La hermosa historia de una heroica Gesta. (Punto final))

Por Emilio Abad Ripoll   (Publicado en La Provincia el 19 de septiembre de 2012).

 

          El pasado 24 de agosto, y en las páginas de La Provincia, el Grupo de Opinión Tamarán publicaba un artículo bajo el título “El hermoso cuento de una ‘heroica’ gesta”, y en el que se vierte una serie de mentiras, infundios y descalificaciones que dicen muy poco en favor de las intenciones de los firmantes del trabajo.

          Sin pretender dar lecciones a nadie, simplemente con el objetivo de dejar clara la verdad, hemos redactado unas líneas en las que se comentan los errores y falsedades encontrados en el citado artículo.

               1.- Dice Tamarán: “nos consta que dicha supuesta gesta no fue tan heroica…"

                    Tertulia: También nos consta a nosotros, basándonos en nuevas fuentes que ustedes no han consultado, que sí lo fue.

               2.- Y continúa Tamarán: "… y terminó en una Capitulación… lo que viene a significar que no hubo vencedores ni vencidos”.

                    Tertulia: Como si fuera un empate a cero, vamos. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua dice que capitulación es un “Convenio en que se estipula la rendición de un ejército…”. Rendición, sí, de unos invasores que no habían conseguido ninguno de sus objetivos, estaban encerrados y rodeados por los defensores en un convento, sin alimentos, sin la menor posibilidad de apoyo inmediato, que habían perdido a su Comandante en Jefe y a varios de sus principales mandos, además de haber sufrido centenares de bajas.

               3.- Dice Tamarán que el ataque se desarrolló entre el 21 y el 24 de julio de 1797.

                    Tertulia: Error. Fue entre el 22 y el 25.

               4.- Tamarán nos dice que el jefe de los españoles, el Teniente General Gutiérrez,  era Capitán General de Canarias.

                    Tertulia: Su cargo era de Comandante General. La denominación empleada por Tamarán desapareció con la llegada de la dinastía borbónica.

               5.- Según Tamarán, Nelson era Capitán de Navío cuando el ataque a Santa Cruz.

                    Tertulia: También es inexacto. Se le concedió el grado de Contralmirante el 1 de abril de aquel año 1797, con antigüedad del 2 de febrero.

               6.- Tamarán escribe refiriéndose a Nelson: “No Almirante…”

                    Tertulia: El término “Almirante” se emplea indistintamente para Contralmirante, Vicealmirante o Almirante, al dirigirse o referirse a las personas que ostentan ese grado. Por tanto es correcto hablar de Nelson como Almirante.

               7.- Dice Tamarán que aunque Nelson “ya era un marino muy destacado… aún no se había ganado la fama y la gloria que consiguió en la famosa batalla del Nilo…”.

                    Tertulia: Si hubiera conquistado Tenerife, la historiografía inglesa no lo hubiese ocultado y habría sido más famoso meses antes.

               8.- Puntualiza Tamarán “… que Santa Cruz, en el momento de los ataques ingleses no era más que el barrio portuario de la Ciudad de La Laguna, Capital de la isla de Tenerife…”

                    Tertulia: De acuerdo, era un barrio, si ustedes lo quieren considerar así, de La Laguna, (lo que no es cierto, pues el Lugar de Santa Cruz contaba con “alcalde real”, cosa que no se podía decir de un barrio), pero con una población que en 1796 rondaba los 7.000 habitantes (unos cientos menos que la capital de la isla, a la que alcanzaría en el censo de finales de siglo). Un barrio, si a ustedes les gusta, pero en el que residía el Comandante General de Canarias, a cuyo alrededor se agrupaban los Jefes de todas las Armas y Cuerpos militares; que albergaba las Oficinas de la Aduana Real, con sus almacenes, la Tesorería y la Contaduría y otras dependencias oficiales; que además contaba con dos hospitales, al menos 33 establecimientos comerciales abiertos al público, 9 de ellos mayoristas, y en el que radicaban 5 escribanos públicos, lo que habla bien a las claras de la pujanza de la población de lo que Tamarán califica, a renglón seguido de “caserío”.

               9.- Continuando su párrafo anterior, Tamarán dice que “Había surgido al amparo del pequeño muelle que formaba puerto y lo integraba un caserío de pescadores, marineros y algunos comerciantes.”

