Gladys de Armas: la memoria y la imaginación sirven al arte
Autor: Joaquín Castro San Luis
Publicado en el Diario de Avisos el 14 de abril de 2025
La pintora canaria, integrante de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, posee una pincelada certera, a la vez que captadora de la impresión, con la que obtiene resultados intensos.
Me encuentro ante una mujer de la cultura. Artista y profesora, por el estudio de Gladys de Armas han pasado cientos de alumnos. De pequeña creía que la música iba a ser su medio de expresión artística. En su época de Venezuela aprendió a tocar la mandolina y estudió música en Caracas. En la misma capital realizó los estudios universitarios de Magisterio, que termina en 1963. A su regreso a Tenerife continúa su preparación pictórica en la academia de pintura de Néstor Santana hasta 1988.
Su preparación continúa en la Escuela de Artes Aplicadas Fernando Estévez, en su sección de Escultura, que termina en 2000. En 1987 expone en la desaparecida sala de arte y cafetería El Andamio, en la calle Serrano de la capital tinerfeña. Fue su primera muestra. Su interés le llevó a realizar diversos talleres. En uno su tutor fue el escultor Medín Martín, en otro aprendió de Lilia Martín. Ya en 1988 había expuesto en la Casa de la Cultura de Arona y en el Castillo de Paso Alto. A partir de ahí no para de exponer. En 1990 recibe su primer premio de pintura, nada menos que el Oscar Domínguez, que le conduce a mostrar sus obras en la Feria del Lago Mayor de Novara, en Italia.
Gesta del 25 de Julio
Dos de sus dibujos han dado lugar a sendas placas, La campesina de San Andrés y Las aguadoras de Santa Cruz, que se encuentran situadas en el Club Náutico de Tenerife y en Paso Alto, lugares del desembarco de las tropas de Nelson en 1797. Los originales podemos verlos en el Museo Militar de Almeyda.
Gladys no es ajena a la ayuda humanitaria. En 2007 expuso en la ermita de San Miguel, en La Laguna. Parte del dinero obte nido fue destinado a la Funda ción María García-Estrada.
«Pasé de la música a la pintura, aunque de niña en Caracas me ilusionaba tanto una cosa como la otra», me explica cuando le pregunto por sus comienzos. «Al llegar a Tenerife, seguí mis estudios con el pintor y profesor Néstor Santana, aprendí mucho con él. Ya después, a partir de mi formación en la Escuela Fernando Estévez, me lancé al ruedo con diversas exposiciones, en la Sala MAC, en el Liceo de Taoro … , también colaboré en la restauración del teatro del Círculo de Bellas Artes e incluso me aventuré a salir a América, a los museos de Juárez y Querétaro, en México. Fue una experiencia inolvidable», detalla. Han sido muchas las muestras pictóricas colectivas e individuales en las que ha participado. Una de las últimas, en el Museo Antonio Segovia Lobillo, en Málaga.
Siempre se sintió interesada por la victoria del general Gutiérrez frente a las tropas de Nel son. «Los miembros de la Tertulia Amigos del 25 de Julio conocieron los dibujos que había realizado con motivo de esta hazaña», comenta, «y pasé a formar parte de ella». «Además de los dibujos originales que están en el Museo de Almeyda, hay otro, titulado Nelson herido, que ha sido grabado y está situado a la entrada de los cimientos del Castillo de San Cristóbal. Un cuarto dibujo, El cañón Tigre, también a plumilla, se encuentra situado en el mismo lugar.»
Al citado premio Óscar Domínguez se suman otros reconocimientos, como el del Cartel del Carnaval que promocionaba Titsa, en 1993, o los de los ayuntamientos de Arona y de Teror. «Mi obra está presente en Madrid, en Londres, en Caracas, en Roma, en México y en París».
Una obra literaria
Gladys de Armas es una artista inquieta, cuya obra ha sido valorada dentro y fuera de las Islas. En una de sus exposiciones manifesté que en sus cuadros hay pincelación certera, a la vez que captadora de la impresión, cuidando las sombras, con las que logra resultados intensos. Jerónimo Saavedra afirmó, en una muestra en el Hotel Aguere, que su pintura «es literaria, con una historia detrás que se intuye casi escenográfica; con colores muy centroeuropeos, o a lo mejor sea el olor a Kafka».
Pintora con una filosofía propia, siente afinidad por el surrealismo, por exprimir la memoria y la imaginación. Sus experimentos artísticos siempre le han valido para desarrollarse y crear.
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