Coyuntura (Puerta y puerto - 161)

Por Rafael Zurita Molina (Publicado en el Diario de Avisos el día 21 de septiembre de 2014

         

          Al volver a este espacio de opinión, de por sí subjetivo, dejando atrás los descansados nueve domingos veraniegos, es normal que recurra a la tan socorrida expresión “parece que fue ayer”. Lo es desde el momento que regreso a esta página que trata sobre el plural dinamismo del puerto, que es constante, integrada en el consolidado suplemento dominical Economía&Servicios.

          La ausencia de esta columna durante las establecidas fechas de verano no fue óbice para que uno haya seguido atentamente el devenir del dispositivo portuario de Tenerife, advirtiendo que en la actualidad se muestra razonadamente favorable. Tal impresión se sustancia en un artículo editorial del DIARIO, publicado el domingo 3 de agosto, del que cabe destacar ciertos párrafos que afirman su ancestral importancia. Se resume en unas limitadas escogidas líneas. En las primeras, subraya lo incuestionable. Sobre la dependencia del desarrollo económico con la actividad comercial, al disponer de una salida al mar como valor estratégico, se manifiesta que “las ventajas son evidentes: pueden transportarse viajeros y mercancías favoreciendo a la vez al comercio y al turismo. La condición geográfica de Canarias cobra aún más relevancia”. La proximidad a Europa y África Occidental, así como los vínculos históricos con América, son los ingredientes perfectos para vigorizar la actividad portuaria.

          Los párrafos posteriores, abreviando al máximo, refieren al actual “vertiginoso incremento” del tráfico del puerto tinerfeño, como son el transporte de mercancías y los beneficios inherentes a la estadía de las plataformas petrolíferas en los muelles. El artículo concluye con algo tan elemental como decir que “para que funcione todo este engranaje logístico se necesita valentía empresarial.

          Al respecto, aplicando a la palabra “valentía” las acepciones de esfuerzo, aliento y vigor, me hacen retroceder un par de años para reproducir ahora, en esta columna, algunos razonamientos que entonces expresé con el título Emprendedores. Así, con la debida concisión, decía que en estos tiempos que vivimos gozan de especial consideración aquellas personas que se deciden a emprender una obra o negocio. Atendiendo a ciertas posiciones pesimistas, argüía que lo más necesario y lo que reclama el puerto de Tenerife es el decidido compromiso y atención del mundo empresarial, además de los diferentes agentes que activan su maquinaria logística.

          Regresando a la actualidad del puerto en su aspecto más favorable, reproducimos unas líneas del periódico El Día (21.8.2014) debidas al amigo Víctor Morín. Expresa que “en el momento presente, de ligero optimismo, es el fruto del trabajo de estos años, en los que desde la Autoridad Portuaria se ha elaborado y puesto en práctica una estrategia comercial con el fin último de situar a Tenerife en el mapa internacional de la actividad portuaria. 

          ¡Que no se apague!

 

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