                    Tertulia: Claro que el puerto era pequeño si lo comparamos con las colosales dimensiones de los actuales, pero por aquel “pequeño puerto” entraba y salía, en la época que tratamos, más del 60 % del tráfico de Canarias y, además, era el único autorizado para el comercio con América.

               10.- Según Tamarán “Aquella costa estaba defendida por un Castillo que se consideraba el principal de la isla…"

                    Tertulia: Muy erróneo. El frente marítimo de Santa Cruz, en julio de 1797, estaba defendido por 3 Castillos, 2 Fuertes y 9 Baterías. Este dato realza la importancia que la Corona daba al “pequeño puerto” y al “caserío”, ni más ni menos que la única Plaza Fuerte del Archipiélago.

               11.- Sigue Tamarán continuando su párrafo anterior: “… y que en el momento del ataque de los ingleses servía de residencia al Capitán General de Canarias, máxima Autoridad militar en el Archipiélago.”

                    Tertulia: El Castillo de San Cristóbal no era la residencia del Capitán General (sic), pues el General Gutiérrez vivía en una casa particular.

               12.- Puntualiza Tamarán que “un Capitán General anterior, en 1656, desacatando Real Cédula del Rey Felipe V, había trasladado la sede de la Capitanía General desde Las Palmas de Gran Canaria,…”

                    Tertulia: En 1656 era absolutamente imposible que alguien desacatara un Real Cédula de Felipe V, por el sencillo motivo de que al futuro monarca le faltaban 27 años para nacer y 44 para que fuese reconocido como Rey de España en el testamento de Carlos II. Seguramente se querían referir a Felipe II (por lo menos se acertó en el nombre). Y otro absurdo: en aquellos tiempos, y en los actuales, era, y es, absolutamente impensable que un militar de alto rango cambiase su lugar de ubicación sin conocimiento y aprobación de la Corte, entonces, o del gobierno, ahora.

               13.- Tamarán opina que Nelson vino a Tenerife a llevarse un barco cargado de riquezas.

                    Tertulia: Falso. Recomendamos a los componentes de Tamarán que lean la correspondencia entre Nelson y su superior inmediato, el almirante Jervis. Ahí verán que para cumplir la orden recibida, Nelson pide hasta 3.700 hombres para poder hacer el trabajo en 3 días. ¿Solo para robar un barco tamaño despliegue, cuando aquella misma primavera dos fragatas inglesas se habían llevado de la bahía de Santa Cruz un barco español y otro francés? ¿Iban a ser tan tontos los tinerfeños como para reincidir en el error y dejar un barco con un cargamento muy valioso fondeado en la rada y no poner a buen recaudo lo que llevaba a bordo? Y leyendo esas cartas comprobarán que las instrucciones dadas al Contralmirante se refieren no sólo a Tenerife, sino también a Gran Canaria y las demás islas.

               14.- Según Tamarán, la fuerza naval bajo el mando de Nelson era “una flota poco importante…”.

                    Tertulia: Aquellos 4 navíos (no 3), 3 fragatas (no 4), 1 cúter y 1 bombarda montaban la friolera de 393 bocas de fuego, frente a las 89 emplazadas en las defensas tinerfeñas. Y enfrente no tenían ningún barco de guerra español.

               15.- Y sigue el párrafo de Tamarán: “y un exiguo número de hombres de guerra”, asegurando que contaba Nelson con 200 hombres (tripulaciones más fuerzas de desembarco) por navío y 100 por fragata.

                    Tertulia: Falso. La verdad es que por navío eran 200 y por fragata 100 los que constituyeron la primera oleada de desembarco, que por tanto se compuso de no menos de 1.100 hombres, sin contar oficiales y suboficiales, ni los que viajaban en el cúter Fox. Eso rebate también una afirmación posterior de Tamarán acerca de que en la Plaza se encontraban 340 ingleses. (Descontando las numerosas bajas, su número rondaba los 700).

               16.- Dice Tamarán que el Theseus y los otros barcos “bombardearon las defensas del Lugar”.

                    Tertulia: Tan sólo fueron una fragata, no el navío Theseus, y la bombarda las que cañonearon Paso Alto la tarde del 24.

