Ambición y noble furia (Crítica al libro "1743. La Royal Navy en Canarias")

Por Agustín E. Díaz Pacheco  (Publicado en La Opinión el 30 de mayo de 2014).

 

          La constante y rapaz ambición de varios Imperios europeos ha quedado históricamente bien registrada. Dicha labor llevada a cabo por numerosos historiadores y escritores, casi siempre coincidentes en el creador que, partiendo de una ficción, la transforma en Historia, o el de quien desde la Historia consolida la ficción. Es el caso de Carlos Fernando Hernández Bento, nacido en San Sebastián de La Gomera, licenciado en Derecho y en Historia del Arte, bibliotecario y escritor. Su tenaz y buen quehacer deja constancia en: 1743. La Royal Navy en Canarias. En él indaga respecto a la resistencia gomera y posterior derrota de Charles Windham en la isla colombina, y también otras acciones suyas en Canarias.

          Prologado por la profesora Gloria Díaz Padilla, las 195 páginas que componen dicho libro desprenden maestría. No hay lugar para la ambición, tan frecuente en el universo literario, quedando patente el logro de divulgar rigurosa y notablemente una confrontación. Ya en la portada consta una demostración de alegórica elegancia (Defensa de La Gomera, José Mesa, 1780), refrendando su contenido una larga y convincente tarea. Lejos de fáciles triunfos de cera, este autor sabe aproximarnos la presencia de Windham en Canarias. Destaca, una vez más, la solvencia narrativa así como la capacidad descriptiva de un historiador y escritor que contactó audazmente con el Reino Unido para contrastar imprescindibles datos. Obviamente, puede aprehenderse notoriamente el ataque británico dirigido por Windhan contra San Sebastián de La Gomera, y fruto histórico-literario, de infrecuente coraje intelectual, el autor del libro que procede (páginas 93-132) a darle relevancia a un importante hecho presente en la Historia de Canarias.

          El ataque británico comenzó a insinuarse al anochecer del 29 de mayo de 1743, cuando desde Chipude y luego Vallehermoso son oteados los navíos de línea HMS. Monmouth, al mando del capitán Charles Windham, y el HMS. Medway, capitaneado por George Cockburn, dotado de 880 hombres –unos 300, adiestrados royal marines– y 130 cañones, respectivamente, incorporando en calidad de prisioneros a los 125 componentes de la fragata corsaria francesa Saint Michel, con sus 24 cañones, cubriendo la marinería británica el gobierno de la gala fragata corsaria. Los dos primeros navíos, preparados para el fuego cruzado, y de frontal aproximación la fragata. Ya desde el anochecer del 29 de mayo, mediante el silbo gomero, quedarían alertados bastantes isleños. Al día siguiente, el HMS. Monmouth suscitó una alerta bien atendida por los milicianos gomeros. Denodados pero infructuosos los intentos británicos, luchándose hasta el día 8 de junio para luego retirarse las fuerzas británicas. Importantísimo destacar que el libro 1743. La Royal Navy en Canarias es obra de un más que prometedor historiador, suponiendo toda una excelente aportación.

 

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