Blog

¿Muerto al hoyo? ¿O patinazo del vivo?

A cargo de Juan Manuel Valladares Expósito

Comunicación en Radio Muelle el 2 de octubre de 2025

  

 Primer acto de la tragicomedia.

         En nuestra sana obsesión por no dejar papel alguno sin leer y comentar, con algún atrevimiento, la historia de Canarias siempre  habrá algún tema que se nos ha ido quedando en la mente, pero que jamás pasó al olvido.

              Por eso cuando cerramos los ojos y nos ponemos en intimo contacto con nuestra neuronas aparecen sucesos y personas que dan para mucho en nuestra historia canaria y más sabroso el tema si en él aparece la figura de nuestro Primer Adelantado, al que un servidor califica, al igual que un conocido historiador, paleontólogo y filólogo, como tipejo. No dan mis estudios para tantos títulos y laudos, pero pienso lo mismo que cualificados descendientes de los conquistadores Pedro y Fernando de Talavera.

          Y va este encuentro con las neuronas de un capítulo de nuestra conquista que daría para mucho y que intentaremos relatar con la necesaria ayuda entre otros de los señores Latasa y Rumeu de Amas, con el añadido de las páginas genealógicas e históricas que citaremos, con las debidas precauciones según sean sus autores. El capítulo va íntegramente dedicado a las tropelías del ya manoseado don Alonso Fernández de Lugo y sus trampas, nada raro en su persona, hacia don Hernando de Hoyo. Persona esta a la que siempre hemos calificado como la figura de mayor categoría  en cuanto a vinculación con la corona en la conquista de  Tenerife y La Palma.

           Daremos con alguna duda, pues la duda la transmiten los historiadores, cual fue el origen de Don Hernando en cuanto a su nacimiento y familia. El señor Rumeu de Armas lo sitúa en relación  familiar con la zona del norte peninsular, pues ya hay allí un caballero con el nombre Fernando del Hoyo que es vecino y armador de barcos en Laredo. Un nuevo dato del señor Rumeu nos da la cita de un Hernando del Hoyo, posible padre de nuestro canarizado Hernando del Hoyo, en el entorno del Rey Fernando el Católico en el verano de 1486. Por su parte, el señor Cebrián Latasa, en su trabajo Diccionario de Conquistadores de Canarias, da algunas referencias sobre la persona del Fernando del Hoyo que vendrá a Canarias, y lo hace nacido en la Merindad de Trasmiera (Santander), en el año de 1465, como hijo de Hernando del Hoyo y doña María de Solorzona. Para que podamos tener mas de una opinión, y bien saben los lectores que no es de mi total confianza, adjunto lo que del personaje dejó a medias en su obra Nobiliario de Canarias el señor Fernández Bethencourt. (Ver en edición J.Régulo Editor tomo III.año 2004.)

                     “Don Francisco Fernández de Béthencourt, en sus Anales de la Nobleza de España, Madrid, 1852, supone a los Hoyos canarios línea de la rama de los Señores del Mayorazgo de Hoyos en Trasmiera, que entró mas tarde en la Casa de los Condes de Salinas y, en nuestros días, con la Ducal de Híjar, en la Casa de los Duques de Alba, Grandes de España. Otras ramas de la familia, originarias de las Montañas de Cantabria, fueron, según el mismo autor: la de los Señores de Hyoso, de San Martín, de Caraveo, etc., actualmente los Marqueses de Camarasa, grandes de España; la de los Señores de la Torre de Hoyos de Narganes, de la Encina y del Campillo, etc., cuyo Jefe es el Marqués de Hoyos, Grande de España, y de la que, a su vez, proceden los Marqueses del Val-de-Hoyos, de Santa Quosa y de Torre-Hoyos: y la de los Condes de Hoyos-Sprinzenstein y del Sacro imperio, en Austria, enlazados con la más alta Nobleza europea. “ 

          El señor Rumeu manifiesta, a nuestro juicio con señalados aciertos, que pasó a figurar entre los cortesanos del Rey Católico como mozo de espuelas del Rey, lo que le acarreaba un lugar privilegiado junto al monarca…. “el que a buen árbol se arrima “, pues eso. Ese nombramiento, el único histórico en el entorno de “la espuela”,  si que está reflejado en “El libro de la Cámara Real del Príncipe Don Juan” y de la pluma del cronista Gonzalo Fernández de Oviedo. Un honor que, sin llevar aparejada la categoría de un mayordomo, daba  para el así distinguido la oportunidad de estar cerca del Rey Fernando. Cargo que le valió salvar la vida en Cataluña al Rey Católico en el intento de asesinato por parte del catalán Camanyes (o Cañamares) precisamente por estar a su lado mientras el rey montaba a caballo y don Fernando del Hoyo en su  cargo de mozo de espuela. Aquel cargo y suceso aumentó su estima ante el Rey Católico,  y ya se le puede considerar como ayudante en la Cámara Real. De Caballero de La Espuela  o de La Banda será una de tantas leyendas discutibles nacidas en nuestro San Cristóbal de La Laguna entre las prisas de ganar puesto por parte de algun “genealogista y arqueólogo” en alguna Academia de España. Pero como la historia tiene tantas caras y maneras de ser leída, el señor Cebrián Latasa cita un documento, para muchos de dudoso origen (no lo da por seguro el  señor Rumeu de Armas),  de fecha 19 de mayo del año 1500 en que parece existir el acto de nombramiento de don Hernando del Hoyo como “caballero de espuelas doradas”. Nombramiento que no estaba en manos del Rey Católico. La Orden de La Banda ya era un recuerdo finiquitado en tiempos del Rey Fernando y de Don Fernando del Hoyo. La historia da siempre cartas para todos los gustos .Y dejamos el ya tan conocido capítulo de haber salvado la vida al Rey Don Fernando ante el atentado del catalán Camanyes en Barcelona. Acción que daría para muchos escabrosos detalles entre la locura del autor y la consiguiente venganza para que no cundiera el ejemplo.

