Noticias del Monasterio de S. Pedro de Gumiel de la Orden cisterciense
Por Pedro Ontoria Oquillas (Publicado en la revista "NOS INTERESA. Boletín Informativo de Gumiel de Izán", núm. 109, el 15 de diciembre de 2009).
Manuscrito del P. Basilio Mendoza. (Monasterio de San Isidro de Dueñas).
Entre mis papeles archivados del monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán constan unos datos del manuscrito Sypnosis monasteriorum Congregationis Hispaniae Cisterciensis, Castellae, et Legionis dictae, et alias S. Bernardi del padre Basilio Mendoza. Hacía muchos años que tenía referencias del manuscrito, pero fue durante mi estancia en Yverdon-les-Bains, cantón de Vaud (Suiza), cuando solicité a la biblioteca del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia) fotocopias de las páginas correspondientes a San Pedro de Gumiel de Izán cuyo bibliotecario correspondió con gentileza y amabilidad mandándome los pertinentes folios 271-275.
El padre Basilio Mendoza nació en Cifuentes (Guadalajara) y murió en Salamanca en 1790. Escritor ascético e historiador. Entró en el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta en 1734 y fue catedrático de Teología en Salamanca y abad del colegio de la Orden. Su obra principal impresa lleva por título Oraciones varias panegíricas, fúnebres y morales. Salamanca 1755 y se conservan manuscritas la Sypnosis monasteriorum Congregationis Hispaniae Cisterciensis, ms. escrito en 1753, custodiada en la biblioteca de la abadía de S. Isidro de Dueñas, y la Vida de la Venerable Ana María de la Concepción, guardada en S. Joaquín y Santa Ana de Valadolid. (Nota 1)
Doy a conocer el texto íntegro y su traducción castellana por primera vez en la revista gomellana NOS INTERESA. Informativo de Gumiel de Izán y agradezco a don Eutimio Herrero, otrora párroco de Santa María de Gumiel de Izán, su pronta disposición para revisar la traducción castellana, a la cual he añadido algunas notas puntuales para aclarar algunos conceptos y datos históricos. Por otra parte, creo interesante ilustrar el trabajo con algunas fotografías donde podamos contemplar restos variados del monasterio que aun sus ruinas perecieron, "etiam ruinae perire".
NOTITIA MONASTERII SANCTI PETRI DE GUMIEL ORDINIS CISTRCIENSIS.
HECHOS DIGNOS DE SER CONOCIDOS DEL MONASTERIO DE SAN PEDRO DE GUMIEL.
"Inter Monasteria nostrae Congregationis antiquum valde est hoc Sancti Petri, cuius fundator, tempusve fundationis, aliaquae ad ipsam facientia ignorantur. Hoc tantum ex instrumentis habetur: ante admissum Cistercium quatuor Abbates nigrae vestuum ibidem praecessise. Qua autem ratione Monasterium istud ad Cistercium devenerit a Manrique in hunc ferme modum traditur.
" Entre los Monasterios de nuestra Congregación es muy antiguo éste de S. Pedro, cuyo fundador, tiempo de fundación y circunstancias referentes a ésta se ignoran (Nota 2). Documentalmente consta tan sólo que antes de ser admitido en el Císter precedieron en él cuatro abades de hábito negro. (Nota 3) Por qué causa llegara a ser cisterciense este Monasterio lo ha transmitido Manrique más o menos de esta forma. (Nota 4)
Calatravenses quo arctuis nostris adherescerent, sive ut Morimundensem Archimandritam longe terrarum dissitum, adeoque minus superintendentem ipsorum curae, proprio in Hispaniae filio cohonestarent, cui vices suas committeret, et ad quem ipsi recurrerent in dubiis Priorem legesque, atque annuam suscepturi visitationem, Abbatiam Sancti Petri prope Gumielem in veteri Castella Regiam Domum, quae hactenus Monachorum nigrorum fuisset, reformari ad Cistercium solicitarunt.
Deseando los Calatravos mantener una relación más estrecha con nosotros, y pues el Archimandrita de Morimond moraba en lejanas tierras, y por ello poco al tanto de los asuntos de los mismos, para guardarle el debido honor en un hijo suyo que pudiera hacer sus veces en España y a quien pudieran acudir en sus dudas y de quien habían de recibir el Prior, las leyes y la visita anual; solicitaron que la Abadía de S. Pedro de Gumiel, en Castilla la Vieja, de fundación real y hasta entonces perteneciente a los monjes negros, pasara al Císter.
Actum est primo de admittendis Cistercii legibus, cum Abbate, et Monachis. Dein cum ipsi ad hoc faciles essent, ac novo jugo se colla submissuros sponte annuerent vocatus (Nota 5) Petrus est (alias Guido dicitur (Nota 6)) Abbas Morimundi, qui Regiam Domum de manu Regis acciperet, atque adduceret Monachos, per quos Cistercii Ritus, atque Ordinis Reformati disciplina edoceretur.
