De Las Casas. Personas, no viviendas.
Autor: Juan Manuel Valladares Expósito
Comunicación en Radio Muelle el 15 de mayo de 2025.
Hoy no puedo iniciar este trabajo sin el recuerdo triste, pero a la vez agradecido, de nuestro compañero en la Tertulia Amigos 25 de Julio John Lucas, que nos ha dejado para ir a las manos del Altísimo. Desde su emocionado recuerdo volvamos a nuestro trabajo.
Creo que es de rigor, y por mi parte lo hago con los mejores deseos, felicitar al Cardenal Prevost elegido como nuevo Pontífice de Roma. Puesto que usará en su pontificado el nombre de León XIV, será bueno que leamos toda la obra del Papa León XIII, de largo pontificado y lleno de consejos, para algunos más políticos que religiosos, y que no siempre van a coincidir con integridad con lo que hoy llamamos progresismo. Recomiendo encarecidamente la lectura de su encíclica Rerum Novarum de mayo de 1891.
Pero nuestra misión es otra y a ella vamos. Cuando se toma el camino correcto y documentado de la historia de Canarias, siempre encontraremos algunas noticias sobre apellidos que aún suenan entre nosotros, y de los que muchos desconocen su procedencia. Siempre hemos creído que la historia realmente documentada tiene tantos visos de ser un campo de agradable lectura como pueda serlo la leyenda. Razón por la que a veces sentimos alguna tristeza cuando, en prensa escrita y publicada cada día en nuestras islas Canarias, algunos toman el camino de las noticias sobre algunos personajes de nuestra historia del siglo XIV y XVI y dan el paso de publicar datos que nunca podrán ser contrastados por la historia, pues siempre fueron obra de la imaginación de algún poeta o cronista de los que “digo lo que digo por que otro que tampoco lo leyó, jamás como historia, así lo dijo. « Y vamos fabricando una historia que nunca tendrá soporte documentado, pero hace feliz al que lo lee.
Con esa intención intentaremos dar en esta ocasión alguna noticia documentada sobre personajes cuyos apellidos suenan entre nosotros desde los más lejanos tiempos de la incorporación de Canarias a la corona de Castilla. Para algunos pudiera ser que incluso en muchos años antes.
Hablemos del apellido Casaus y su variante De Las Casas.
Por su procedencia y antigüedad empezaremos esta aportación con el apellido Casaus. Y una vez mas acudiremos a la obra del Sr. Cebrián Latasa Diccionario de Conquistadores de Canarias. Nada puede asombrarnos que ya encontremos ese apellido Casaus con un origen netamente de origen francés documentado en Limoges y que, como tantas familias, van cambiando sus intereses generalmente económicos a otros lugares. En este caso al reino de Aragón, del que pasarán a Castilla y más tarde, al calor de la Reconquista, ante la invasión del Islam, se ubican en Sevilla en tiempos tan lejanos como el reinado de Fernando III, al que siempre llamará la historia El Santo. Puede hacerse un seguimiento documental de su actividad comercial con las islas Canarias nada menos que desde el año 1393. Contacto comercial que tuvo un gran componente marítimo y que se establece de una forma con evidencia histórica en el reinado del Rey Juan II, con documento de fecha 29 de agosto de 1420 en que el citado rey le concede nada menos que el dominio, como Señor, de las islas de Tenerife, La Palma, La Gomera y Gran Canaria.
En ese documento el Rey Juan lo cita como: Alfons de Casaus de Canaria “que soledes ser llamado Alfon de las Casas”.
Curiosamente, cuando el Rey le concede estos cargos menciona algunas islas, y cita a la isla de “La Grand Canaria e la isla de Tenerife, que suelen llamar del Infierno”.
La correspondiente bula a esta actuación del Rey Juan II fue confirmada por el Papa Martín V en 1420. El documento de esta bula se encuentra en el Archivo Vaticano – Legados lateranenses. Como curiosidad, estos Archivos Vaticanos fueron abiertos al publico por el Papa León XIII.
Puesto que, con esas prebendas y bula papal, las Islas las consideró legalmente suyas, al hacer testamento las repartió entre sus tres hijos Guillén, Francisco y Pedro. Testó a favor de Guillén Gran Canaria y La Gomera, a Francisco Tenerife y al menor, Pedro, La Palma (el la tituló como isla de Palmas).
La historia será abundantemente documentada para su hijo Guillen, que en 1447 traspasó el Señorío de las islas a Hernán Peraza, a cambio de obtener del dicho Hernán tierras y olivares en Sevilla, en lugares conocidos como Huevar y Camas. Toda la documentación relativa a este traspaso esta contenida en La Pesquisa de Cabitos de 1475.
No vamos a entrar en este momento en la presencia de esta familia en Canarias, daría para largo. Solo comentar que fue su representante en la definitiva incorporación de Canarias a la Corona de Castilla Alonso Fernández de Lugo, hijo de Pedro Fernández de Lugo e Inés de Las Casas.