          Para irlo ubicando con su familia en Tenerife, creo lógico dar a conocer, con ayuda del señor Cebrián Latasa, que fue su esposa doña María de Abarca, con la que casó en Sevilla y de la que nacieron no menos de seis hijos, tres de ellos menores a su fallecimiento. No era doña María de Abarca señora de poca alcurnia si su padre, don Francisco Pérez de Ojeda, ya era caballero principal de la ciudad de Sevilla. Ojo al dato pues, para gozo de genealogistas,  algún cronista la quiere hacer hija de un caballero sevillano, Martín de Abarca. De la aparente liberalidad, pero muy organizada, de la vida social de la Canarias del momento nos llama la atención el matrimonio de su hija Isabel del Hoyo Abarca con Juan Benítez de Las Cuevas, hijo del converso Alonso de Belmonte (para mayor abundancia de datos genealógicos sobre esta familia Belmonte y del Hoyo es interesante visitar el Archivo de don Luis de Salazar y Castro con no menos de 15 citas) e Inés Benítez de las Cuevas, hija ésta de Juan Benítez (el Ciego) siendo este Juan hermano de Pedro Benítez, cuñado de Alonso Fernández de Lugo. Esta rama de la saga Benítez tuvo algunos problemas con la oftalmología (problema actual de un servidor) pues al Benítez conocido como El Ciego se añade su próximo pariente Benítez el Tuerto, todos ellos en el mas próximo parentesco con los Lugo, De las Casas  y Fernández. Una buena muestra de la generación de toda una sociedad  canaria unida por la sangre desde los primeros días de la Conquista.

          Como no es éste un trabajo genealógico, cosa que un servidor desde luego no domina y del que siempre tiene grandes dudas, intentemos relacionar a don Fernando del Hoyo en el lado puramente  conquistador y militar con el primer Adelantado de Canarias desde mucho antes de la conquista de Tenerife y La Palma en sus vertientes bélicas y comerciales.

          En los ya  remotos días de nuestra primera vida escolar, cuando estudiábamos verdaderamente historia de España,  solo había tirios cristianos y troyanos moros y un añadido de gentes hijas del pueblo hebreo que nadaban entre los dos grandes grupos intentando no ahogarse entre tanta marea .Y la cosa acababa siempre en un lugar de Granada conocido como Santa Fe, en realidad un autentico campamento militar que asiduamente  tenía como vecinos a los reyes Isabel y Fernando. Y en una de tantas estancias reales, mientras por allí buscaba Cristóbal Colon que se le escuchara entre tanto fragor guerrero, se conocieron y trabaron amistad nuestro Fernando del Hoyo, militar en activo y con  la amistad del Rey Fernando, y Alonso Fernández de Lugo, ya conquistador en Gran Canaria  y que  era un mediano terrateniente  azucarero en Agaete, en desesperante itinerario puesto que iba tras la Corte real, tanto en Granada como Córdoba o Valladolid, buscado apoyo para sus dos pretendidas conquistas de las islas de La Palma y Tenerife

          Tras la amistad entre dos jóvenes audaces y necesitados de progreso, aparece la idea de emprender juntos inicialmente solo la conquista de la isla de La Palma. Y no tardó Fernando del Hoyo en tomar la ruta hacia Canarias, pues es opinión del señor Rumeu de Armas que desde la misma Barcelona, escenario de la salvación de don Fernando el Católico, salió nuestro personaje para la isla de La Palma  con la compañía de un pequeño grupo de futuros conquistadores. Era la época en que la espada o la cruz podían dar gloria… y algunos dineros. Y acabada con éxito la conquista de La Palma, ¿por qué no seguir juntos a la conquista de Tenerife? Y a esa misión volverán juntos ambos conquistadores.

          No es ahora momento de dar detalles de los hechos bélicos, salvo recordar que ambos estuvieron presentes en la derrota ante los aborígenes tinerfeños en Acentejo y en la victoria de La Laguna en 1495.

          Hablemos de cómo pagó su participación en esas campañas bélicas el Primer  Adelantado de Tenerife y La Palma a Fernando   del Hoyo, e intentemos dar a conocer la sutileza del regalo y sus consecuencias posteriores. 