Se trató en primer lugar con el Abad y los monjes de que deberían aceptar las leyes del Císter, y como los mismos estuvieran dispuestos a esto y consintieran voluntariamente en someter sus cuellos al nuevo yugo, se comunicó (Nota 5) al Abad de Morimond, Pedro, (por otro nombre Guido (Nota 6) rogándole que recibiera de manos del Rey dicha abadía realenga y trajera monjes por quienes se instruyera en los ritos del Císter y disciplina propia de la Orden reformada.
Tum vero Alphonsus VIII. Castellae, et Toleti Rex, qui nullum unquam beneficium omisit erga Cistercium, Petro, et fratribus (Nota 8) Monasterium tradidit, privilegio expedito era 1232 octavo kal. Decembris. Hanc Abbatiam Cistercio adjudicatam, Sacra Militia Calatravae agente, compertum est; asserentibus Guidone Cisterciensi, et quatuor aliis Cistercii primis (Nota 10) Abbatibus, litteris post quinquenium expeditis, ex quibus constat milites plus aliquid in eo Coenobio habuisse, quam aliis. Videnda haec apud Manrique ad annum 1194. Quo admissio Cisterciensis instituti a Gumielensibus designatur.
Por fin, en la era de 1232 en el día octavo de las calendas de diciembre, Alfonso VIII, Rey de Castilla y Toledo, que nunca perdió ocasión de favorecer al Cister, (Nota 7) extendió el privilegio por el que entregaba a Pedro y sus hermanos (Nota 8) el Monasterio. Es seguro que esta Abadía fue adjudicada al Císter por intervención de la Milicia de Calatrava. (Nota 9) Así lo aseguran el cisterciense Guido y los otros cuatro abades primados (Nota 10) del Císter en sus cartas enviadas pasados cinco años, por las que consta que los caballeros tenían en este Cenobio algo más que en otros. Esto puede comprobarse en Manrique, año 1194, fecha señalada como la de admisión por los de Gumiel de la orden cisterciense. (Nota 11)
Admissa igitur per Guidonem Abbatem et stabilitis in ea Cistercii ritibus, Abbas Sancti Petri Gumielensis ipsius filius, mox Vicarius item cretus est, qui Calatravam per omnia administraret. Itaque, et prioris institutio, et annua visitatio Sacri Conventus, et cognitio causarum, si quae emergerent, coeteraque, quae Morimundi Abbas jure Paternitatis in ipsum poterat Praesuli Gumielensi delegavit. Datum id praecibus Alphonsi invicti Regis, et totius militiae, qui nec alienae linguae, gentisve tolerare Priorem, nec se recurssi ad Patrem, longa distantia paterentur privari, quam suis commodis, praecipue spiritualibus, morumque correctioni, ac disciplina oculatissime intentum desiderabant.
Admitida, pues, esta casa por el Abad Guido y establecida la liturgia cisterciense, el Abad de S. Pedro de Gumiel, ya hijo suyo, fue inmediatamente nombrado Vicario, quien administraría todo lo referente a Calatrava; es decir, el nombramiento del Prior y la anual visita al Sacro Convento, la instrucción de los asuntos judiciales, si alguno surgiera y cualquier otra cosa que pudiera serle delegada por derecho de paternidad por el Abad de Morimond al superior del de Gumiel. Fue otorgado esto a ruegos del invicto Rey Alfonso y de toda la Milicia para no tener que soportar someterse a un Prior de lengua y nación extranjera y estar privados por la lejanía del recurso al Padre a quien deseaban muy atento de visu a sus necesidades, especialmente espirituales; a la corrección de las costumbres y la disciplina.
Mansit Ecclesia Sancti Petri Gumielensis infecunda pro tempore; verum post septem supra centum annos ab admisso Cistercio, suscepit filiam in Betica Provincia, prope Hispalim a Sancto Isidoro pictam Asilanorum, sive Asindanorum Ducum (vulgo de Medina Sidonia) illustrem, atque primam fundationem, procurantibus, ne etiam Calatravensibus in dubio est. Et crediderint per eos solicitatam. Maxime dilatata Calatrava per totam Beticam: nec se unquam elongari a nostris passa, quas in cunctis consuleret, et per quos de observantiis instrueretur, certe arcersise Coloniam ex Sancto Petro argumento est, non nihil ad hoc contuisse Militiam Sacram.
Durante un tiempo la Iglesia de S. Pedro permaneció infecunda, pero 107 años después de su admisión en el Císter tuvo una hija en la provincia Bética, cerca de la Sevilla gloriosa, S. Isidoro, ilustre y primera fundación de los Duques Asilanos o Asindanos -vulgarmente de Medina Sidonia (Nota 12) y también sin duda promovida por los Calatravos y se pensaría que pedida por ellos. Habiéndose difundido enormemente Calatrava por toda la Bética y no soportando separarse nunca de nosotros a quienes pudiera consultar en todo y por quienes podía ser instruida en las reglas, es prueba de que la Sacra Milicia contribuyó en algo para que S. Pedro acudiese a Colonia.
Habuit item Cistertium aliam Ecclesiam in eadem Provincia, juxta Cordubam; dubium unde progenitam, et probabile etiam ex Sancto Petro. Verum haec domus, ut longe ab aliis posita, nec facile per Matrem visitanda ab observantia primum, deinde etiam defecerunt ab instituto.
