La Torre de San Andrés (Fortificaciones de Tenerife - 8)

 
Por Alastair F. Robertson  (Publicado en Tenerife News en su número 482 – 23 de agosto a 5 de septiembre de 2013). Traducción de Emilio Abad.
 
 
            Vamos a saltarnos Santa Cruz y tomar cualquiera de las guaguas de las líneas 910, 945, 946 ó 947 que llevan al Castillo de San Andrés o la Torre Rota.
 
         En 1706 se construyó San Andrés, de plata circular y la más alejada de las defensas de Santa Cruz, artillada normalmente con 6 ó 7 cañones. En tres ocasiones el fuerte fue seriamente dañado por las riadas del cercano barranco; la primera ocurrió en 1740 y la siguiente en 1769, cuando la restauración correspondiente le llevó a recibir el nombre de castillo. En 1878 fue desartillado, y posteriormente, en 1896, los cimientos de la torre fueron socavados, lo que ocasionó que se partiera por la mitad, pero esta vez ya no fue reparada. Finalmente, en 1924 se declaró inadecuada para fines militares. Sorprendentemente, la torre no fue demolida para utilizar sus restos como materiales de construcción,  y así permanece  a fecha de hoy, como una ruina romántica.
 
San Andres 2 Custom
 
 
          Visitar el interior del Castillo de San Andrés es una experiencia emocionante. Es penoso contemplar sus retorcidos y derribados muros, que cayeron y se rompieron hace tanto tiempo, incrustados y desaparecidos en el terreno. Tristemente, este destrozado superviviente se encuentra abandonado. Entre los hierbajos y los restos de botellas, latas y cristales rotos aparece incluso un montón de cascotes originales. Las bisagras de la puerta de entrada se han agarrotado, dejándola a medio abrir y medio cerrar, como preguntándose si la Torre de San Andrés está oficialmente abierta al público o no. Con un poco de trabajo, quizás hasta voluntario, para limpiar el recinto periódicamente, se podría mantener esta fortificación en el honroso estado que se merece.
 
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