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El cordón umbilical

Autor: Juan Manuel Valladares Expósito
Comunicación en Radio Muelle el 25 de junio de 2025

          Cuando la naturaleza de nuestros padres nos pone en el mundo se asegura que nos quede un recordatorio de que alguna vez hemos sido parte de nuestra madre portadora de la simiente de nuestro padre. Y al tal nexo lo llamamos cordón umbilical que, ya cumplido su objetivo, nos queda como recuerdo en esa zona tan simpática objeto de predilección de cuantos aman su propio ser y pensar dándose al vicio nefasto de mirarse el ombligo ignorando cuanto hay en su entorno.

          Pero bueno será si encontramos algún texto en la tan manoseada Biblia para resolver si por la presencia de ese cordón no vamos a ser nunca culpables de nuestros actos y siempre serán nuestros ancestros los culpables de nuestros fallos. Manía ésta en la que han caído, y caen, muchos gobernantes, historiadores y filósofos que en cuanto huelen la culpa propia se buscan un antepasado para cargarle el mochuelo. Vayamos al texto bíblico y para mi tranquilidad me lo aclara un profeta, casualmente con el mismo nombre que mi amigo en esta Radio Muelle. El homónimo es el profeta Ezequiel que dice algo así…“El hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo”. Y lo dejo en esta escueta cita, porque la Biblia está llena de muchas sentencias apoyando a este profeta del exilio babilónico y tenido como profeta mayor. Cuando se habla desde casa se pueden decir muchas obviedades, pero desde el exilio todo el mundo se pone estupendo . Aprovechando este rio que pasa por mi escritorio, como pasa el Pisuerga por Valladolid, les cuento que en algunos años, algo mas mozos que los actuales, tuve la tentación de estudiar algún texto bíblico en su lengua original. La experiencia no me duró mucho, porque ya no era hora de deformar labios y dientes intentando pronunciar palabras que en román paladino eran de dulce sonido, ni de dibujar gusanitos, con el mayor respeto para el alfabeto hebreo (que alef y bet sean sus primeras letras ya nos da una pista del nombre del resto). Les pongo solo como ejemplo en lo que quedaba el nombre Ezequiel. Tal que así, “Yeheskel” como se podría escribir, pero la pronunciación endiablada no se parecía en la versión docente a nada de lo que saliera de mis labios.

          Consultado el caso con un buen amigo, ya fallecido, Académico de la Lengua Española, éste me alumbró, o yo creí entender, que alguna dificultad debió de haber en tiempos pasados cuando los propios hijos del pueblo judío acabaron traduciendo sus libros al griego para una mejor lectura y difusión. Hay que tener valor en algunos pueblos para rescatar las lenguas de sus ancestros y que cualquier apasionado filólogo, ante la nula presencia de muestras habladas, pretenda reproducir sonidos que se oyeron en los tiempo de Juba o Sansón. Los milagros en filología no son frecuentes aunque el hebreo moderno sea uno de ellos.

          Pero volviendo al caso de las acciones de padres e hijos, hablemos ahora de un padre, don Alonso Fernández de Lugo, y de sus hijos que fueron varios habidos en diferentes señoras a las que estuvo unido en santo matrimonio.

          Padre pues: Alonso Fernández de Lugo. Primer Adelantado de Tenerife, del que no vamos a hablar ahora, pero si de sus matrimonios. El primero en Sevilla, por el año de 1475, con doña Violante Valdés, hermana, como ya vimos en anterior ocasión, de la esposa Leonor de don Pedro de la Algaba. Esta señora, Violante, aparece también en la historia como Catalina Xuárez Galinato, un buen lío para genealogistas. En buena lógica empezaremos a dar noticias de los hijos de este matrimonio. A saber Pedro, Hernando y Beatriz, y todos ellos usaron el apellido Fernández de Lugo, aunque a Beatriz solo la vemos usando el apellido de Lugo.

          ¿Qué sabemos de don Pedro Fernández de Lugo, el hijo primogénito de don Alonso? 