Tuvo también el Císter otra iglesia en esta misma provincia, junto a Córdoba, si bien hay duda de su matriz, probablemente también S. Pedro. Pero esta casa, alejada como estaba de las otras y no pudiendo ser visitada de la madre, fue separándose primero de la observancia y después de la institución. (Nota 13)
Distat Coenobium ab oppido Gumielis ad millia passuum in loco plano, et fertile, quipe ex se pingui atque irriguo nativiis aquis; secundo lapide ab oppido Arandae; ab urbe Regia Burgis duodecimo; pertinet ad Episcopatum Oxomensem, in quo, et in libris Camarae invenitur taxatum florenes centum.
Dista el Monasterio de la población de Gumiel unos mil pasos de terreno llano y fértil, en sí mismo fecundo y regado por manantiales. A dos leguas de la villa de Aranda y a doce de la regia ciudad de Burgos. Pertenece al Obispado Oxomense, donde, según los libros de la Cámara, está tasado en cien florines. (Nota 14)
Porro domus ista eximiis illustratur Sanctorum exuviis, ex Colonia, hoc pacto adductis. Anno 1223 Ferdinandus Castellae Rex Abbatem Sancti Petri Gumielenis, Petrum, ibidem Dominguez dictum, legatione in Germaniam missit, quibusdam negotiis expediendis, quae brevi feliciterque peregit. Transiens ergo Urbem Coloniensem benigne ibi, et peramanter susceptus est ab Engelberto Pontifice Coloniensi (Martyre Christi futuro intra biennium) devoto quo exat animo in Monachos, et maxime Cistercienses. Plurimis itaque Sanctorum Reliquiis, quibus ea Provincia pro aliis locupletatur, Venerabilem Abbatem donavit, ut in suum Monasterium deferret. Quin, et aliis Praelatis, Canonicis, et Ecclesiis quibusdam exemplum fuit, ut similiter Abbati conferrent ex suis Sanctorum thesauris. Hinc celebre Sacrarium Sancti Petri, quod post fragmina multa, nec exigua, dispersaque per Hispaniam, integrum pene adhuc, aut certe inexhaustum perseverat. Porro Syllabum Sacrarum Reliquiarum, Abbati collatarum, in litteris testimonialibus ab Engelberto datis, insertum est. Qui cum egregium sit antiquitatis instrumentum, et Ecclesiae Coloniensis statum in eo tempore patefaciat; in gratiam studiosorum antiquitatis nonnihil ex eo proferam.
Finalmente esta casa es notable por las extraordinarias reliquias traídas de Colonia con la ocasión siguiente: El año 1223 el Rey Fernando de Castilla envió a Pedro, apellidado Domínguez, Abad de S. Pedro de Gumiel, a Alemania como legado para resolver ciertos asuntos lo que hizo felizmente en breve tiempo. Pasando, pues, por la ciudad de Colonia, fue acogido benignamente y por largo tiempo por Engelberto, Pontífice de Colonia, (mártir de Cristo dos años después) de corazón muy afecto a los monjes, especialmente al Cister. Con tal motivo regaló al venerable Abad para que llevase a su monasterio varias de las muchísimas reliquias de santos de las que es rica más que otras aquella provincia. Es más, movió con su ejemplo a otros prelados, canónigos e iglesias para que, de igual modo, dieran al Abad de su tesoro de santas reliquias. De aquí proviene el célebre Sagrario de S. Pedro, el cual, a pesar de su división y abundante dispersión por España aún permanece casi íntegro o en verdad inagotable. Al documento de autenticidad firmado por Engelberto se adjuntó el catálogo de las sagradas reliquias entregadas al Abad. Y por tratarse de un notable documento de la antigüedad, que también nos descubre el estado de la Iglesia de Colonia en aquel tiempo, en gracia a los estudiosos de la antigüedad, copiaré parte de él.
Ergo ita Archiepiscopus: Engelbertus ordinatione Divina Sanctae Coloniensis Ecclesiae Archiepiscopus universis Christi fidelibus, quorum conspectui praesens scriptum oblatum fuerit, in salutis auctore salutem.
Dice así el Arzobispo: Engelberto, por disposición divina Arzobispo de la Santa Iglesia de Colonia, a todos los fieles de Cristo a cuya presencia llegue este escrito, salud en el autor de la salvación.
Dominus Petrus, Abbas Sancti Petri de Gumiele Ordinis Cisterciensis, Vir actu, et habitu Venerabilis, pro Regni sui Castellae negotio, quod gerebat per Civitatem Coloniensem iter faciens, dum meritis Sanctorum se commendando, perambularet diversas loci nostri Ecclesiae, tamquam in horto deliciarum consito, florum decore vario, reperit rosas Martirum, lilia Virginum et Violas Confesorum in ipsarum Ecclesiarum gremiis confoveri, et tam devota, quam debita fidelium frecuentia venerari; et occulta fide prospiciens inestimabilia Sanctorum pignora plurimorum, tanquam Regina Austri, mensa Salomonis, cibis et apparatu Regio visis, non habet in aliquo spiritum haesitandi, asserens cum ipsa Regina: quae videret fore maiora, quam rumor, quem audierat in terra sua. Plenus itaque fide, et devotione ad instantiam nostram a diversis Ecclesiis nostris diversorum Sanctorum Reliquias sibi impetravit donare.
