Buques de cabotaje (Puerto y puerta - 106)

Por Rafael Zurita Molina  (Publicado en el Diario de Avisos el 21 de abril de 2013).

  

          Vadeando la cada vez más expansiva crisis que padecemos, fijamos hoy nuestra atención en los buques de cabotaje, rememorando su cardinal importancia en el tráfico de mercancías entre las islas y, sobre todo, entre el puerto de Santa Cruz con los del Sur de Tenerife y La Gomera. Y al tiempo, cabe apreciar la normal actividad de la Autoridad Portuaria de esta provincia, cuando nos informa que en la semana que hoy termina vuelven a superarse los veinte mil visitantes vinculados al tráfico de cruceros. Destaco la normalidad, sin comparanzas.

          Sobre el tráfico de cabotaje especialmente en el Sur de Tenerife, hago un poco de historia: La carretera del Sur comenzó a construirse a mediados del siglo XIX y, realizándose por tramos desde Santa Cruz hasta Los Cristianos, se finalizó en torno a  los años cuarenta del siglo XX. Mientras, los pueblos se comunicaban a través de los caminos reales y vecinales. Hasta los años treinta la comunicación normal desde esta capital con los pueblos de las comarcas de Abona y Adeje se realizaba por vía marítima.

          De tal manera, con la colaboración del Cabildo Insular, se construyeron elementales vías de comunicación entre los núcleos urbanos y la costa, con sus respectivos puertos:  Poris de Abona, El Médano, Los Abrigos, Las Galletas, Los Cristianos, La Caleta, Playa de San Juan, Alcalá y Puerto Santiago.

          Abreviando, transcribo unas pocas líneas que escribí en el libro Crónicas del Puerto de Santa Cruz de Tenerife: No está de más reiterar la enorme importancia que tuvieron los buques de cabotaje en el tráfico interinsular de mercancías, así como la esencialidad de los puertos comarcales e insulares que les sirvieron de base en sus operaciones de carga y descarga.

          Se conocían bien las figuras y nombres de los barcos: Adeje, Águila de Oro, Boheme, El Guanche, Isora, Marte, Sancho II, San Juan de Nepomuceno, San Miguel, Taoro, Villa de Arico, y algunos otros. Estos barcos pertenecieron a acreditadas navieras y  armadores, como Otho Thoresen, Enrique Wolfson, Álvaro Rodríguez López, Juan Padrón Saavedra, José Peña Hernández, Trujillo Mora y Hermanos... sin olvidar a las arraigadas firmas de Hamilton y Fred Olsen, venturosamente activas.

          En el último tercio del siglo XX, al concluirse las obras de la autopista del Sur, se produce el progreso equilibrado y armónico del conjunto insular. La flamante vía se prolonga hasta la isla de La Gomera a través de un puente marítimo establecido desde Los Cristianos hasta la rada de San Sebastián. Esta comunicación marítima alcanza a nivel nacional uno de los índices más altos en cuanto a tránsito de pasajeros. ¡Pasado, presente, y futuro!

  

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