         No podemos prescindir de la obra del Sr. Cebrián Latasa y queda muy documentado que este Pedro nació en Sevilla en el mismo año del enlace de sus padres, 1475. Y para refrendo de su existencia, dar algunos textos en las Datas de Tenerife en la obra del Sr. Serra Ráfols Las Datas de Tenerife ( 1978).

                 “Don Pedro de Lugo, hijo del Sr. Adelantado don

                  Alonso Fernándes de Lugo. Doy en repartimiento y vecindad a

                 vos, mi hijo, así como a vecino e conquistador e por

                 los muchos y buenos y leales servicios q. a Sus Altezas fesistesen las dhas. conquistas de las dhas. islas e parte de Berbería e por

                 lo q. faréis de aquí adelante, un herido para engeño de moler

                azúcar en la isla de Sant Miguel de la Palma, en Taçacorte; iten

                vos do con el dho. herido 60 f. de r. por q. fagáis el dho. engeño,

                  en el cual avés de moler las cañas de azúcar q. en las dhas. tas. se

                 criaren. Digo q. por cuanto fuestes empeñado para la conquista

                 desta isla, demás de lo susodho. vos hago donación de las dhas.»

                60 f. 18-XII-1505.

         Y alguna más a título de curiosidad genealógica.

                  Andrés Martín de la Huerta, V0

                Un pedazo de t. de s.

               de 6 f. en la montaña de los carboneros, junto con el camino que

                va a dar a la fuente que dicen del Adelantado y linda con ts. del

               Sr. don Pedro Fz. de Lugo y ts: de los herederos de Batista Escaño.

              Vos las do. 26-11-1521”

          La escribanía inicial tras la conquista aun conserva el original del apellido Escaño, que no usaron sus hermanos Antón, Fernán y Leonor, figurando en escrituras con el apellido Galíndez, que era el de su madre. Fueron los hijos de este Batista Escaño quienes iniciaron el uso del apellido como Ascanio, y que no exactamente era el de su padre Martín de Agorreta Escanio. Y como somos dados a seguir los hilos familiares, el hilo nos lleva a las mejores publicaciones heráldicas, donde Ascanio es siempre nombre, pero nunca apellido, en Italia, pero si que aparece como tal en Navarra, cosa que nos lleva al navarro Martín de Agorreta Escanio (del valle de Ascain). Tras este breve alegato sigamos con nuestro Pedro.

          La vida y milagros de este don Pedro daría para una novela que por ahora no ha encontrado autor, y no será por falta de un buen argumento cuando el personaje está casado con una moza noble sevillana, doña Inés de Herrera, con padres tan rumbosos como fueron don Fernán Peraza, conocido como el Mozo, y Doña Beatriz de Bobadilla. Para que todo quedara en casa, su padre don Alonso, el Primer Adelantado, celebró un segundo matrimonio con doña Beatriz de Bobadilla, o sea con la madre de la esposa de don Pedro. Dejamos para otra ocasión el intento de desentrañar el pleito que hubo de tener con los hermanos de su esposa, hermana de Guillen Peraza e hijastra a su vez del Adelantado. Lo que digo, para toda una novela.

          A nuestro don Pedro se le hicieron pocas las novelescas aventuras en la costa africana a la caza de mano de obra berberisca y, para aumentar los caudales que iban menguando entre tanto pleito y desavenencias con su padre, pidió y le fue concedido por la corona de Castilla el derecho a la conquista de Santa Marta en la actual Colombia. Allí murió pobre y sin posibilidad de retorno alguno, ni a Tenerife ni a Sevilla, por el año 1536 cuando ya tampoco vivía su esposa doña Inés. En Tenerife quedaron su hijos Beatriz de Ayala y Alfonso. De su paso por Colombia nos queda aún el conocido municipio de nombre San Sebastián de Tenerife. Si mi memoria no falla, he leído ese lugar en la obra El amor en los tiempos del cólera de García Márquez.

          Habiendo citado a su hijo Alfonso o Alonso, pediré al Altísimo salud para contarles con detalle como este titulo de Adelantado de Canarias puede haber llegado a las manos de la noble casa de Alba y sus mareas, que son muchas.

