Emprendedores (Puerto y puerta - 71)

Por Rafael Zurita Molina  (Publicado en el Diario de Avisos el 01 de julio de 2012).

 

          ¿Que más decir sobre esta crisis económica? En estos tiempos que vivimos gozan de especial consideración aquellas personas que se deciden  a emprender una obra o un negocio. No se nos esconde que tal determinación, adoptada con cordura, exige, además de contar con la precisa información y conocimientos sobre la materia que se quiere abordar, contar, asimismo, con una gran dosis de coraje, que es sinónimo de ánimo y esfuerzo.

          Pero de nada serviría tan esperanzador equipaje, si no encuentra el decidido apoyo institucional, del carácter que sea, que impulse el sano ejercicio de agilizar la inevitable maquinaria burocrática, que es perfectamente compatible con el rigor administrativo. Es, según se dice, todo lo contrario a lo que aquí, en Tenerife, se practica.

          En el transcurrir de esta columna, atendiendo a comprometidas voces amigas que arguyen planteamientos comparativos para cuestionar la poca o mucha actividad de puerto, más de una vez hemos aducido la implícita relación operativa entre la Autoridad Portuaria y la iniciativa privada. Tanto es así, que, dejando aparte las necesarias infraestructuras, puede afirmarse que las advertidas carencias y los puntuales logros, son, como mínimo, compartidos.

          Hace unos cuantos meses, replicando ciertas razones sustentadas en sublimar lo negativo, decía que lo que más necesita y reclama nuestro puerto es un decidido compromiso y atención del mundo empresarial, y de los diferentes agentes que activan su maquinaria logística. Se trata de una gran empresa de servicio que obliga a impulsarla.

          En otra ocasión, tratando sobre los provisionistas de buques, afirmaba lo obvio: nuestra Ciudad está genuinamente asida y comprometida con el conjunto de actividades profesionales e industriales relacionadas con el movimiento de buques. Sin embargo, sobre las operaciones relacionadas con el avituallamiento -sabemos que vitualla es el conjunto de cosas necesarias para la comida-, cuesta entender que vehículos vecinos vengan cargados con verduras, frutas y demás productos del campo, para suministrar a los grandes cruceros de turismo que nos visitan. Si es recíproco, vale.

          Para terminar, dos buenas noticias que estimo interesantes. En junio del pasado 2011 el DIARIO nos comunicaba que el programa de educación ambiental Conoce nuestro puerto, que coordina José Manuel Ledesma Alonso, fueron más de 7.000 alumnos, de 150 centros escolares, los que visitaron el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Y un año después, el pasado 10 de junio, referidos al curso escolar 2011-2012, nos informa que efectuaron la didáctica visita otros 9.000 alumnos, de 159 centros escolares.

          Y ¿por qué no? entre los miles de jóvenes que ya conocen el puerto, y que pueden quererlo, se les despierte el espíritu de emprendedores, que les anime a crear un negocio propio. En Puertos de Tenerife hay mucho y bueno que hacer. Merece la pena. ¡Ojalá!

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