Los antiguos caminos (1) (Retales de la Historia - 9)

Por Luis Cola Benítez  (Publicado en La Opinión el 5 de junio de 2011).

 

           Además de las calles interiores, empedradas, embaldosadas o simplemente de tierra, en el antiguo Santa Cruz también existían los que expresamente se denominaban "caminos", que comunicaban o conducían hacia zonas de la periferia. Recordemos algunos: Camino de La Laguna, de San Andrés, de Los Campos, de Pescadores, de Las Cruces, del Canal, del Blanco, de los Coches, de la Costa, del Manicomio, de Salamanca, de Oliver, el Caminito de la Tierra y, por si no fuera suficiente, los Cuatro Caminos. Detengámonos en algunos, pues todos ellos, en su momento, constituyeron vías de convivencia vecinal imprescindibles para el desarrollo urbano y social.

          El más antiguo, sin duda, fue el de La Laguna, por la necesidad que tenía la capital de la Isla de comunicarse con su puerto. Comenzaba en las inmediaciones del castillo de San Cristóbal y, por La Caleta, calle Ancha, la Iglesia y el puente de El Cabo, alcanzaba San Sebastián, por donde comenzaba la subida de una áspera cuesta hacia el interior de la isla. En su primer tramo pasaba junto a la ermita de San Sebastián, que en un principio tenía la puerta orientada hacia arriba, como dando la bienvenida a los que llegaban de La Laguna. Sería interminable la relación de los trabajos que durante años y años fueron necesarios para mantener este camino mínimamente transitable, a pesar de ser el más importante de los que partían del puerto. En un momento del siglo XVIII, después de unas intensas lluvias torrenciales, llegó a decir un regidor lagunero que los problemas que presentaba este camino y que tanto preocupaban al Cabildo de la Isla habían desaparecido, pues ya no había camino.

          El de San Andrés era en principio una mala, estrecha y peligrosa vereda que, cuando no bordeaba el acantilado bajaba a la playa y sólo era transitable en las mareas bajas. Fue el general Ortega el que en 1854 arregló el primer tramo hasta Paso Alto para dar comunicación a la fortaleza del Santo Cristo, pero el resto siguió igual. De todas formas, el camino era tan estrecho que el ayuntamiento se quejaba en 1865 de que no le era posible cubrir el gasto necesario para que su anchura permitiera el traslado de los materiales para la escollera del muelle. A partir de 1910 comenzó la reforma necesaria de esta parte del camino, obras que se prolongaron durante años.

          Camino de Pescadores hubo dos en Santa Cruz, uno a cada extremo del pueblo: el que desde El Cabo partía ladera arriba, coincidiendo aproximadamente con la actual avenida Buenos Aires, y el que desde la playa de Roncadores subía por la cuesta de Los Melones, junto a Almeyda, en dirección al camino de Los Campos, hoy calle José Naveiras. Este último fue el primer camino a Los Campitos y a los Valles, pues el actual, el que parte de Barrio Nuevo, es posterior. Cuando en 1916 se inauguró el asilo de dementes, se le conocía como el camino del Manicomio, que hoy viene a coincidir con la calle Febles Campos. Tres años después se declaró el camino de Los Campitos de utilidad pública, pero el proyecto de la actual carretera no fue aprobado hasta 1923.

          Hacia el Norte, dentro de la población, se cita a veces el camino del Blanco, difícil de determinar con exactitud, que conducía hacia la zona de Almeyda y actual calle San Isidro. También a la calle San Francisco se le conoció en el XVII y XVIII como "camino que va a Paso Alto", pero son denominaciones que no perduraron. Hacia el Sur estaba el camino de las Cruces o de Los Llanos, que partiendo del barrio de El Cabo debía su nombre a un calvario situado en la zona, una vez pasada la ermita de Regla, que en los primeros tiempos era el inicio del camino Real que conducía a Candelaria y, en cota más alta, estaba el camino de la Costa, por el que se podía acceder al término de El Rosario. Esta denominación, La Costa, servía para identificar una amplia zona en las afueras a la derecha del barranco de Santos, de límites imprecisos, que comenzaba más arriba de El Cabo y el Llano de los Molinos, sin que sea posible determinar su alcance ladera arriba.

          En La Costa existían grandes extensiones de tierras baldías, con algunos cultivos de secano, y algunos de sus propietarios, en la segunda mitad del XIX, comenzaron a hacer pequeñas presas en el barranco de Santos para aprovechar las aguas invernales y conducirlas hacia sus cultivos, aunque sin grandes resultados, no obstante lo cual colaboraron en el ensanche del camino que partía desde Cuatro Caminos. En realidad, la redención de aquellas tierras llegó con las aguas del Canal de Araya, ya iniciado el siglo XX. Desde 1870 el barranco de Santos contaba con un nuevo puente –actual de las Asuncionistas– hecho por suscripción voluntaria particular, y que fue terminado cuando los dueños de fincas de la Costa ensancharon por su cuenta el camino.

          Cuando Santa Cruz todavía no llegaba a la plaza Weyler, encontramos citas de otro camino, el camino del Canal, de dudosa situación, aunque parece que viene a coincidir, aproximadamente, con la zona en la que más tarde nació la calle Nueva, hoy Méndez Núñez, por donde el constructor Julián Robayna tenía finca y hornos de cal.

          Y todavía había más caminos en el viejo Santa Cruz.