          No tenemos muchos datos para hablar del segundo hijo de don Alonso Fernández de Lugo, que pasó a la historia como Hernando Fernández de Lugo, nacido igualmente en Sevilla en 1478 de su padre y su primera esposa, Doña Violante Valdés. Hemos rebuscado en Datas de Tenerife y Acuerdos del Cabildo y solo podemos facilitar estos pocos apuntes extraídos del original por las sabias manos del Profesor Serra Ráfols.

                  “Antonio Osorio, hijo de Juan Osorio. 15 f. de r. para

                 «a<;úquar» en Taoro las cuales eran 6 de don Pedro y 6 de don Hernando, mis hijos, y otras 3 q. son 15 f. las cuales mando q. se

                rieguen por sus dulas y os doy agua para ellas. 22-VII-1503”

          Y con esa escasa información nos vamos a los Acuerdos del Cabildo de Tenerife de los años 1497/1507 como muestra de la presencia de este Hernando, hijo del Primer Adelantado.

         Y encontramos un documento que creo de gran interés, puesto que el Adelantado anuncia su viaje a la Corte por el fallecimiento del Rey don Felipe esposo de la Reina de Castilla, doña Juana, pero deja el gobierno de la isla de Tenerife y La Palma en manos de su hijos Pedro y Hernando, tal y como vemos en la carta de despedida:

                 “Y esta carta mando que se ponga en el regystro del escryvano. Yo me parto de aquí a tres días, en cada navío vos escryviré y en todo lo demás me remyto a mys hijos don Pedro y don Hernando, porque dellos vos ynformareys más largo.”

         La carta lleva fecha de 12 de octubre de 1506.

          Demos una versión cierta y documentada para no dar tregua a la difusión de la historia y en contra de algunos textos legendarios, incluidos a veces en las páginas de sesudos autores, y hablemos de la muerte de don Hernando Fernández de Lugo, y no precisamente en un duelo por amoríos. La gente sana, y me cuento entre ellos, puede caer en la trampa si no vamos a los documentos serios. Valga para ello la cita que hace Viera y Clavijo y de la que solo damos su encabezamiento y parte del texto:                

                XXXII. De la muerte de Don Fernando de Lugo, hijo mayor del Adelantado (fue el segundo) con algunos datos donde consta la muerte de Hernando en las costas de África.

          Estos datos los toma Viera del Nobiliario de Gándara y páginas de Núñez de la Peña.

          Pero muy lejos de la leyenda y de las acertadas palabras de Viera y Clavijo, la más rotunda y documentada historia confirma que don Hernando murió en Berbería en el agosto de 1510, y toda la documentación sobre la expedición y el suministro correspondiente para la misma se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Tenerife, con la cita de los proveedores de la expedición y sus naves.

                    “Fue a Berbería en las naves de Toribio de Baños, Lazaro Gil más la nave comprada a Jorge Báez”

           Con la ida de su hermano Pedro a Santa Marta, más las diferencias de éste por motivos hereditarios con su padre, don Hernando pudo haber sido el segundo Adelantado de Tenerife y La Palma… y sin su fatal viaje a Berbería.

          Nada puedo comentar de la hija tercera de don Alonso, conocida como Beatriz, de la que solo sé que no hubo descendencia y se cita como fallecida entre los años 1510 y 1525. Y extraño sería que, siendo hija del Adelantado, no fuera esposa terrenal, o al menos esposa de Cristo en algún convento lagunero.

           Llegado a este punto, por agotamiento ante tanto parto, dejo en la mente de nuestros oyentes la idea de que sigan la vida y milagros de las hijas del tercer matrimonio del Primer Adelantado con doña Juana de Massieres, dama de la Corte de la reina de Navarra doña Germana de Foix, segunda esposa del don Fernando el Católico, que buscaba un heredero varón hasta debajo de las piedras. Las hijas habidas se llamaron Constanza y Luisa.

          Con la ayuda del Altísimo, y los documentos que guardan nuestros archivos históricos, intentaremos hablar de los restantes Adelantados de Tenerife y la Palma. Por hoy damos descanso a nuestros oyentes y lectores.

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