8 de mayo. Día Mundial de la Cruz Roja

Por José Méndez Santamaría  (Publicado en La Opinión el 8 de mayo de 2013).

 

          La Opinión de Tenerife, el pasado día 5, insertó en sus tres primeras páginas, portada incluida, un magnífico reportaje gráfico y literario sobre la celebración del Día Mundial de Cruz Roja en las Asambleas Locales de Garachico e Icod de los Vinos, que merecen todo nuestro mejor reconocimiento. Felicidades.

          No cabe duda que la labor del ginebrino Jean Henry Dunant Colladon, fundador de la Cruz Roja, que nació un 8 de mayo de 1828, ha tenido un enorme éxito en el mundo entero y nadie pensó que llegara a extenderse de la forma que lo ha hecho.

          Se dijo que: "Fue Henry Dunant el Apóstol de los heridos de la vida y de los enfermos del Alma".

          Fue Premio Nobel de la Paz dos veces. En 1901 compartido con el francés Pasyy y en 1917, durante la primera guerra mundial, recibió el segundo.

          En Tenerife, funcionan casi dos docenas de Asambleas Locales. En España nace oficialmente el 2 de julio de 1863. Va cumplir los 150 años. En Las Palmas el 2 de abril de 1874 y se le atribuye su fundación al Dr. don Víctor Grau-Basas y Más, aunque él figura como secretario y el presidente fue don Domingo José Navarro.

          21 de agosto de 1895. Acta de Constitución en Santa Cruz de Tenerife siendo su presidente don José Ruiz Salas y el Secretario don Ezequiel Mandillo.

          Este año que corre cumplen 115 años en nuestra provincia las Asambleas: San Cristóbal de La Laguna, 1 julio 1898. La Orotava, el día 2. Puerto de la Cruz, el 3. Icod de Los Vinos y Garachico el día 4 y el 18 de diciembre Granadilla.

          En Valverde de El Hierro hay noticias de que en este año de 1898, ya había una Subcomisión pero no tenemos aún datos exactos.

          Por tanto esta Institución, ahora llamada ONG, es la más antigua del Mundo dentro de las miras que llevan todas ellas: hacer el bien al prójimo.

          Y ahí está la labor de un sin fin de hombres y mujeres anónimos que han intentado mitigar el dolor ajeno, llevando el consuelo a los hogares y un trabajo callado y altruista totalmente, social y encomiable.

          Seguimos felicitando a este ejército de buenos y beneméritos voluntarios, que ponen por delante su vida en peligro por salvar a los de los demás.

          El hacer un digno y fiel panegírico de toda la historia de Cruz Roja, aunque sea a nivel provincial llenaría todas las páginas de este diario.

          Y como decimos siempre que podemos, hágase socio y voluntario de Cruz Roja.

          Nos viene a la memoria uno de los antiguos lemas de la Institución: Ayudar a la Cruz Roja es protegerse a sí mismo.


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