Presentación a cargo de Francisco Pomares de "El Santo en Tenerife"

Presentación  a cargo de Francisco Pomares  (Casino de Tenerife, 17 de diciembre de 2001)

         

          A veces se producen extrañas y felices coincidencias: una de ellas, relativamente reciente, fue la de conocer a Emilio Abad, traductor de esta divertida novela de Leslie Charteris que vamos a presentar hoy gracias al tesón del propio Emilio.

          Emilio, General en la reserva (lo que antes se llamaba reserva activa) es un intelectual absolutamente hiperactivo, una de esas personas que se resisten a cualquier forma de inactividad. Quizá por eso decidieron hacerle responsable del Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias (lo que nosotros conocemos como Museo Militar de Almeida, que es mucho más que un museo), y quizá por eso también, porque es incapaz de estar ocupado en sólo cuatro o cinco cosas al mismo tiempo, es por lo que tienen hoy este libro en sus manos.

          Emilio había traducido el texto del original inglés, y andaba buscando quien lo publicara. Alguien debió hablarle de nosotros, de esa pequeña editorial que es Ediciones Idea, un especie de chiringuito crecido a la sombra de la Agencia de Noticias IDEAPRESS, y que ha logrado la heroicidad de publicar alrededor de cien títulos en los últimos seis años, distribuidos en cuatro o cinco colecciones. No son muchos títulos, desde luego, pero puedo prometerles que los libros que hemos sacado de la imprenta en este tiempo, sólo los habríamos editado nosotros, y esa es casi una excusa suficiente para que esta editorial exista.

          Cuando Emilio nos trajo su traducción, el proyecto de publicarla nos divirtió mucho. Para la gente de mi generación, 'El Santo' es un referente televisivo con la cara de un dandy estirado y algo repelente que responde al nombre de Roger Moore. De crío me chupé a espaldas de mis padres bastantes horas de las aventuras catódicas de Simon Templer en casa de uno de mis amigos, hijo de un exiliado cubano de nacionalidad norteamericana, al que sus padres –más liberales que los míos–, dejaban ver mucha más televisión que a mí. A pesar de ello, mi amigo hizo carrera: creo que ahora es cantante pop.

          Pero volvamos al libro: lo cierto es que hasta que me lo contó Emilio, desconocía absolutamente que Simón Templar hubiera estado alguna vez en Tenerife. Cuando Emilio Abad me lo dijo, me pareció una obligación publicar su aventura chicharrera, nunca antes editada en España. Y es así como surgen las cosas: le dije que íbamos a sacar inmediatamente el libro (creo recordar que me juramente en hacerlo en un par de meses), y la verdad es que sólo hemos tardado en hacerlo algo así como un año.

          He de reconocer mi sorpresa a lo largo de este año por la paciencia de Emilio... Sólo un tipo que fue capaz de ejercer de jefe de logística de las fuerzas de paz de la ONU en Bosnia desde agosto del 95 a marzo del 96, soportando diplomáticamente impertinencias y malos modos de serbios, bosniacos y croatas, sólo alguien tan pertrechado para el entendimiento, la buena voluntad y la paz, como este militar de carrera y vocación que es Emilio, podía aguantar mis plantones e incumplimientos en el calendario editorial, y además poner cara de cristiana comprensión cada vez que yo inventaba algún enrevesado pero plausible cuento chino para justificar un nuevo retraso en la entrega del libro. Por cierto, que aprovecho ahora que está aquí presente nuestro esforzado y competente impresor, Juan Antonio Benítez, de Gráficas Tenerife, para pedirle disculpas por las muchas veces que le echamos la culpa de los incumplimientos en los plazos a la imprenta. En este libro y en todos los demás libros. El debe estar acostumbrado y se que sabe perdonarme.

          Y no les canso más. Sólo decirles que algo aprendió Emilio de regate en corto en los zocos de Turquía en esos tres años que se pasó por allí de agregado de Defensa, porque lo cierto es que acabó por salirse con la suya, y no sólo hemos publicado este libro, sino que en Ediciones Idea se decidió que sea el primero de una nueva colección que viene a sumarse a las que ya tenemos en librerías y que son 'La Quinta Columna', dedicada a libros escritos por periodistas, 'Cronos', dedicada a recuperar el patrimonio fotográfico de las islas, 'Rincones y Recuerdos', sobre el antiguo Tenerife, 'La Isla', sobre la historia de las Islas y también 'Idea Universidad', con textos para la enseñanza del periodismo. La colección que inaugura  El Santo en tenerife o también El picnic de los ladrones se llama "Con T de Tenerife", y va a rescatar textos descatalogados o antiguos o simplemente raros, escritos con Tenerife al fondo.

          Emilio es a partir de ya director y único responsable de esta nueva colección. Seguro que con él todo funcionará con más rigor y eficacia.

          Muchas gracias.