         Para entrar en situación, el pago lo hace el Adelantado en Burgos en diciembre de 1496 con expresa autorización de los Reyes Católicos. Curiosa  forma de pago, algo precipitada, cuando Alonso de Lugo no es nombrado Adelantado hasta enero de 1503, aunque si era ya  Gobernador de Tenerife y La Palma. Pero don Fernando del Hoyo ya se ha ausentado de Tenerife tras su participación en la conquista y vuelve a la Corte del Rey Fernando. Creemos  que poco puede recordar o reconocer los lugares que recibe en esa data o pago por su ayuda en la conquista de Tenerife. Y «a enemigo que huye, puente de plata “

          El Adelantado, en su picaresca, hace un trabajo de filigrana retórica en el documento de adjudicación a don Fernando del Hoyo, de tal manera que no queda claro en momento alguno la absoluta pertenencia  de tierras y aguas a don Fernando del Hoyo .

          Cuando el maestro existe, solo queda al alumno dar a conocer su obra tal y como la dio a conocer. Así lo transcribe del original en su libro el señor Rumeu de Armas. Fecha 5 de noviembre de 1496

                     «Por quanto vos Femando del Hoyo—dice—, ayudante de la cámara de Sus Altezas, conquistador que avéys seydo de las dichas yslas, avéys fecho a Sus Altezas muchos serbicios, asy en lo que servistes con vuestra persona e con ciertos caballeros e peones en la dicha conquista de las dichas yslas a vuestra costa mision, y en otros mucho buenos e leales serbicios que a Sus Altezas avéys fecho e se espera que aréys de cada día, de que soys digno de remuneración e galardón…; a asimismo yo el dicho Alonso de Lugo, govemador de las dichas islas de Tenerife, he mucho servido a Sus Altezas, asy en la dicha conquista de las dichas yslas como en otras muchas cosas, de que asymismo soy digno de remuneración e galardón; por ende, usando del dicho poder e facultad de Sus Altezas amí dado…, hago repartimiento de las tierras e aguas e otras cosas que de yuso [se] dirán, en mí el dicho Alfonso de Lugo e en vos el dicho Hernando del Hoyo, que estades presente, en anvos a dos juntamente.”

            Los lugares objeto del reparto serán las mejores tierras de la isla de Tenerife, todas ellas en el entorno de las que fueron del Rey de Taoro, el tristemente fallecido en la batalla de La Laguna, Bencono o Benitomo como así figura en todos los documentos de la época. Con este texto son citadas en ese documento.

                     «Hago repartimiento—prosigue— . . en amos a dos juntamente … de las tierras e aguas que son en la dicha ysla de Tenerife, que se disen Tahoro, que son junto con la sierra por a do suben a Dabte fasta el cabo de Tahoro, con dos arroyos de agua anexos a las dichas tierras que van los dichos arroyos junto con la sierra fasta la mar, las quales dichas tierras…”

            Esas tierras para la historia de Canarias se llamaron El Campo del Rey o el Traslatadere (?) y tras varias denominaciones futuras  llegar incluso a la Hacienda de Los Príncipes.  (?) Nota. No he conseguido jamás conocer el origen de la tal palabra que no es a mi juicio guanchismo

            Y para que la trampa fuera total el avispado Adelantado añade:

                    “  … ago gracia e donación pura e no revocable, que es dicha entre vibos, a mí el dicho Alonso de Lugo e a vos el dicho Femando del Hoyo e amos a dos juntamente, para que de oy día de la data desta carta en adelante para syenpre jamás las dichas tierras e aguas e montes … sea de nosotros amos a dos e de nuestros herederos e suscesores después  de nos…, conbiene a saber que aya e tenga cada uno .. su mitad por igual parte sin que haya ni tenga ni pueda aver mas que el otro ni el otro mas que uno.”…

           Y tras esta burda maniobra jurídica de un pícaro  tal que don Alonso Fernández de Lugo, y si el Altísimo lo permite, en una segunda entrega daremos buena cuenta de lo que dicen y dijeron nuestros más documentados historiadores de todos los intentos y logros del señor Fernando del Hoyo para recuperar lo que desde 1496 era suyo .De paso seguiremos las vidas y milagros de algunos miembros de la humana familia del primer Fernando del Hoyo canarizado…

            Porque don Fernando, para desgracia del pícaro Alonso, volvió a Tenerife  por el mes de marzo de 1505 y fue para siempre una piedra en el zapato para el ambicioso  Alonso.

          No nos vamos a aburrir con las denuncias y los intentos de nuevas trampas del primer Adelantado en este primer contacto tras la vacación veraniega.

         Sean todos bienvenidos y vayan por delante nuestras mas expresivas gracias por escucharnos o leernos  a nuestros  pacientes oyentes sabedores a estas alturas de que solo nos mueve poner en su lugar las paginas documentadas de nuestra  HISTORIA CANARIA.

– – – – – – – – – – – – –

 

 

         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Related Posts

Enter your keyword