, mientras que la carne, desde 1767 existía un matadero que estaba situado en la plazuela de la Cruz, al naciente de la plaza de la Iglesia -Concepción-.
 
          El primer Mercado Municipal cubierto se abriría al público el 17 de abril de 1815, y se ubicó junto a la plaza de la Iglesia, dando la espalda a la muralla defensiva que existía a lo largo de la costa, en un lugar ventilado por las brisas marinas.
 
          Al construirlo, no tuvieron en cuenta que por allí desembocaba el barranquillo del Aceite -hoy transcurre bajo la calle Imeldo Serís- que, cuando llovía fuerte, se desbordaba y socavaba las paredes; al subir la marea, las olas rompían la muralla anegando las instalaciones y, cuando se obstruía, las ratas salían del subsuelo, que era de callaos. Por todo ello, a los 35 años de haberse inaugurado, el edificio fue vendido a una empresa consignataria del puerto, siendo utilizado como almacén de carbón. 
 
          Un nuevo Mercado se inauguraría el 25 de julio de 1851, aprovechando parte del solar que quedaba libre después de haber construido el Teatro Municipal. Tenía planta rectangular y dos puertas abiertas al Este y Oeste. En sus  galerías interiores albergaba 22 puestos de venta y en su patio central, descubierto hasta 1926, se vendían las frutas y verduras. Al cerrar los costados Sur y Norte, éstos se dedicarían a lonjas de pescado salado y despachos de carne, respectivamente. 
 
          Como este Mercado no podía acoger la actividad que los ciudadanos demandaban, y muchos puestos de venta se vieron obligados a instalarse al aire libre, tanto en la plaza Isla de la Madera como en las calles aledañas, en la citada plaza se optó por montar una estructura de hierro (La Abejera), traída de Londres, siendo abierta al público el 1 de septiembre de 1898, y destinada a pescadería. En la actualidad funciona como mercado de abastos en la barriada García Escámez. 
 
01 - Recova vieja 1851-1 Custom
 
La Recova Vieja (1851)
 
         
          El edificio -la Recova Vieja-, obra del arquitecto Manuel de Oráa, que recibió el apelativo de Palais Royal, por su calidad y belleza, fue restaurado a finales del siglo XX, siendo utilizado como recinto deportivo y para celebrar bailes. Actualmente alberga la Sala de Arte La Recova, y las dependencias municipales del Organismo Autónomo de Cultura y Patrimonio.
 
 
          El Mercado Nuestra Señora de África, la Recova de Santa Cruz de Tenerife, comenzó a edificarse el 5 de agosto de 1942, en el barrio de las Cuatro Torres, muy cerca de las antenas que se usaban para la telegrafía sin hilos.
Paralelamente se construiría el puente Serrador que, a la vez que prolongaba hacía el Sur la calle Valentín Sanz, salvando el cauce del barranco de Santos, lograba un nuevo punto de contacto con el barrio de El Cabo.
 
          El edificio del Mercado se pudo llevar a cabo gracias al 1.500.000 de pesetas que aportó el Capitán General Ricardo Serrador Santés, con dos condiciones: que las obras se ejecutaran en el plazo de seis meses, y que un representante del Mando Económico de Canarias las fiscalizara y supervisara. El proyecto de construcción fue realizado por el arquitecto Enrique Marrero Regalado, la dirección de la obra estuvo a cargo del arquitecto municipal Enrique Rumeu de Armas, y fueron ejecutadas por la empresa Entrecanales y Távora.
 
          El edificio que se levantó fue impactante, ya que su disposición le confiere una personalidad singular, constituyendo una seña de identidad de la Ciudad, motivo por el que fue declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de monumento en 2004. Desde el arco de entrada, de ocho metros de radio, hasta la torre, de estilo mudéjar, todos los espacios giran en torno a la Plaza Mayor, de manera que los tres patios se comunican por galerías apoyadas en arcadas, en la que se distribuyen los puestos de venta, destinados a carnes, pescados, frutas, verduras y mercaderías en general.
 
          Aunque en el contrato se hacía hincapié en que el edificio había que terminarlo en seis meses, motivo por el que se establecieron tres turnos que trabajaban las 24 horas, no fue entregado al Ayuntamiento hasta el 24 de noviembre de 1943. Aunque no se cumplió el tiempo estipulado, los 18 meses que tardó en construirse pueden considerarse una auténtica proeza, dada la escasez de materiales. 
 
