La Tertulia de Amigos del 25 de Julio

Por Sebastián Matías Delgado Campos  (Publicado en El Día el 25 de junio de 1997).

 

           Allá por el mes de octubre de 1995 surgió, de entre un grupo de ciudadanos amantes de nuestras tradiciones y nuestra historia, la idea de constituirse en una  tertulia cuya finalidad consistía en lanzar ideas y sugerencias, amén de ofrecer su directa colaboración, pare que las celebraciones del 25 de Julio de 1997, en que conmemoramos los dos siglos de la victoriosa defensa de Santa Cruz de Tenerife frente al ataque inglés de 1797, alcanzaran la dimensión que, en justicia, le corresponde.

          En modo alguno deseábamos que este aniversario se perdiera en la rutina anual, consistente en reseñas periodísticas de los sucesos basadas en la consabida Relación Circunstanciada de Monteverde, algunas declaraciones de ciudadanos más o menos cualificados en entrevistas radiofónicas y la tradicional procesión cívico militar, para pasar la página hasta el año siguiente.

          Fue, en verdad, la tibieza de las instituciones públicas, hasta entonces enmudecidas, a pesar de que faltaba menos de dos años, la que nos motivó: había que hacer algo y pronto; queríamos y estábamos dispuestos a servir de estímulo, de catalizador y aún de actores. si fuere necesario. Adoptamos el nombre que encabeza esta reseña, y decidimos que nos reuniríamos al menos una vez al mes el día 25 o, en caso de coincidir con el fin de semana, en fechas próximas, y que nos referiríamos a la efeméride que se acercaba con la expresión Bicentenario.

          Nos peguntábamos el porqué del desinterés de la población (ya entendemos que las fechas son propicias a las playas y al descanso) y de los historiadores (ninguna aportación realmente de interés desde que el profesor Rumeu de Armas escribiera de magistral forma sus  Piraterías y Ataques Navales contra las Islas Canarias, entre los años 1945-1950), y creíamos que la respuesta se concretaba de una única forma: el desconocimiento amplio y real de aquellos sucesos, y la falta de profundización sobre sus motivaciones y sus consecuencias. En todo ello se estaba muy lejos de haber dicho la última palabra, y nos propusimos paliar, que no agotar, este estado de insuficiencia.

          Cuestión no menos importante fue la de preguntarse con qué espíritu debían enfocarse todos estos trabajos y celebraciones, y nos dijimos que, con la perspectiva histórica que nos permiten los 200 años transcurridos, podemos afirmar que aquel 25 de Julio no sólo se ganó la guerra sino también la paz.

          En efecto, la magnánima conducta de los vencedores hacia los vencidos (que constituye sin duda una de las más inteligentes decisiones del general Gutiérrez), lejos de alimentar en éstos un sentido de revancha, los desarmó moralmente, de forma que no sólo se ofrecieron a llevar a Cádiz el parte de su derrota, sino  que prometieron no volver a atacar Canarias (y cumplieron ambas cosas). Más aún, a partir de aquel momento, los relaciones canario-británicas sufrieron un cambio de óptica de especial importancia para nuestra historia, pues se acentuó la visita de viajeros científicos, naturalistas, artistas, etc., de forma que un siglo más tarde, residían en Canarias potentes colonias de británicos que introdujeron en nuestras gentes modos y maneras de un país culturalmente más avanzado. Como ejemplo bastará citar isa ideas de la ciudad jardín, el confort interior en las viviendas, y las prácticas deportivas (fútbol, tenis, golf, natación, vela, etc.). Todo ello fue posible gracias a la inexistencia de barreras históricas entre los dos pueblos.

          Así pues, la celebración del  Bicentenario debería efectuarse con el lógico orgullo de un pueblo que supo responder con eficacia a otro a que intentaba dominarle, pero también con el mismo espíritu de concordia y de hermandad que emanan de la conocida carta de Gutiérrez a Nelson y de las experiencias vividas en común en esos 200 años.