D. Pedro, Abad de S. Pedro de Gumiel, de la Orden del Císter, varón venerable por su vida y hábito, por causa de un negocio de su reino de Castilla que él llevaba a cabo, pasó por la ciudad de Colonia y visitando las diversas Iglesias de nuestra población para encomendarse a los méritos de los santos, encontró, como en un jardín de delicias, juntas flores de variada hermosura custodiadas en el regazo de estas iglesias y veneradas por los fieles con devota y asidua devoción; eran las rosas de los mártires, las azucenas de las vírgenes, los lirios de los confesores. Y como la Reina del Sur viendo la mesa, los alimentos y la pompa regia de Salomón, él mirando con visión de fe las inestimables prendas de tantísimos santos no tuvo la menor vacilación en afirmar como la Reina que lo que veía era mucho más que lo que por la fama había oído en su tierra. Y así lleno de fe y devoción, en presencia nuestra solicitó que se le donaran reliquias diversas de los distintos santos de nuestras diferentes iglesias…
Sequitur Reliquiarum Sanctorum syllabus, et unde singuli accepti distincta loca, sequenti serie.
Sigue el catálogo de las reliquias de los santos y de los lugares donde fueron adquiridas cada una.
Ab Ecclesia Sancti Gereonis, de reliquiis Thebae Legionis. Ab Ecclesia Sanctarum Virginum, de reliquiis earumdem, et corpus unius virginis. A magistra, et conventu Sancti Maximino, caput unum, et mentum Diasme Virginis, cum aliis ossibus ejusdem Colegii. A sorore Elisabeth reclusa apud Sanctum Marcellum, quondam Sanctimoniali Beati Maximino, caput Candidae Virginia, de eodem Collegio: et caput Georgii Martyris, et de scapula Petri Apostoli, et de pluribus aliis reliquiis intitulatis a praefata Magistra: et de capillis Magdalenae. A Domini Hermano de Saxonia, maioris Ecclesiae nostrae Canonico, caput unum de Collegio Virginum. A Decano et conventi Sancti Conuberti, de Reliquiis earundem Virginum, et Sanctorum Martyrum Nerei, Pancracii, et Aquilei.
De la Iglesia de S. Gereón, reliquias de la Legión Tebana. De la Iglesia de las Santas Mártires, reliquias de las mismas y el cuerpo de una de ellas. De la Madre superiora y del Convento de S. Maximino, una cabeza y el maxilar de Diasme, Virgen, con varios huesos del mismo grupo. De sor Isabel, reclusa junto a S. Marcelo y en otro tiempo monja de S. Maximino. La cabeza de Santa Cándida, Virgen del dicho grupo y la cabeza de S. Jorge, mártir, y parte del omóplato del Apóstol Pedro y otras muchas reliquias con su título. De dicha madre superiora, cabellos de la Magdalena. De don Hermann de Sajonia, Canónigo de nuestra iglesia mayor, una cabeza del grupo de las Vírgenes. Del Deán y del Convento de San Conuberto, reliquias de las mismas Vírgenes y de los santos Nereo, Pancracio y Aquileo.
A Magistra ex Conventu Sanctorum Machabeorum de Reliquiis earumdem Virginum. Ab Abbate, et Conventu Sancti Pantaleonis, de Reliquiis Sanctorum Innocentium, Sancti Vicentii Martyris, Sanctorum Evaldi, et Albini Martyrum; et Sanctorum Martyrum Foelicis, et Adaucti; et de petra supra quam sedit Dominus quando Discipulis suis ait: Messis quidem multa operarii vero pauci. Ab Abbate, et Conventu Sancti Martini, de Reliquiis Sanctarum Virginum. A Decano, et Conventu Sanctae Maria ad gradus, de Reliquiis earumdem Virginum, et Sancti Annonis Archiepiscopi Patroni sui. Ab Abbate Vallis S. Petri Cisterciensis Ordinis, caput unius virginis, ossa Simonis Martyris, et de Legione Thebeorum. A Decano Bonensis de eadem Legione. Ab Abbate Campensi Cisterciensis ordinis, caput unius Virginis, et multa alia ossa, et de liquore Iconis Dominae nostrae. Ab Abbate de Beinfed, Cisterciensis Ordinis, ampullam vitream cu moleo S. Catherinae. Ab Abbate de Bergis, Cisterciensis Ordinis, de reliquiis Sanctarum Virginum. Ab Abbatissa Sancti Quirini, de capite S. Benedicti Abbatis, de Sanctis Martyribus, Laurentio, Georgio, et Sebastiano, et de Sepulchro Dominae nostrae. Apud Sanctum Trudonem, costa Sancti Liberti Martyris, et de cineribus ejus, et sanguine coagulato, et de cineribus S. Trudonis, et de panno in quo involuta fuit Hostia, quae in carne conversa est”.
