El nieto vuelve a abrazar al abuelo

 
Por Miguel Ángel Autero  (Publicado en La Opinión el 2 de julio de 2017).
 
 
El pleno del ayuntamiento de Santa Cruz aprueba bautizar una plaza en honor al excronista oficial de la ciudad, Luis Cola Benítez, en la calle Anselmo J. Benítez.
 
 
 
          El pleno del ayuntamiento de santa cruz de Tenerife aprobó el pasado vienes que la plaza situada en la calle Anselmo J. Benítez lleve el nombre de su nieto, Luis Cola Benítez, en homenaje póstumo a la labor desarrollada por el excronista oficial de la ciudad y miembro del consejo editorial de La Opinión de Tenerife, que falleció en la capital el 3 de agosto de 2016.
 
          El expediente aprobado recuerda que la ciudad, “en justa correspondencia a la obra llevada a cabo, tiene el honor de dar su nombre a esta plaza a modo de sentido homenaje hacia alguien que desarrolló una importante labor de rescate de la memoria colectiva vinculada a los acontecimientos del presente y del pasado. Y que también destacó por la conservación del acervo histórico, documental y patrimonial de la ciudad, implicándose de múltiples maneras para que Santa Cruz fuese una ciudad dinámica y abierta al futuro.”
 
          Luis Cola Benítez fue cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife entre 2011 y 2016. durante su vida se hizo acreedor de innumerables distinciones por los conocimientos que atesoraba. Entre las más destacadas figuran el Premio de Investigación Histórica Antonio Ruméu de Armas (2000) y el II Premio de Periodismo Mare Nostrum Resort (2004).
 
          Como cronista fue publicando domingo a domingo, durante los últimos años de su vida, su columna Retales de la Historia en este periódico, donde reflejaba los resultados de múltiples horas de investigación en el Archivo Municipal. 
 
          Desde niño, Cola Benítez se sintió fuertemente interesado en un pasado sentido como propio. Cuando era cuestionado sobre cómo nació su interés por el pasado de Santa Cruz de Tenerife, aseguraba que lo había heredado de su abuelo Anselmo J. Benítez quien, desde 1952, da nombre a una de las calles de la capital.
 
          Luis Cola se sentía muy orgulloso de su abuelo, que fue concejal y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz durante 14 años. Su antepasado fue fundador de un museo, archivo y biblioteca en Villa Benítez, así como de la industria tipográfica más importante de Canarias, la imprenta Benítez, situada en la calle de San Francisco, 8. Desde allí logró salvaguardar la Fuente de la Pila, primer chorro público de la ciudad y único elemento de ornato que se conserva del siglo XVIII. 
 
La Tertulia Amigos del 25 de Julio propuso al alcalde la apertura del expediente de honores.
 
          El excronista oficial de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife escribió una decena y media de libros y cientos de artículos para dar a conocer la historia de la ciudad que le vio nacer y en la que fallecería a la edad de 83 años el pasado mes de agosto. Fue pocos días después de su óbito cuando la Tertulia Amigos del 25 de Julio, de la que Cola Benítez fue cofundador, remitió una carta dirigida al alcalde José Manuel Bermúdez solicitando, en base “a los méritos y valía intelectual” de Luis Cola Benítez, la apertura del expediente para que, en concordancia con lo que se establece en el Reglamento de Honores del Ayuntamiento capitalino, se le diera su nombre a una plaza o calle en esta ciudad.
 
          “Así quedaría perpetua memoria para satisfacción de los santacruceros actuales y conocimiento de las futuras generaciones, del agradecimiento debido a quien ha sido uno de nuestros mejores conciudadanos”, se podía leer en la misiva que firmaba el presidente de la citada Tertulia Amigos del 25 de Julio y hoy sucesor de Cola Benítez como cronista oficial de Santa _Cruz de Tenerife, José Manuel Ledesma Alonso.
 
Plaza Luis Cola Benítez Custom
 
Ubicación de la nueva Plaza Luis Cola Benítez (Composición gráfica de la Tertulia)
 
          Finalmente, el ayuntamiento aprobó en el pleno celebrado este vienes conceder su nombre a la plaza que da hacia la calle que lleva el nombre de su abuelo Anselmo J. Benítez, situada entre las calles de Pérez de Rozas y Juan Pablo II, por un lado, y entre la calle de Benavides y la Rambla de Santa Cruz, por el otro.
 
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