          Con estos supuestos de partida,  la Tertulia se transformó más bien en un grupo de trabajo integrado por nueve miembros (un número que resultó operativo) que se ha venido y viene reuniendo en el Museo Militar Regional de Canarias, a cuyo director y miembro de la Tertulia solicitamos acogida, y que contó con el beneplácito del general-jefe de la Zona Militar de Canarias.

          Y fue así como pronto se elaboraron las propuestas que a continuación detallamos:

               -Aún cuando en el Museo Militar Regional de Canarias ubicado en el antiguo fuerte de Almeida se custodian y exhiben de forma permanente múltiples y valiosos objetos y documentos relativos a aquella ocasión, ésta del bicentenario requería una exposición lo más amplia y completa posible,  incorporando objetos procedentes de museos y colecciones particulares que  fueran testimonio efectivo del hecho que bautizamos como Gesta del 25 de Julio. Hoy esta exposición es una magnífica realidad en la planta alta del Museo de Almeida, que permanece abierta desde el día 5 de mayo para posibilitar la visita de los escolares en tiempo ajeno a exámenes y está registrando un notable éxito de visitantes. Para facilitar su visita y comprensión se ha editado un amplio catálogo rigurosamente documentado y profusamente ilustrado, redactado por miembros de la Tertulia y colaboradores.

               - Debía completar esta exposición militar, otra de carácter civil que reflejara el panorama artístico, religioso, cultural, etnográfico, arquitectónico, urbanístico y ambiental de Santa Cruz a finales - del siglo XVIII. Se proponía como marco el de la Recova Vieja. Esta exposición cambió de marco y contenido y no por decisión de la Tertulia.

               - Existen, además de las conocidas, otras fuentes documentales contemporáneas de aquellos sucesos, que eran poco conocidas, e incluso desconocidas, y no solo por parte española, sino también inglesa y francesa. Se propuso la idea de recopilarlas en un solo volumen con el titulo Fuentes documentales de la Gesta del 25 de Julio, y, a pesar de la ausencia de algún documento que no pudo obtenerse, este volumen es desde el día 29 de abril, en que fue presentado, un hecho gozoso, que ofrece a los estudiosos un formidable material documental, en ocasiones inédito. que constituye una valiosa herramienta de trabajo, y ayudará a comprender y esclarecer aquellos sucesos. Ha sido elaborado en su integridad por tres miembros de la Tertulia.

               - Los aspectos divulgativos de la Gesta se concretaron en un amplio y variado abanico de propuestas:

                    . La edición de un calendario del año 1997, cuyas láminas reproducen conocidos cuadros relativos a aquella y que incluyen al dorso abundante y exacta información histórica de la misma, recopilada y estructurada por el director del Museo. Salió a la calle a finales del pasado año.

                    . La edición de un comic coloreado con destino al público más joven, a punto de concluirse.

                    . La obtención de un sello y matasello conmemorativos, gestión coronada por el éxito que se hará realidad en las fechas próximas a la de la celebración.

                    . La sugerencia a la Universidad Internacional Méndez y Pelayo en su sede de Santa Cruz de Tenerife de que uno de los seminarios de este año versara sobre la Gesta. Esta idea fue aceptada por el rector y, aún cuando no fue organizada por la Tertulia, se desarrolló durante el mes de marzo, contando incluso con la asistencia de dos estudiosos británicos.

                    . La frecuente aparición en medios de difusión local de miembros de la Tertulia, tanto con breves artículos en la prensa, como con intervenciones radiofónicas, e incluso con la participación en ciclos de conferencias en diversos foros locales.

                    .La divulgación en medios de difusión nacionales a los que se ha enviado, y en casos suministrada directamente, amplia información, y de los que esperamos qué en días próximos a los de la efemérides se hagan eco de la misma.

               - Gestión importantísima de la Tertulia ha sido impulsar la materialización, de una vez por todas, del monumento que se debe a tan señalada conmemoración, algo que se ha intentado infructuosamente en numerosas ocasiones durante estos 200 años.

