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SANTA CRUZ DE TENERIFE. Real Casino de Tenerife

Autor: José Manuel Ledesma Alonso
Publicado en El Día el 19 de octubre de 2025.

          La primera sociedad recreativa y cultural de Santa Cruz de Tenerife, denominada Centro de Lectura y Recreo, fue fundada en 1840 por cincuenta y dos comerciantes y terratenientes de esta ciudad. En ella celebraban tertulias, leían la prensa y obras literarias, y participaban en los juegos no prohibidos por las leyes.

          Esta iniciativa, llevada a cabo en una ciudad de 8.227 habitantes, en la que aún no predominaban las manifestaciones culturales, pues el 80% eran analfabetos, demostraba los síntomas del crecimiento económico y social que comenzaba a tener la recién nombrada Capital de la Provincia única de Canarias (1822-1927), donde se encontraba la Capitanía General y estaba el Puerto más importante del Archipiélago.

          Su primera sede se ubicó en una sala de la casa nº 4 de la Plaza de La Constitución, haciendo esquina con la calle Candelaria. Diez años más tarde, un incendio les obligaría a trasladarse a la casa colindante, la nº 2 de esta Plaza, donde disponían de salones para celebrar bailes y salas de lectura, tertulia, juego de cartas y de billar. También la dotaron de un piano, dos telescopios y dos anteojos.

          El emplazamiento elegido no podía ser más estratégico, pues estaba situada en la Plaza de la Constitución, donde se celebraban los principales acontecimientos civiles, militares y lúdicos, tenían sus viviendas las personas más importantes de la ciudad, y estaban instalados los principales hoteles y las mejores tiendas, bazares y cafés (Atlántico, British, La Peña …).

         A los veinte años de su fundación (1860), sus 200 socios deciden denominarlo Casino de Santa Cruz de Tenerife, y alquilan el entresuelo de la Casa Villalba, situada en el nº 11 de esta Plaza, aunque con entrada por la calle La Marina nº 1, pues la puerta que daba a la citada plaza era utilizada por el Hotel Internacional, que ocupaba los pisos superiores del edificio.

         En 1895, gracias a la prosperidad de la que gozaba la Sociedad, ocuparían todo el edificio, dedicando el entresuelo a los juegos de cartas y local de lectura, la planta baja para la tertulia diaria y distintos deportes, y en la parte alta el gran comedor de gala y el gran salón de baile, donde nueve ventanales daban a la plaza de la Candelaria.

         Con el fin de construir un nuevo edifico que abarcara toda la manzana, en la Junta General del 17 de diciembre de 1911, se aprobó comprar las casas números 3 y 5 de la calle La Marina, y las casas números 1 y 3 de la calle Bethencourt Alfonso; aunque, habría que esperar hasta 1929 para comenzar a levantar la crujía situada frente al mar, debido a la I Guerra Mundial, y hasta 1932 para para completar la obra pues hubo que derribar el antiguo edificio del Casino; entretanto, la vista al mar había quedado completamente despejada, al haber demolido el castillo San Cristóbal, en 1928.

         Su inauguración, celebrada el 4 de mayo de 1935, constituiría una efeméride social en la Isla, pues al baile de gala asistieron dos mil invitados, entre los que se encontraban las primeras autoridades de la Isla.

El edificio

         Esta construcción monumental, con un exterior ecléctico y el interior racionalista, con las dos fachadas principales dirigidas a las Plazas de la Candelaria y de España, y las otras dos a la calle Bethencourt Alfonso y al Callejón del Peligro, fue proyectado por el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre, de manera que cumpliera las funciones de local social y edificio comercial, cuyos alquileres permitirían mantener saneada la economía de la Sociedad. El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1982, en la categoría de Monumento.

         El Hall del edificio de doble altura, que permite la existencia de la entreplanta, tiene la significación que el Real Casino ostenta en esta Ciudad, estando presidido por un gran óleo sobre lienzo, del pintor José Aguiar García, titulado Alegoría del mar y la Tierra. Desde aquí se distribuye el acceso a las distintas dependencias de la Sociedad, a través de una gran escalera de honor, de trazado imperial, y dos ascensores. Al fondo, otra escalera conduce al restaurante Marina, con grandes ventanales hacía el exterior del edificio. Además, aquí se encuentran la conserjería y los servicios de señora y caballero.

         En la entreplanta, además del salón Miguel Duque, donde tiene lugar la recepción de autoridades, también existen salas de proyección, billar y bridge, y otras estancias en las que se llevan a cabo cursos de pílate, informática, pintura, etc.

         La planta segunda la conforma el Gran Salón, de doble altura, con vistas a la Plaza la Candelaria, Plaza de España, y la calle Bethencourt Alfonso. Tiene una superficie de 844 metros cuadrados y capacidad para 2.000 personas. Su estructura se puede compartimentar, de manera que su centro forma un gran espacio multiusos en el que se pueden celebrar conferencias, conciertos, exposiciones, presentación de libros, actos culturales, bailes, etc., mientras que el resto puede utilizarse como restaurante, salón de recreo, etc. Sus paredes están decoradas con un gran mural -Alegoría del mar- pintado por Néstor Martín Fernández de la Torre, en 1935.

         En la planta tercera se halla la Administración, el despacho del Presidente, la Sala de Juntas, la Biblioteca, y el Salón Presidente, donde se exponen las fotografías de todos los rectores que ha tenido esta Sociedad.

         La azotea, transformada en terraza en 1955, y decorada por César Manrique, dispone de un espacio para restaurante y una pista de baile, pues ofrece una excelente panorámica de la cordillera de Anaga y el Puerto de Santa Cruz.

Labor Socio-Cultural

          El Real Casino siempre ha estado abierto a las manifestaciones culturales y recreativas que se celebran en la Ciudad, por lo que en sus dependencias se desarrollan ciclos de conferencias, audiciones musicales, exposiciones artísticas, presentación de libros, etc. Su biblioteca, con más de 10.000 volúmenes, cuenta también con revistas, publicaciones y periódicos, incluso en lengua inglesa.

         Entre las obras de arte que se exponen en las distintas dependencias, existen 39 cuadros de las firmas más representativas de la plástica canaria, los cuales han sido declarados Bien de Interés General, en la categoría de Bien Mueble, según decreto del Gobierno de Canarias, del 16 de mayo de 2006.

         El Real Casino siempre ha sido el buque insignia de la vida social de Santa Cruz Tenerife, pues sus puertas han estado abiertas a las personas ilustres que nos han visitado, dejando su reconocimiento en el Libro de Oro de la Entidad.

         Por ello, a lo largo de su Historia, el Real Casino ha sido distinguido con la Medalla de Oro, otorgada por el Gobierno de Canarias. Medalla de Oro de la Isla, concedida por el Cabildo Insular. Medalla de Oro de la Ciudad, entregada por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Santiago de Tenerife. Y ha recibido el Titulo de Real, otorgado por don Juan Carlos I, el 12 de noviembre de 2009.

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