Escalas históricas (Puerto y puerta - 67)

Por Rafael Zurita Molina  (Publicado en el Diario de Avisos el 3 de junio de 2012).

 

          El tema que hoy inspira este espacio se deriva del Concierto Fuerzas Armadas 2012, celebrado el pasado 27 de mayo en el Auditorio de Tenerife Adán Martín, que estuvo a cargo de la Unidad de Música del Mando de Canarias, dirigida por el capitán don Miguel Ángel Mateo Gijón.

          Fue un concierto vibrante -no encuentro mejor calificación-, sobre todo en su segunda parte cuando contó con el acompañamiento de la denominada Banda de Guerra núm. 2 de la BRILCAN, así como con la coral y solistas de la Agrupación Lírica La Zarzuela del Círculo de Amistad XII de Enero. El escogido programa se magnificó por el expresivo realce interpretativo de los intervinientes, que trascendió al público asistente que colmaba el recinto.

          La ocasión impone resaltar la pieza musical escogida como cierre de la primera parte, que fue el poema sinfónico Magallanes, del compositor valenciano Ferrer Ferrán; encomiásticas notas dedicadas a la aventura oceánica que argumentó la historia del primer viaje alrededor del Mundo. Precisamente, la descripción de este trascendental periplo merece ahora nuestra atención.

          Indagando sobre la génesis de esta obra, hallé el quid de su origen: “El 20 de septiembre de 1519, tras un año de preparativos, zarpó de Sevilla un grupo de cinco carabelas de nombre Trinidad, San Antonio, Victoria, Concepción y Santiago, y tras tocar en Sanlúcar de Barrameda (se estrenó en esta localidad gaditana) alcanzaba la costa de la bahía de Río de Janeiro el 13 de diciembre”.

          Como ocurre otras tantas veces, se omite la escala en Santa Cruz de Tenerife; y hay que pensar que alguna culpa tenemos.

          La crónica nos recuerda, dicho de forma muy sucinta, que el 26 de septiembre de 1519 llegaba a la rada del puerto tinerfeño la flotilla de cinco naos capitaneada por Fernando de Magallanes, quien informó al Adelantado que el emperador Carlos I ostentaba el trono de España desde el mes de junio.

          Después de abastecerse de agua y provisiones, los navíos zarparon el día 29, orientando sus velas hasta Montaña Roja, en el litoral de Granadilla, en donde estuvieron fondeados dos días antes de partir rumbo al sudoeste.

          Una declaración exculpatoria se advierte en unas pocas palabras entresacadas de las que dejó escritas el pedagogo y político catalán Luis de Zulueta (1878-1964) durante una visita a Tenerife; son estas: “Por un hábito mental erróneo, propendemos a imaginarnos que España termina en Cádiz o en Algeciras, olvidándonos de que, más allá del mar, la Patria continúa, y de que, al lado de la España continental, existe una España oceánica”.

          La actualidad del puerto y de la ciudad, que hay que alentar, no está reñida con el conocimiento y la difusión de su mejor historia. Al contrario.

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