In Memoriam. A Domingo Álvarez siempre lo cubrió un manto de exquisita modestia
Autor: Antonio Salgado Pérez
Publicado en el Diario de Avisos el 6 de mayo de 2025
En los albores de la década de los 80 del pasado siglo, Radio Juventud de Canarias venía ocupando, de forma provisional, algunas dependencias de la Comandancia de Marina de Santa Cruz. Fue allí donde Enrique Agulló, el de la voz profunda y contundente, nos dijo, señalando a un jovencito que tecleaba una Underwood: “Mira a una futura figura de la radiodifusión deportiva. Su forma de trabajar, siguió diciéndonos, es distinta a la de los demás compañeros. Su perseverancia, sus modales y estilo de comportamiento me ha llamado mucho la atención”. ¿Quién es?, le preguntamos a Quique Agulló, que por aquel entonces desempeñaba cargos de responsabilidad en aquel popular medio de radiodifusión. “Se llama Domingo Álvarez”, nos contestó.
Nosotros conocíamos su incipiente voz radiofónica, así como su firma periodística, en comentarios sobre balonmano y hockey sobre patines; por esto Agulló nos lo presentó.
Quique, que hace mucho tiempo nos dejó para siempre, era una voz privilegiada de las ondas. Y no se equivocó en su prematuro pronóstico pues aquel jovencito de rostro atezado y de esporádica sonrisa, empezó a escalar los peldaños más acreditados del deporte español, de forma muy especial en las parcelas de futbol y baloncesto, donde sus amplios conocimientos y su innata fibra de comentarista radiofónico le hicieron acreedor a su presencia en todas aquellas manifestaciones del músculo, léase eventos internacionales, mundiales y olímpicos.
Nos enorgullecía escuchar su timbrada e inquebrantable voz isleña desde los puntos más variopintos del universo. En facetas tan difíciles de manejar jamás le vimos alterado ni proclive a la polémica de mostrador.
Aparte de sobresalir en estas destacadísimas cotas, la grandeza de Domingo siempre estuvo en que ocultó su enjundia bajo un manto de exquisita modestia.
Junto a la sonrisa y el gracejo de la competente Maite Castro, Domingo Álvarez Febles, con una elegancia especial y peculiar estilo formaron, durante dieciséis años, un dúo inolvidable en aquellas “Galas del Deporte”, escenificadas en un abarrotado Teatro Guimerá, bajo la inconfundible batuta organizativa de Pablo Afonso Corona, que siempre se sintió apoyado por los presidentes Juan Quintana y Agustín Arias.
Permanentemente estaba al pie del cañón. Y respondía personalmente desde su teléfono fijo o del móvil para escuchar nuestras sinceras felicitaciones tras acceder, por méritos propios, a los más altos cargos de su profesión mediática.
La última vez que nos saludamos fue en los alrededores de La Salle, junto a su esposa Rocío Celis, otra figura de la pequeña pantalla. Y con ambos aquel precioso perro labrador, que ahora, en vano, esperará y esperará a que su cariñoso y afable dueño le saque a pasear.
Su nombre, Domingo Álvarez Febles, nos gustaría verlo algún día en una calle, en una plaza o en un paseo de nuestra capital.