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SANTA CRUZ DE TENERIFE. La Enseñanza. Colegios religiosos

 

Autor: José Manuel Ledesma Alonso
Publicado en El Día el 1 de junio de 2025.

          Las primeras órdenes religiosas que llegaron a las Islas Canarias, a principios del s. XX, para dar respuesta a las necesidades de promoción y educación de la infancia, no solo en la formación académica sino también en valores, comenzaron a dar las clases en casas arrendadas hasta que la gran demanda de plazas escolares daría lugar a que tuvieran que construir sus propios Colegios.

Colegio de la Asunción

          Las cinco religiosas de la Asunción, fundadoras del primer Colegio privado, femenino, abierto en Santa Cruz de Tenerife, el 10 de octubre 1903, iniciaría las clases con 26 alumnas en un edificio de la calle Santa Rosalía, 17.
           Al año siguiente compraron una finca a los señores Beautell (actual Parque Cultural Viera y Clavijo), donde levantarían el nuevo Colegio, según los planos de los arquitectos Mariano Estanga y Antonio Pintor, inaugurándolo en 1905, aunque las obras finalizarían en 1926. La capilla, ejecutada por el ingeniero militar José Rodrigo Ballabriga, destaca por la cubierta, el altar neogótico y las vidrieras, traídas de Francia.

          Cuando en 1978 el Colegio cerró sus puertas como centro docente, el Ayuntamiento le compró a la Congregación el edificio y los 30.000 metros cuadrados de terreno, abriéndolo a la ciudadanía como Parque Cultural.

 

        Colegio La Pureza

          La Congregación de Religiosas de la Pureza de María Santísima, abriría su primer Colegio privado, femenino, en una casa arrendada de Santa Cruz de Tenerife, en 1922. Tres años, comprarían un solar, con frente a las calles Enrique Wolfson y General Ramos Serrano, donde situarían la entrada principal y se encuentra la capilla, realizada por el Arquitecto Domingo Pisaca Burgada, en 1951.

          Debido al aumento del alumnado, en 1964 tendrían que edificar nuevas aulas para la enseñanza primaria, cuatro años más tarde, adquirirían la casa contigua, derribándola para construir más aulas y, en 2001, comprarían los dos palacetes contiguos al colegio -Villa Clara y Villa Petra- donde trasladarían la biblioteca e instalarían distintos departamentos pedagógicos.

          En 2013, la Consejería de Urbanismo del Ayuntamiento capitalino aprueba sendos proyectos para la construcción de un Polideportivo y Salón de Actos.

 

Colegio Dominicas

          La Congregación religiosa Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia, abriría su primer Colegio privado, femenino, en Santa Cruz de Tenerife, en 1928, en la calle Emilio Calzadilla, del barrio de El Toscal. Al año siguiente se trasladarían a otro edificio de la calle Santa Rosalía, 48.

          La demanda de puestos escolares y la necesidad de responder a la sociedad con unas instalaciones adecuadas daría lugar, en 1970, a que construyeran un moderno Colegio en Ofra-Vistabella, proyectado por el arquitecto Francisco Coello de Portugal, fraile de la Orden, en un solar de 28.485 metros cuadrados, de los que 11.915 metros cuadrados están construidos en forma escalonada, logrando que las aulas estén distribuidas en siete terrazas, todas con gran luminosidad.

          En 2017, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le concedió la Medalla de Oro de la ciudad.

 

Colegio La Salle

         La fama adquirida por los métodos pedagógicos de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, siguiendo el carisma de su fundador San Juan Bautista de la Salle, daría lugar a que, en 1910, Carlos La Roche García les cediera una casa en la calle San Vicente Ferrer, 63, de Santa Cruz de Tenerife, donde comenzarían a impartir sus enseñanzas con los 38 alumnos matriculados, entre ellos Ildefonso La Roche Lecuona, hijo del promotor.

         Al curso siguiente comenzarían las clases de Bachillerato, en un pabellón construido en la huerta anexa al chalet, en el que se habilitarían habitaciones para los internos y el comedor. En 1914, el colegio tenía 280 alumnos, de los que 25 eran internos.

         El nuevo Colegio San Ildefonso abriría sus puertas en 1941, construido en un solar de 2.547 metros cuadrados en la prolongación de la calle Galcerán -Avenida La Salle-
Diez años más tarde, pondría en funcionamiento el internado, donde pernoctaba un centenar de alumnos. En 1956, el Colegio contaba con 800 alumnos.

         El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le otorgó la Medalla de Oro de la Ciudad, el Cabildo Insular de Tenerife la Medalla de Oro de la Isla, y el Gobierno de Canarias la Medalla de Oro de Canarias.

 

Colegio Escuelas Pías

         Los padres escolapios -Escuelas Pías- llegaron a Santa Cruz de Tenerife en 1940, traídos por la Asociación Católica de Padres de Familia, presidida por el Doctor Tomás Zerolo, quienes le ofrecieron las instalaciones del antiguo Hotel Quisisana, propiedad del Patronato Insular de Turismo. La apertura del Centro tendría lugar el 17 de octubre, con la asistencia de los 256 alumnos matriculados.

          Dos años más tarde, al adquirir el edificio en propiedad, comenzarían las obras de ampliación, a cargo del arquitecto José Blasco. También se construyó el pabellón de gratuitos, impulsado por el Capitán General de Canarias Francisco García-Escámez, con cargo al Mando Económico.

          Los escolapios dejarían de ejercer la enseñanza en nuestra ciudad en 1977, alquilándole las dependencias al CEU San Pablo, por un periodo de 10 años.

         En el curso 1996-1997, después de 18 años de ausencia, los Escolapios regresarían a Santa Cruz, encargando la ampliación y remodelación del Quisisana al arquitecto José Miguel Márquez, levantando un edificio de corte moderno, con 18 aulas, en el espacio que ocupaban los antiguos jardines.

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