          El acto de inauguración fue presidido por el capitán general Francisco García Escámez e Hiniesta -el general Serrador había fallecido el año anterior-, al que acompañaban el alcalde accidental, Joaquín Amigó de Lara, y las primeras autoridades civiles y militares de la provincia. Las instalaciones fueron bendecidas por el obispo de la Diócesis, fray Albino González Reigada.
 
4-Recova y puente Custom
 
Puente Serrador y Mercado (1944)
 
 
          El Mercado recibió el nombre de Nuestra Señora de África, en recuerdo a la onomástica de la esposa del General, mientras que al puente se le denominó Serrador en honor al artífice de la obra, colocando cuatro efigies de león en sus extremos, en conmemoración de la gesta que había llevado a cabo en el Alto de los Leones, de la Sierra de Madrid. 
 
          A partir de este momento, en los alrededores del Mercado, el Ayuntamiento comenzó a derribar las casas que obstaculizaban la fachada principal, demolió las ciudadelas que existían en la fachada del naciente, pavimentó la nueva vía por la que se accedía a los frigoríficos, etc. 
 
          Al principio, como los puestos eran rotativos y eventuales, los vendedores no tenían un lugar fijo; además, muchas personas venían a vender sus productos desde distintos puntos de la isla, instalándose en “la explanada”, actual Centro Comercial La Recova, en la calle del Humo, espacio que hoy ocupa el Instituto de Enseñanza Media, etc.
 
          En aquellos años, la mayoría de los productos se tenían que vender el mismo día, ya que la carne y el pescado se conservaban en hielo, hasta que se instalaron las cámaras frigoríficas en el semisótano, en 1957.
 
          Al principio de los años 60 se inauguró el sótano, que hasta ese momento cumplía la misión de almacén, lo que daría lugar a que se ampliara el cupo de puestos comerciales, que en la actualidad ronda los 300. 
 
          Durante estos 75 años, hasta tres generaciones de recoveros han regentado sus puestos en el Mercado, siempre tratando a la clientela con amabilidad y cortesía, hasta estrechar lazos de verdadera amistad. En este colectivo se palpa un ambiente de compañerismo, aunque todos presuman de vender los mejores productos frescos y de gran calidad.  
 
          En sus instalaciones, modernas y renovadas, además de los típicos establecimientos en los que podemos encontrar frutas, verduras, carnes, pescados, congelados, aves de corral, salazones, conservas, charcutería, panadería, pastelería, queserías, lácteos, pastas, flores frescas, especias, etc., también existe una excelente oferta gastronómica, sobre todo de productos típicos; es decir, chicharros fritos, tollos, chocos, papas arrugadas con mojo picón, etc., todo ello acompañado de un vasito de vino del país, y un “barraquito”.
 
          Anexo al Mercado existen 32 casetas, en la denominada Rambla Azul, en las que se ofertan artículos de bazar, menaje para el hogar, ropa, complementos, calzado, artesanía, libros, etc.
 
          En el patio central están instalados varios quioscos que venden flores de temporada, plantas en macetas, etc., dándole una  bella y pintoresca imagen a la entrada del Mercado. 
 
          En este lugar, dentro de una urna de metacrilato, se ha expuesto la maquinaria del primer reloj que estuvo instalado en  la Torre del edificio (1943-2004), fabricado en Vitoria-Álava (España), y que continúa funcionando de la misma manera que antaño, con un sistema motriz de pesas, con remonte eléctrico.  
 
          En la entrada al Mercado se exponen dos esculturas que simbolizan nuestras tradiciones: La Lechera, realizada por el escultor Guzmán Compán y Zamorano, y Homenaje al chicharrero, obra del tinerfeño Javier Murcia Trujillo. 
 
          La administración del Mercado dependía del Concejal encargado del mismo, quién tenía  a su cargo a varios empleados municipales para llevarla a cabo. Entre ellos recordamos a Paco Poleo, Ángel Bacallado, Manuel Sierra, Miguel Ángel y Tomás.
 
          Desde el 1 de julio de 1995, la Cooperativa que gestiona todos los negocios del Mercado, tanto las demandas de los clientes como las necesidades de los recoveros, presidida por Estefanía Hernández Ramos, ha logrado conseguir un elevado grado de calidad y excelencia, a la vez que han dinamizado las instalaciones ofertando una serie de actividades culturales, educativas, deportivas, de salud y bienestar social.   
 
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