El concepto de educador según Calasanz
Por Pedro Ontoria Oquillas (Publicado en El Día el 27 de noviembre de 1986).
La festividad del Día del Maestro, cuyo patrono celebramos hoy, nos hace evocar el ideal del educador según José de Calasanz. Calasanz tenía, acaso como ninguno antes que él, un concepto tan alto del educador, y particularmente del maestro elemental, que llega a llamarle “cooperator veritatis", cooperador de Dios en la propagación, en la difusión de la verdad. El maestro, según tal concepto calasancio, debe ser un apóstol, un misionero de la verdad que, difundiendo la luz, disipe las tinieblas de la ignorancia, salve a los hombres de la esclavitud intelectual y moral -“la verdad os hará libres”- y los haga verdaderamente felices. Tomás Campanella llamará a las Escuelas Pías fundadas por Calasanz “Instituto de la Sabiduría de Dios”.
Es de Él de quien depende, en cierto grado, el destino eterno, además del bien temporal de los hombres, tanto de cada individuo en particular como de las naciones en general. De donde el maestro, para poder cumplir bien una tan sublime como decisiva misión, debe, además, poseer una cultura suficiente y, por fin, debe poseer convenientes cualidades pedagógicas y conocer buenos métodos de enseñanza.
Pero un sujeto tal no nace espontáneamente. Calasanz lo sabe bien, y por eso exige una diligente selección de personas y una formación suficientemente solícita; ante todo en la vida espiritual e interior, y después en las letras, en la didáctica y en la pedagogía.
Ante todo, nuestro Santo quiere que ciertas cualidades y dotes físicas y psíquicas ya preexistan como sustrato biopsicológico en el futuro educador. Realmente, él intuía que ciertos tipos y ciertos caracteres, ya por naturaleza son educadores, mientras que otros no, por ser incapaces de todo ulterior desarrollo o adaptación.
San José de Calasanz no ha dejado por escrito ninguna obra pedagógica sistematizada en que se propusiera ampliamente su doctrina educacional, en tanto que la mayor parte de los pedagogos y educadores conocidos hicieron justamente todo los contrario, es decir, escribieron mucho en torno a las cuestiones pedagógicas, sin realizar, acaso, una obra de tanta magnitud como la que José de Calasanz llevó a la práctica. Gracias a estudios recientes de muchos de sus hijos, los escolapios, se conoce actualmente el pensamiento pedagógico de este insigne español, natural de Peralta de la Sal, por todo el mundo (1)
(1) El húngaro Gyorgy Sántha (1917-1975) ha sistematizado el pensamiento pedagógico de de Calasanz en San José de Calasanz. Obra pedagógica. Autores cristianos. Madrid. Primera edición 1956. Segunda edición, revisada por Severino Giner Guerri, 1984.
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