                 A tal efecto, después de llegar a la conclusión de que el emplazamiento más ademado era en las proximidades del que fuera teatro principal de los acontecimientos (el Castillo de San Cristóbal) que hoy ocupa la Plaza de Espada: se contactó con los arquitectos ganadores del concurso para la remodelación da la zona; se estudió el anteproyecto elaborado; se les sugirió un emplazamiento correcto, que aceptaron y que luego hubo que modificar en orden a la disponibilidad de los terrenos; se sugirió que fueran ellos mismos los redactores del proyecto del basamento (actualmente en construcción, costeado por el Ayuntamiento); se sugirió el nombre del escultor para las realizaciones escultóricas, financiadas por el Cabildo.

                Aún cuando este monumento no estará concluido para la fecha del 25 de julio, si parece que será una realidad este año.

               - Conocido por la Tertulia que el Ayuntamiento de Aranda de Duero (lugar de nacimiento del general Gutiérrez), le iba a dedicar una plaza, lanzamos la idea de fundir una reproducción del busto depositado en el Museo Militar, del que es autor el escultor catalán Cid Gesti, para su colocación en ella. Se obtuvo el permiso de su propietario, y se amplió la sugerencia en al sentido de fundir una segunda reproducción para ubicarla de forma modesta en la calle de su nombre de nuestra ciudad; se confeccionó un pequeño proyecto que, hasta el momento, no cuenta ni con la necesaria autorización municipal, ni con financiación suficiente (captada directamente por la Tertulia entre diversas entidades).

               - De acuerdo con sus supuestos de partida, hemos hecho diversas sugerencias para los actos conmemorativos, tales como:

                    . Invitar expresamente a los mismos a los familiares de los protagonistas de la Gesta, y en especial de los que cayeron.

                    . Carente de descendientes conocidos del general Gutiérrez, invitar al Ayuntamiento de su ciudad natal.

                    . Invitar a participar a navíos y fuerzas tanto españolas como inglesas y francesas.

                    . Celebrar, además del acto religioso oficial en nuestra Parroquia de la Concepción, un acto ecuménico en el templo de San Jorge (antes anglicano y hoy católico), en plena Plaza del 25 de Julio, para lo que se contacté y obtuvo la aprobación del rector de este santuario.

                    . Efectuar la celebración solemne del 25 de julio por la tarde con:

                         1. Procesión cívico-militar a la que debería invitarse a los siete cabildos insulares y a la totalidad de los ayuntamientos de Tenerife, así como a las instituciones culturales de la isla (muchas de ellas estuvieron presentes en las ceremonias del primer centenario con sus correspondientes enseñas) además de las autoridades y representaciones a las que comúnmente se invita.

                         2.  Función religiosa solemne en la parroquia de la Concepción que finaliza con la colocación de una corona sobre la tumba del general Gutiérrez en la Capilla de Santiago.

                         3. Procesión hasta la Plaza de España.

                         4. Ceremonia de arriado de las banderas.

                         5. Toque de oración y homenaje a los fallecidos en aquellos sucesos con colocación de coronas en el Monumento a los Caldos y lanzamiento de otras al mar desde los buques de guerra español, inglés y francés presentes.

                         6. Celebración de la victoria, con repique general de campanas, interpretación de alguna composición musical y exhibición pirotécnica.

                         7. Invitar a la totalidad de las bandas de música de la isla (unas 37) a recorrer las calles de la ciudad, durante la tarde, amenizándolas con pasacalles y a participar en los actos finales.

          Todas estas ideas, trabajos y sugerencias, fueron puestas en conocimiento y ofrecidas al Ayuntamiento a través del concejal de Cultura, obteniéndose no sólo el patrocinio económico sino que se recogieran en su inmensa mayoría en el Proyecto Bicentenario.

          Si es verdad aquello de "por sus obras los conoceréis", los miembros de la Tertulia que han contado con un puñado no menos numeroso de colaboradores entusiastas, empezamos hoy a palpar de una manera real que nuestro empeño no ha sido estéril, y nos sentimos orgullosos por ello. Orgullosos pero no satisfechos porque, como siempre, se puede hacer más y mejor. Aspiramos a ello y vamos a seguirlo intentando.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - -