Por los 220 años de la Gesta del 25 de Julio de 1797

 
Por Carlos Hernández Bento (Publicado en el mejicano Diario de Colima el 23 de julio de 2017).
 
 
 
           Amigos lectores de México, les explico un poco para ponerles en situación:
 
         Entre el 22 y el 25 de julio de 1797 los ingleses encabezados por una escuadra comandada por Horacio Nelson, héroe nacional recordado en la columna de la Trafalgar Square de Londres, intentaron la conquista de la isla canaria de Tenerife perteneciente a España. Fue la única vez en su casi impecable historial que perdió dos cosas de un golpe: su brazo derecho y lo que más aún le dolió: una batalla, ya que no volvería a perder otra.
 
          Entre algunos canarios de hoy se ha extendido un “simpático” rumor que dice que había que haber dejado entrar a Nelson sin oposición alguna y que así hoy en día seríamos británicos (Brexit incluido), que hablaríamos inglés sin ir a clase y otros malos chistes por el estilo. Olvidando lo más importante: que deben la existencia de sus propias personas a que todo ha ido ocurriendo como ha ido ocurriendo (con lo bueno y con lo malo); que la gente que hoy habita las islas es producto directo de su historia; que cada uno de nosotros es un milagro de la genealogía y la genética; y que necesitamos de todos y cada uno de nuestros antepasados para existir. Esto último es ciencia… lo demás son elucubraciones. Es por eso que en 2016 por estos días publiqué el siguiente texto en mi facebook (Carlos Fernando Hernández Bento) que paso a mostrarles ahora:
 
 
¡VUELVE POR DONDE HAS VENIDO, FORASTERO! (Tenerife, Julio de 1797).
 
          "... Los horrores de la guerra que recaerán sobre los habitantes de Tenerife deberán ser imputados por el mundo a vos, y a vos únicamente, pues destruiré Santa Cruz y las demás poblaciones de la Isla por medio de un bombardeo..." (HORACIO NELSON).
 
          Vista la violenta carta que los ingleses habían escrito para intentar amedrentarnos y obtener sin esfuerzo alguno su botín... Díganme, amigos... ¿Qué hubieran hecho ustedes de haber vivido ese momento histórico con las naves de Nelson en el horizonte?
 
          ¿De verdad que abrirles la puerta e invitarlos a tomar el té? ¿Dejarles poner las botas en el sillón de la sala y que hicieran en tu casa lo que les viniera en gana?... Pues todavía corre por ahí una gracieta que dice que era mejor haberlos dejado entrar... (¡Dale que dale con la cansina ocurrencia!)
 
          Lo primero de todo es que "nosotros" no seríamos "nosotros, pero más rubitos y altos". ¡Olvídenlo! Se hubieran roto todas las cadenas genéticas. Dicho de otro modo, aquí viviría otra gente. No existiríamos. ¡Caput!
 
          Lo segundo, y más importante de todo, es que haberles hecho un "pase, usted" sería lo mismo que tener la dignidad, no en la cabeza, sino al otro extremo de la espalda.
 
          Ahora bien, cada uno que piense lo que crea conveniente... ¡Faltaría más!... Pero yo lo tengo muy claro. En un momento así es mejor recibir de frente, nunca de espaldas... Por lo que pudieran hacer con tu dignidad.
 
          ¡Viva el 25 de julio y todas las veces que los piratas mordieron el polvo en las playas canarias! ¡A tomar viento con sus naves!
 
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