Monumentos (32). Al Maestro Tarridas
Autor: José Manuel Ledesma Alonso
Publicado en el Diario de Avisos el 27 de julio de 2025
El monumento erigido al Maestro Jose María Tarridas en el exterior de la Escuela Municipal de Música, en Tío Pino, el 3 de octubre de 2003, obsequio de una sociedad gastronómica catalana a la Banda Municipal de Música de Santa Cruz de Tenerife, está formado por un busto de bronce con su figura, colocado sobre pedestal de mármol rojo, con placa que dice: Santa Cruz de Tenerife al Maestro compositor del pasodoble Islas Canarias José María Tarridas.
José María Tarridas Barri (Barcelona, 1903 – Madrid, 1982). Desde joven mostró una inclinación natural hacia la música, siendo director de orquesta y de orfeón. Tras la guerra civil se trasladaría a Madrid, donde pasaría el resto de su vida.
Fue un compositor destacado por su versatilidad en diversos géneros musicales, pues su obra abarcó desde sardanas y zarzuelas hasta música para cine y composiciones sinfónicas, tanto para orquesta como para banda.
En 1935, le envió a su buen amigo, el poeta Joan Picot i Bernabé, la partitura de un pasodoble para que le pusiera letra. La pieza sería grabada en Barcelona, por la Compañía del Gramófono Odeón, bajo la dirección de Francisco Casanovas Tallardá. Años más tarde el grupo Los Sabandeños le añadirían letra propia, siendo una pieza fija de su repertorio.
El Maestro Tarridas compuso el Pasodoble Islas Canarias sin haber visitado el Archipiélago, lo que implica su capacidad para capturar la esencia de una región a través de la música, pues sólo tenía conocimiento de las Islas por discos de Los Huaracheros y de María Mérida. Además, sería autor de otras obras dedicadas a nuestra Comunidad, como Canarias Bendita; Clavellina, zarzuela dedicada a Pérez Galdós; y la suite Suspiros Canarios.
El pasodoble Islas Canarias, considerada como una de las obras maestras de la música sobre el Archipiélago, llegaría a convertirse en un símbolo musical de las Islas, logrando que éstas fueran conocidas en el mundo, mucho antes que la llegada del turismo; además, esta obra se consolidaría fuera de las Islas, al ser interpretada por distintas bandas de música y grandes orquestas, pues en su dimensión estrictamente musical resulta emocionante y hermosa.
Tarridas visitó las Islas Canarias por primera vez en 1950, cuando el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le concedió la Medalla de la Ciudad. La Casa de Canarias, en Madrid, ya le había homenajeado entregándole una reproducción del Drago de Icod de los Vinos.
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