De la Superiora y del Convento de los Santos Macabeos, reliquias de las mismas Vírgenes. Del Abad y del Convento de San Pantaleón, reliquias de los Santos Inocentes, de San Vicente, Mártir, de los Santos Mártires Evaldo y Albino y de los Santos Mártires Félix y Adaucto, y (un trozo) de la piedra sobre la que se sentó el Señor cuando dijo a sus discípulos: “La mies es mucha y los obreros pocos”. Del Abad y convento de San Martín, reliquias de las Santas Vírgenes. Del Dean y del Convento de Santa María ad gradus, reliquias de las mismas Vírgenes y de San Annón, Arzobispo y patrón suyo. Del abad del Valle de San Pedro del orden del Císter, la cabeza de una virgen, huesos de San Simón, mártir, y de la Legión Tebana. Del Deán de Bonn, reliquias de la misma Legión. Del Abad Campense de la Orden del Císter, la cabeza de una Virgen y otros muchos huesos y líquido brotado de un Icono de Nuestra Señora. Del Abad de Beinfed de la Orden del Císter, una ampolla de vidrio con óleo de Santa Catalina. Del Abad de Berg, de la Orden del Císter, reliquias de las Santas Vírgenes. De la Abadesa de San Quirino (parte) de la cabeza de San Benito, Abad; y (reliquias) de los Santos Mártires Lorenzo, Jorge y Sebastián y del sepulcro de Nuestra Señora. De la Iglesia de San Trudón, una costilla de S. Liberto, Mártir; y cenizas y sangre coagulada; también cenizas de S. Trudón y (parte) del paño en que fue envuelta la Hostia que se convirtió en carne.
Hactenus Syllabus Sanctarum Reliquiarum, quibus enumeratis pergit Engelbertus alia dicere, quae nos omittimus.
Hasta aquí el catálogo de las Santas Reliquias, y una vez enumeradas Engelberto continúa diciendo otras cosas que nosotros omitimos. (Nota 15)
Corpora item Clarissimorum Parentum S. Dominici Ordinis Praedicatorum institutoris: Felicis inquam et Joannae in hoc Coenobio sepulta sunt. Porro Joannae corpus in templum Sancti Pauli Peñafilensis fratrum Praedicatorum translatum est, ibique jacet; Felicis autem Corpus adhuc in hoc Monasterio S. Petri requiescit, nullus tamen certa ratione illud poterit designare; quae forte incertitudo consulto est inducta, ne inde adducatur. Jacet etiam in eodem Coenobio Corpus Venerabilis Viri, et fortissimi militis Didaci Velazquez, qui instituendae Militiae Calatravensis Sancto Raymundo Abbati Auctor extitit, utque illa promoveretur egregie juvit, atque ab obitu S. Abbatis plura pertulit, variosque Militiae cusus toleravit, ut florens ea, inclitaque maneret.
Además en este Cenobio fueron sepultados los preclaros padres de Santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores: Félix y Juana. Más tarde el cuerpo de Juana fue trasladado al templo de San Pablo en Peñafiel, de los hermanos Predicadores, donde actualmente yace (Nota 16). El cuerpo, en cambio, de Félix descansa aún en este Monasterio de San Pedro, pero nadie puede identificarle con certeza y quizás esta incertidumbre haya sido procurada deliberadamente para que no sea llevado de allí (Nota 17). También yace en el mismo Cenobio el cuerpo del Venerable varón y valentísimo caballero Diego Velázquez quien con San Raimundo, Abad, fue promotor de la fundación de la Milicia de Calatrava y ayudó muy singularmente a su desarrollo y que hubo de soportar mucho después de la muerte del Santo Abad, tolerando los varios cambios de la Milicia con tal que permaneciera floreciente y gloriosa. (Nota 18)
Sepulcro del venerable frey Diego Velázquez en el antiguo Camposantillo de la iglesia de Santa María de Gumiel de Izán. Foto: 17-08-1977. En la actualidad se halla en la nave del Evangelio de la Iglesia.
Ruinas del monasterio de San Pedro de Gumiel. Foto de 1917. Vide: A. PELAEZ, Cuna y abolengo de Santo Domingo de Guzmán.Imprenta de Cándido Alonso y C.ª, Madrid, 1917 pg. 138. Una foto de 1931 puede verse en F. JIMENO VELA, El derruido monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán, sepulcro del venerable promotor de la Orden de Calatrava. En: “Hogar y Pueblo”, Burgo de Osma, nº 756, 24-01-1931.
Durante el reinado de Alfonso VIII (1158-1214) se construyó la iglesia románica del monasterio en forma de cruz latina, con una nave de 42 metros de longitud por 18 la del crucero (Nota 19). Por otra parte, Manrique, Muñiz y Zapater (Nota 20) nos hablan de una torre alta y antigua en la que se registran algunos aposentos obscuros, angostos y desacomodados, en los que encerraban a los culpados, remitidos por el Maestre al Abad de san Pedro para que como Superior los castigase. Sólo en el museo parroquial de Gumiel de Izán se han salvado algunos capiteles procedentes del antiguo claustro del monasterio y varios bustos y hermas constituyen la actual lipsanoteca de la iglesia de Santa María. En el Archivo Histórico Nacional de Madrid obran 147 pergaminos desde 1130 hasta 1618. Tal vez, sería interesante que el Ayuntamiento propusiera unas excavaciones que descubrieran los cimientos de la iglesia y del claustro románico.
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL. Clero. Gumiel de Izán, carp. 230, n.º 12.