               17.- Según Tamarán, los ingleses “atacaron y tomaron posesión de un convento… el de San Francisco”.

                    Tertulia: El convento, que, por cierto, era el de Santo Domingo, no fue ni atacado ni tomado por los ingleses, pues su “guarnición” era un puñado de frailes que no opusieron ninguna resistencia a la entrada en el mismo.

               18.- Se refiere Tamarán a las condiciones exigidas por Hood, lo de que “en cinco minutos prendería fuego al pueblo”, o que “atacaría a los españoles a punta de bayoneta”.

                    Tertulia: En cuanto al fuego, los que corrían serio peligro de salir chamuscados eran ellos, encerrados en un convento. Y el ataque a punta de bayoneta, ¿lo harían saliendo de a uno por la puerta de edificio religioso frente a sus sitiadores? Sandeces.

                19.- Critica Tamarán que Gutiérrez permitiera a los ingleses retirarse con sus armas y tacha de “indecorosas” las condiciones de la Capitulación.

                    Tertulia: Se une Tamarán al corifeo de los detractores de Gutiérrez por ese tema que quedó absolutamente zanjado hace una década, cuando se localizó en el Archivo Militar de Canarias una carta en la que, a requerimiento del Rey, explica el General las causas que le llevaron a ello. Léanla, por favor. Y la respuesta de S.M.

               20.- Según Tamarán, Gutiérrez “envió a bordo dos ‘tinetones’ de vino canario”.

                     Tertulia: Se trataba de dos limetones, una especie de garrafas.

               21.- Parece considerar Tamarán como una victoria que “los ingleses lograron desembarcar”.

                     Tertulia: Obviamente ello conlleva que fue un desastre o una derrota que tuvieran que reembarcar sin conseguir ninguno de los objetivos que Jervis y Nelson se habían marcado, ni siquiera saquear a fondo, como hicieron en otros lugares del Archipiélago otros invasores; los de Nelson sólo se llevaron de Tenerife a algunos de sus muertos (muchos quedaron en el fondo del mar) y a sus heridos.

               22.- Opina Tamarán que la aureola que rodea al cañón Tigre “es una exageración con visos de leyenda”.

                     Tertulia: A lo mejor es una leyenda, pero una hermosa leyenda, como tantas que adornan las mejores páginas de la Historia. De todas formas, y por pasiva, ¿alguien ha demostrado que no fuera el Tigre el que arrancó el brazo a Nelson?

               23.- Tamarán afirma que “el Capitán (sic) General escapó de un consejo de guerra por los avatares socio-políticos del momento”.

                     Tertulia: La guinda. No sabemos cuales eran esos "avatares", pero sí conocemos la existencia de dos cartas, una de Godoy y otra del Ministro de la Guerra, a Gutiérrez transmitiéndole la felicitación de Carlos IV y ofreciéndole  una pensión o el ingreso en una Orden Militar por su actuación, lo que no parece el preludio de la formación de un consejo de guerra.

               24. Tamarán no dice nada de nuestros 24 caídos en la Gesta, entre ellos dos grancanarios.

                    Tertulia: Nos entristece.

          En fin, ya terminamos. Ni el Grupo Tamarán, ni mucho menos la Tertulia Amigos del 25 de Julio, tenemos los conocimientos y el prestigio de un personaje tan ilustre como fue don Juan de Contreras y López de Ayala, Marqués de Lozoya (1893-1978). En su monumental Historia de España (Tomo V, página 355) aquel gran investigador e historiador -que no era tinerfeño- calificó esta Gesta, que el Grupo minusvalora y la Tertulia ensalza, de la siguiente manera:

                    "...La defensa de Tenerife es la página más gloriosa de la historia canaria desde su incorporación a España..."

          Ni más, ni menos. Les pese a unos y nos llene de orgullo a otros, no le busquemos, pues, más pies al gato.

- - - - - - - - - - - - - - - - -


          Visto el nuevo artículo del grupo Tamarán (09-09-2012), hemos añadido al principio el subtítulo de “Punto final”, que deja bien claras nuestras intenciones, como Asociación, en el futuro con respecto a este asunto. Seguimos así el consejo del filósofo e historiador don Julián Marías: “Es inútil tratar de convencer a los que no quieren convencerse”.