Como la conquista de Canarias fue, en lo que a bautismos nombres y apellidos se refiere, una cuestión de padrinos, habría que considerar que éste fue el origen de un Juan González de Las Casas, aborigen de Gran Canaria, conquistador en La Palma y Tenerife, que fue datado por el Adelantado con tierras en Tejina y Taoro y otros lugares . Como curiosidad sabemos que recibió las primeras tierras repartidas en Taganana en agosto de 1497. Su esposa fue igualmente natural de Gran Canaria, y se llamó Juana Fernández Vizcaína, hermana del conquistador grancanario Juan Vizcaíno.
Un apellido que nos ha llamado siempre la atención en sus variantes: Mexia y Mejia. Este último es el uso como j de la x antigua. Veamos cual es su origen y su asentamiento en Canarias.
De los tres personajes Mexia que hemos podido leer dos son naturales de las islas y un tercero de origen peninsular.
Pedro Mexia es un gomero prehispánico que no figura como conquistador pero posee un abundante rebaño de cerdos y cabras en la zona de Anaga y Tegueste. Tuvo su casa en la Punta del Hidalgo. Como tantos otros, tuvo que buscar el apoyo de la Corona ante las tropelías del Adelantado y puso su defensa en manos de Don Hernando del Hoyo. Pedro Mexia casó con una gomera, Maria Hernández, hija del aborigen prehispánico gomero Francisco de Flandes. Fue padre de 8 hijos que llevaron el apellido Mexia.
Una de esas cosas curiosas que tanto desconocemos. Dice Pedro Mexia en su testamento “que va de partida a los reinos de Castilla, Levante e Italia e a otras partes en servicio de la Reina”. Se le da por fallecido en 1537. ¿Sabemos si volvió o murió en esas batallas en las que destacó la actuación del conocido como Gran Capitán Don Gonzalo Fernández de Córdoba?
Gonzalo Mexia figura históricamente como repoblador tras la conquista de Tenerife. Vino acompañado de varias familias de las islas orientales, entre los que figuraban los Párraga o los Perdomo. Se le cita como natural de Fuerteventura y uno de los fundadores de Taganana, en la que figuran otros Mexia. Fue persona muy vinculada a los principales conquistadores de Tenerife, pues su esposa Catalina Perdomo era hermana de María Perdomo, esposa del conquistador Guillen Castellano, de procedencia extremeña.
Un homónimo, Pedro Mexia, se estudia con documentos históricos como un personaje que no figura como conquistador, pero que alcanza el puesto de regidor. Pudo llegar con las tropas de Pedro de Vera a la conquista de Gran Canaria; desde 1480 ya era poseedor de tierras y aguas en el lugar conocido como El Real de Las Palmas. Tuvo una destacada intervención en la isla de La Gomera, en la defensa de los intereses de su prima Doña Beatriz de Bobadilla, puesto que el citado Pedro era sobrino de Inés de Bobadilla, y tras esa intervención decidió establecerse en esa isla aunque veremos que de forma temporal.
Como los primeros Gobernadores de Tenerife o Gran Canaria no eran muy adictos al cumplimiento de los acuerdos ya establecidos, este Pedro Mexia tuvo pleito con Pedro de Vera, que en cuanto lo vio residir en La Gomera se incautó de parte de las propiedades de Pedro Mexia en Gran Canaria. El tema fue estudiado profundamente por Don Eduardo Aznar Vallejo en el Registro General del Sello 1476/1517 como aportamos a este trabajo
Incitativa al gobernador o juez de residencia de Gran Canaria, para que haga justicia a Pedro de Mexía, participante en la conquista de dicha isla y vecino de ella durante ocho años junto a su mujer e hijos, que fue despojado por Pedro de Vera, gobernador que fue de la isla, de la heredad que le había dado con anterioridad en el río de la Umasta y del molino que él había construido en ella, aprovechando su estancia en La Gomera para proteger, a petición de dicho gobernador, a doña Beatriz de Bobadilla y sus hijos, tras la expedición organizada para sofocar la rebeldía contra Fernando Peraza.
No le pareció bastante su actuación en Gran Canaria y La Gomera, y pasó a la conquista de La Palma y Tenerife, donde su prima Doña Beatriz de Tenerife, segunda esposa del Adelantado Fernández de Lugo, lo elevó a la categoría de Alcalde Mayor en el año 1502.,De su familia conocemos el nombre de su esposa, Juana Ábrego, y dos de su hijos, de los que solo una hija, Francisca Mexia, seguirá usando su apellido paterno.
Dejemos ahora en manos de los que estos apellidos, De Las Casas o Mexia (Mejia), llevan en Canarias el estudio verdadero y documentado de sus orígenes familiares. Una labor ilusionante y enriquecedora si se hace con seriedad.
Estos trabajos que damos a la luz de forma reiterada no son nunca hijos de nuestra imaginación, puesto que siempre, y lo insistiremos hasta nuestro último aliento, para conocer nuestra HISTORIA CANARIA, con mayúsculas, hemos de acudir no a opiniones personales o ilusiones de lo que pudo ser y quizás nunca fue, sino a la documentación que tan abundantemente se encuentra en archivos tanto canarios, en la península ibérica y en tantos lugares de Europa, y en los que aún pueden quedar auténticas noticias que alumbren nuestra historia. A eso dedicaremos todo el esfuerzo que nos permita el Altísimo.
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