El Pero Abat que aparece en la línea 17, “Diago Lopez et don Gomez; una faça de uinea a los Olmos entre filios de don Diago et Domingo Migael; un pedaço de casa de Pero Abat, susqueros: Mayor Lopez et dona Maria Armillez”, Timoteo RIAÑO RODRÍGUEZ, especialista del Cantar de Mío Cid, lo identifica con el Pero Abat, autor del Poema. Vide: Timoteo Riaño Rodríguez, Cantar de Mío Cid, Diputación de Burgos 1998. 3 vols. Véase tomo II pp. 308-313. En la línea 23: “Deinde misit domnus S. abbas fratem Dominici de Soria priorem et fratrrem Nicholaum cantores, et misit eos dompnus…” El prior Domingo de Soria es el célebre religioso que después de ejercer el cargo de notario real, había vestido el hábito cisterciense en San Pedro de Gumiel. Asistió a la solemne inauguración del monasterio de Villamayor de los Montes confirmando en 4 de marzo de 1228 en la carta fundacional: Dominicus de Soria presbiter, cf. [vide Gonzalo MARTÍNEZ DÍEZ/Vidal GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Colección diplomática del monasterio cisterciense de Santa María la Real, Villamayor de los Montes. Amabar. Burgos 2000 pp. pp. 62-65, doc. 29] y aparece testificando en varios documentos del monasterio de las Huelgas de Burgos [vide Amancio RODRÍGUEZ LÓPEZ, El Real Monasterio de las Huelgas de Burgos y el Hospital del Rey (apuntes para su historia y colección diplomática con ellos relacionada. Burgos: Imp. y librería del Centro Católico, 1907.
IGLESIA DE SANTA MARÍA. Capilla del Rosario.
Capiteles procedentes del monasterio San Pedro de Gumiel de Izán. En el verano de 1981 don Eutimio Herrero y Pedro Ontoria Oquillas reunieron en la Capilla del Rosario todos los capiteles que estaban desperdigados por el templo.
Capiteles del Museo Gomellano que se exhibieron en la exposición de las Edades del Hombre de 1988. Vide: CATÁLOGO Las Edades del Hombre. El Arte en la Iglesia de Castilla y León. Europa Artes Gráficas, Salamanca 1988 pp. 37-38.
Busto-relicario de Santa Úrsula. Baptisterio y Lipsanoteca de la iglesia Santa María. Busto-relicario del Bto. Manés de Guzmán
NOTAS.
1 Diccionario de Historia Eclesiástica de España. Dirigido por Quintín Aldea Vaquero.-Tomás María Martínez.- José Vives Gatell. Madrid 1973. Véase tomo III p. 1468.
2 Se refiere a la rama reformada cisterciense de la Congregación de Castilla o los Bernardos españoles. Véase Ezequiel MARTÍN, Los bernardos españoles. (Historia de la Congregación de Castilla de la Orden del Cister). Palencia 1953. Véase pp. 29, 35, 80 y 99.
3 Los nombres de los abades fueron Miguel, Sancho, Domingo y Tomás que rigieron el monasterio desde el año 1073 al 1182, tiempo durante el cual perteneció a los monjes negros, es decir de Cluny. Véase Mª Cruz RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, El monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán. Notas históricas (Siglos XII-XIII). En: “Santo Domingo de Caleruega. Jornadas de Estudios Medievales, 1992-1993”. Editorial San Esteban, Salamanca 1994 pp. 307-313. Un importante documento fechado el 14 de octubre de 1188 y confirmado por el abad Domingo del monasterio de S. Pedro de Gumiel y sus monjes, entre ellos “Don Manes de Caleroga” puede verse en Juan José VALLEJO, O. S. A., Santo Domingo de Guzmán y el monasterio de Santa María de la Vid. En: “Santo Domingo de Caleruega. Contexto Cultural. III Jornadas de Estudios Medievales. Caleruega 1994”. Editorial San Esteban, Salamanca 1995 pp. 334-338.
4 Angelus MANRIQUE, Cisterciensium seu verius ecclesiasticorum annalium a condito Cistercio, continens ab anno 1174 usque ad 1212 inclusive. Lugduni 1642-1659, 4 Vols. Vide tomus III, Lyon 1649, pp. 283-285.
5 El sentido literal de vocatus est es “se le llamó” (para que tuviera a bien venir), pero se traduce por “se comunicó … rogándole” para dar claridad a la traducción pues otra traducción resultaría un circunloquio demasiado largo. Realmente la “llamada” tuvo efecto, pues don Guido estuvo presente en Toledo en la toma de posesión el 23 de noviembre de 1194.
6 B. Mendoza, siguiendo a Manrique, da el nombre de Pedro al abad de Morimond; sin embargo, no está muy seguro de que sea así su verdadera denominación y especifica alias Guido dicitur, ya que en otros documentos se le denomina con este nombre, que es el verdadero.
7 La traducción en forma negativa “… que nunca perdió ocasión de favorecer al Cister” equivale a la forma afirmativa “… que siempre estuvo dispuesto a favorecer al Cister”.
