Blog

LA VISITA DE ALFONSO XIII A CANARIAS (1906), VISTA DESDE INGLATERRA (y 4)

Autor: Alastair F. Robertson
Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 8 de junio de 2025

 

El rey Alfonso a hombros de un marinero.   Vuelta a casa.

          El rey Alfonso y su séquito llegaron a Gran Canaria el viernes 30 de marzo a bordo del Alfonso XIII, que navegaba escoltado por tres cruceros españoles. También arribaron el yate real Giralda, así como el crucero francés Conde, la balandra portuguesa San Rafael y el crucero británico Isis. Debido al mal estado de la mar, la comitiva real no pudo desembarcar, pero se esperaba que lo hiciera a la mañana siguiente.(1)

 El yate real Giralda

          El Rey, acompañado por el Infante Fernando y la Infanta María Teresa, pisó tierra a las 11:40 h del sábado 31. En Las Palmas, además de unos alegres juegos florales, se celebraron varios actos solemnes con motivo de la visita real, y la regia comitiva, recibida por las autoridades al desembarcar, asistió a un Te Deum en la Catedral.

         Tras el servicio religioso, se ofreció un banquete en el ayuntamiento, seguido de una recepción oficial a la que asistieron los comandantes del Isis, el Conde y la San Rafael. Por la tarde, los residentes británicos de la isla ofrecieron una merienda en el Hotel Santa Catalina en honor del Rey, el Infante y la Infanta, quienes recibieron “la más cordial y respetuosa bienvenida”. En el discurso dirigido por la colonia británica al Rey Alfonso se hizo referencia al próximo matrimonio de Su Majestad. Alfonso ya había recibido varios regalos de las islas para la Princesa Ena, su futura esposa, a quien telegrafiaba diariamente.

         Posteriormente, Alfonso y Fernando giraron una visita a los cuarteles y fortificaciones de la ciudad, mientras que María Teresa lo hacía a varias instituciones de beneficencia. La comitiva real realizó una excursión a la aldea de Santa Brígida y regresó a bordo del yate real para cenar (2). A las nueve de la mañana se celebró una recepción a bordo del Alfonso XIII, en la que estuvieron presentes los cónsules francés, británico y portugués, y los comandantes de las unidades navales de los mismos países.(3)

         El rey puso la primera piedra de una iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Luz, que se va a levantar en el Puerto de La Luz, en La Isleta. Sir Alfred Jones contribuyó con 50 libras (unos 4,60 euros actuales) a la suscripción abierta a ese fin (4). La noche del lunes el Ayuntamiento ofreció un banquete en honor del rey Alfonso, al que asistió el cónsul británico. Y posteriormente Su Majestad abandonó Gran Canaria rumbo a Santa Cruz de la Palma (5).

         Alfonso estaba tan entusiasmado con las Canarias que sugirió a su futuro cuñado, el príncipe Leopoldo de Battenberg, que viajase en invierno a las Islas para mejorar su estado de salud (6).  Leopoldo era hemofílico, enfermedad casi con toda seguridad heredada de la reina Victoria por al menos tres de sus nueve hijos y nietos, de los que el más conocido fue el zarevich Alexei, hijo del desafortunado zar Nicolás II de Rusia. El príncipe Leopoldo falleció en 1922, cuando contaba 32 años de edad.

          El miércoles, la flotilla real navegó a El Hierro, donde los barcos tuvieron muchas dificultades para aproximarse a la costa debido al mal tiempo y la dura mar. Los ministros se opusieron al desembarco, pero Alfonso insistió y, por tanto, se realizó, siendo el rey llevado a tierra a hombros de un marinero, mientras que los ministros se mojaban hasta más encima de las rodillas. Un bote de uno de los cruceros que transportaba a los músicos reales volcó; los músicos se salvaron, pero sus instrumentos se perdieron.

         Alfonso realizó una excursión al interior de la isla, donde fue recibido con entusiasmo; por la tarde zarpó para La Gomera, y, aunque el tiempo era algo mejor, de nuevo fue difícil el desembarco por las condiciones de la mar. Alfonso y algunos de sus acompañantes pudieron pisar tierra a las cuatro de la tarde (7). También aquí Su Majestad fue calurosamente recibido, se cantó un Te Deum en la iglesia y se sirvió una comida en el Ayuntamiento, Desde La Gomera, Alfonso envió al yate real Giralda a recoger el correo y enviar un telegrama a la Princesa Ena (8). Por la noche el séquito real partió rumbo a Fuerteventura (9) y, finalmente, a Lanzarote, aunque de las visitas a estas islas, efectuadas en los siguientes días, no aparecieron noticias en la prensa británica,

         La flotilla real abandonó las islas el viernes 6 de abril, y a las 8 de la mañana del sábado 7 el Rey Alfonso llegaba a Cádiz, una vez concluida su visita a Canarias (10).

El rey Alfonso y su reina Ena en un encuentro familiar en Inglaterra (noviembre de 1907)

          Fechas más tarde, el mismo abril, Alfonso realizó una visita privada a Inglaterra para ver a su amada princesa Ena en su casa de la isla de Wight. La pareja contraería matrimonio en Madrid un mes después, el 31 de mayo de 1906. Tras la ceremonia nupcial, un atentado, el primero de los que sufriría el rey a lo largo de su vida, ocasionó la muerte de treinta espectadores. Era un presagio de su problemático y controvertido reinado, pero en Canarias, y en la primavera de 1906, Alfonso era un joven amante de diversiones y muy popular, con el mundo a sus pies, una chica de la que estaba enamorado y una vida por delante.

  • – – – – – – – – – – – – –

Referencias:
1. 31-03-1906 Pall Mall Gazette p.7
2. 02-04-1906 Liverpool Evening Express p.6
3. 02-04-1906 Birmingham Mail p.4
4. 06-04-1906 Catholic Times and Catholic Opinion p.6
5. 03-04-1906 Pall Mall Gazette p.7
6. 15-12-1906 Sheffield Daily Telegraph p.8
7. 06-04-1906 Western Morning News p.5
8. 06-04-1906 Daily Telegraph and Courier p.9
9. 06-04-1906 Evening Mail p.2
10. 07-04-1906 Northern Daily Telegraph p.4

 – – – – – – – – – – – – – – –

 

 

Related Posts

Enter your keyword