8 Comete error al escribir Petro et fratribus pues el documento original dice Guidoni, Morimondensi abati, vestrisque successoribus, no fratribus. El documento original puede verse en Pedro ONTORIA OQUILLAS, San Pedro de Gumiel, monasterio cisterciense. NOS INTERESA, nº 39 (13.03.1998) pp.12-13.
9 Sobre el papel desempeñado por la Milicia de Calatrava véase Mª Cruz RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, El monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán. Notas históricas (Siglos XII-XIII), art. cit., pp. 313-314.
10 Primis tiene el significado de principales, es decir, los abades de las abadías patriarcales de La Ferté, Pontigny, Claraval y Morimundo. El cisterciense Guido o Guido el cisterciense se refiere en el texto al abad de la archiabadía de Cîteaux. Por lo tanto la traducción es: Así lo aseguran el cisterciense Guido y los otros cuatro abades primados del Cister en la carta enviada pasados cinco años (de la donación de Alfonso VIII, 23 de noviembre de 1194) donde se reconoce expresamente a Calatrava como fundadora del monasterio. Manrique alude a este escrito enviado por Guido de Cîteaux, cinco años más tarde, y firmado por los otros restantes abades cistercienses Nicolás de Firmitate, Gerardo de Pontiniaco, Guido de Claraval y Vicelo de Morimundo.
11 Ángel Manrique transcribe el documento sacado del archivo de S. Pedro de Gumiel, “ex Tabulario Sancti Petri”. (Op. cit., t.III, pp. 283-284, n. 2) poniendo equivocadamente 24 de noviembre en vez de 23. Lo que no sabemos es la causa que movió a Manrique a escribir “vobis donno Petro Morimundensi Abbati” en vez de “uobis dompno Guidonj morimondensi abbati”, como se dice en el manuscrito, que afortunadamente se conserva en el A. H. N. (Sección Clero-Gumiel, carp. 230, nº. 5).
12 Se refiere al monasterio de S. Isidoro del Campo, en Santiponce, cerca de las ruinas de Itálica. Fundado en 1301 por Alonso Pérez de Guzmán y su mujer doña María Coronel, que lo entregaron al abad de S. Pedro de Gumiel. Por espacio de 130 años y 7 meses (hasta el 27 de septiembre de 1431) estuvo en manos de los cistercienses, en cuya fecha los Duques de Medina Sidonia, descendientes del fundador, a pesar de las protestas de la casa patriarcal de Morimundo, desposeyeron a los monjes blancos, colocando en su lugar a los frailes de S. Jerónimo, que comúnmente en España se llaman de S. Isidro, tomando la denominación de dicho monasterio por ser la más principal casa que tuvieron en España. Entre 1550 y 1562 se formó en este monasterio un famoso foco de protestantismo, contándose entre sus monjes el tristemente célebre Cipriano de Valera. Los duques de Medinasidonia o Medina-Sidonia (en latín Assidonia), familia aristocrática castellana, es la rama primogénita de los Guzmanes, descendientes de don Alonso Pérez de Guzmán “el Bueno”, héroe de Tarifa. Su descendiente Juan Alonso de Guzmán (1410-1468), conde de Niebla y señor de Sanlúcar de Barrameda recibió de Juan II de Castilla el título de duque de Medinasidonia (1445), que fue confirmado posteriormente por Enrique IV (1460). Por lo tanto, B. Mendoza trastrueca los datos al referir la fundación del monasterio.
13 Probablemente se refiera al monasterio de los santos mártires Acisclo y Victoria que se mantuvo en la observancia regular con sus abades hasta el año de mil quinientos veintisiete. (Antonio BENAVIDES, Memorias de D. Fernando IV de Castilla. Tomo II, Madrid 1860 docs. XCIV, XCV, PP. 135-136.- Juan GÓMEZ BRAVO, Catálogo de los obispos de Córdoba y breves noticias históricas de su iglesia catedral y obispado. Córdoba 1778. 2 vols. Vide Tomo I p. 429.- Angel MANRIQUE, Op. cit., p. 285.- Roberto MUÑIZ, Médula histórica cisterciense. Tomo VI, Valladolid 1787 pp. 122, 182-183.- Miguel Ramón ZAPATER, Cister militante en la campaña de la Iglesia contra la sarracena furia. Zaragoza 1662 pp. 159).
Las posesiones del monasterio de S. Pedro de Gumiel en Córdoba puede verse en Mª Cruz RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, El monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán. Notas históricas (Siglos XII-XIII), art. cit., pp. 317-318.
14 Javier PÉREZ-EMBID, El Cister en Castilla y León. Monacato y dominios rurales (s. XII-XV). Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. Salamanca 1986 pp.576-581.
15 Jaime FERRERIRO ALEMPARTE ha tratado de la auténtica del arzobispo Engelberto de Colonia a don Pedro, abad de San Pedro de Gumiel de Izán en su viaje a Alemania en 1223 como enviado de Fernando III Vide: España y Alemania en la Edad Media. En: “Boletín de la Real Academia de la Historia” tomo CLXX (Madrid 1973) pp. 319-376 y 467-573; tomo CLXXI (Madrid 1974) pp.77-91 y 267-521. La leyenda de las once mil vírgenes. Sus reliquias, culto e iconografía. Universidad de Murcia, Murcia 1991. Acercamiento mutuo de España y Alemania con Fernando III y Alfonso X el Sabio. En: “España y Europa, un pasado jurídico común”. Actas del Simposio Internacional del Instituto de Derecho Común. (Murcia, 26/28.3.1985). Publicaciones del Instituto de Derecho Común. Murcia 1986 pp.179-222.
16 El traslado de la beata Juana de Aza a Peñafiel se debe al infante don Juan Manuel. Véase Lorenzo GALMÉS/Vito T. GÓMEZ, Santo Domingo de Guzmán. Fuentes para su conocimiento. Edición preparada por…Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1987 pp. 701-712.- Sor Carmen GONZÁLEZ, O. P., Santa Juana de Aza, “Madre de Santo Domingo”. Imprenta Monte Carmelo, Burgos 1997.- Cándido ANIZ IRIARTE / José María HERNÁNDEZ: Santo Domingo Canónigo de Osma. Presencia dominicana en la diócesis de Osma. Editorial San Esteban Salamanca 1997 pp. 25-36.- Sor Carmen GONZÁLEZ, O. P. / P. Ricardo CUADRADO, O. P., La “Santa Familia” de Caleruega. Imprenta Monte Carmelo, Burgos 2004 pp. 123-150.
17 Zapater, cuya obra es de 1662, escribe que el monasterio de san Pedro de Gumiel ”tiene en su capilla de San Pedro el cuerpo de don Felix de Guzmán padre de Santo Domingo; y junto a él está el de S. Mannes hermano mayor del santo, que recibió en Cister el hábito, quando el obispo don Diego” (Zapater, Op. cit., p. 21). Por otra parte, sabemos por RODRIGO DE CERRATO que el Beato Manés fue sepultado en el monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán: “Era fray Mamés un predicador ferviente, de conducta honesta, afable, humilde, alegre y benigno. Murió en el monasterio de sn Pedro de Gumiel, y fue sepultado con honor en su iglesia” (Lorenzo GALMÉS/Vito T. GÓMEZ, Op. cit., p. 364). Vide: Sor Carmen. GONZÉLEZ, O. P Beato Manés de Guzmán “Hermano de Santo Domingo”. Imprenta Monte Carmelo, Burgos 1997.- Pedro ONTORIA OQUILLAS, Reliquias del beato Manés de Guzmán en Gumiel de Izán. En: “Communio. Comentarii Internationales de Ecclesia et Teología. Volumen XXI Studium Generale, O. P., (Sevilla 1988) pp.76-90.
18 El primer historiador que nos da noticia de la sepultura de frey Diego de Velázquez en el Monasterio de san Pedro de Gumiel es su contemporáneo don Rodrigo JIMÉNEZ DE RADA en su De rebus Hispaniae, lib. VII, cap. XIV. Diversos autores insisten que sus restos estaban colocados en una arca muy grande de piedra. Sobre su tumba se grabó un epitafio en castellano que resume su vida y nos ofrece Manrique, traducido en latín, en sus Anales Cistercienses. Sus últimas palabras decían: “Después de obtener señaladas victorias de los enemigos de la fe, al llegar a la ancianidad, se retiró al monasterio de san Pedro de Gumiel, donde descansó en el Señor hacia el año 1196 con gran fama de santidad”. Vide: Pedro ONTORIA OQUILLAS, Moenia Sacra Gumielensis. Datos históricos de Gumiel de Izán. Ayuntamiento de Gumiel de Izán 1990 pág. 25; Notas histórico-artísticas del museo de Gumiel de Izán. En: “Boletín de la Institución Fernán González” nº 199 (Burgos 1082) pp. 278-280.
19 http://www.circuloromanico.com/index.php?page_id=buscador&search=Gumiel+de+Iz%E1n
20 Angel MANRIQUE, Op. cit., p. 284, nº 8: “Visitur hodie in Coenobio Sancti Petri turris antiqua, ex quadro lapide, et muro satis firmo, brevibus nimium mansionibus distincta, hisque satis obscuris, et incommodis: quibus, si aliquod crimen admisissent, includi Milites, atque arctae custodiae mancipati eo tempore solitos, traditio est: sive gravioris culpae reos Magíster ad Abbatem remitteret, quasi ad supremum caput totius Ordinis: seu tantum appellantibus provisum, ne incustoditi sententiam expectarent”.- Miguel Ramón ZAPATER, Op. cit., p. 163: “Una torre antigua, y por eso venerable, cuadrada, y fuerte, prevenida de aposentos, si bien obscuros, angostos, y desacomodados, dicen lo que fue el Monasterio de Gumiel; penosa carcel de los cavalleros, que hallados en algún crimen, remitía el Maestre al Abad, como Superior, para castigarlos. Así lo testifica inmemorial, y creible tradición”.- Robero MUÑIZ, Op. cit., p. 121: “Este monasterio parece servía en aquel tiempo de reclusión a los Caballeros delincuentes; y aún en el día permanece una Torre alta y antigua en la que se registran algunos aposentos obscuros, angostos y desacomodados, en los que, es tradición, encerraban a los culpados, remitidos por el Maestre al Abad de S. Pedro para que como Superior los castigase”.
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