Personajes del Poema del Mio Cid enterrados en San Pedro de Gumiel (Burgos)

 

Por Pedro Ontoria Oquillas   (Publicado en El Día / La Prensa el 14 de abril de 2007)

 

          Entre las tradiciones del acervo histórico y cultural de la villa de Gumiel de Izán (Burgos) es digna de evocarse el enterramiento de dos renombrados personajes en el monasterio de S. Pedro de Gumiel y que nos recuerdan el 8º centenario del Poema de Mío Cid. Son los caballeros Pedro Bermúdez y Álvar Fáñez, personajes en los que se entremezcla la historia y la leyenda.

          Nuestro aserto del enterramiento de ambos caballeros en el monasterio de San Pedro de Gumiel se fundamenta en varios historiadores antiguos. Es de lamentar que el Cartulario de San Pedro de Gumiel, interesante, no sólo por el extraordinario número de documentos (más de 140 pergaminos en el A.H.N.) sino también porque alguno de ellos no será difícil que proyecte luz meridiana sobre temas burgaleses y oxomenses hoy un tanto velados por la neblina de varios siglos, formada por la apatía y el olvido, no haya salido todavía a la luz pública el volúmen correspondiente que agrande las meritorias Colecciones diplomáticas y Cartulariosque se han publicado en la comunidad de Castilla y León y en concreto de la provincia de Burgos. Sería una laudable tarea de la Universidad burgalesa. (Nota 1)

          ÁLVAR HÁÑEZ o Álvar Fáñez de Minaya (¿-1114), fue sobrino del Cid, que en el Cantar aparece siempre a su lado. Históricamente su vida transcurre más en la corte de Alfonso VI, de quien fue capitán. Debió ser hijo de Fanne Hanniz, conocido en documentos de 1049 a 1080, pero esto ayuda poco para la identificación del personaje. Aparece por primera vez en la Carta de arras del Cid a Jimena, en 1074. Participó en la conquista de Toledo (1085) y actuó repetidas veces como embajador de Alfonso VI ante los reyes de taifas. Fue lugarteniente de Alfonso VI en Valencia (1085-1086) y se convirtió en el verdadero dueño de la ciudad. En 1108 tomó parte en la batalla de Uclés y poco después se le encargó el gobierno de la ciudad de Toledo, que defendió de los ataques de los almorávides (1109). Murió en un combate en defensa de Urraca contra las milicias de Segovia, partidarias de Alfonso I el Batallador. Su vida la pasó prácticamente en lucha contra los árabes, que le temían más que a nadie, según refiere la crónica de Kitab al-Iktifá.

          Fáñez Minaya es el deuteragonista del Cantar de Mío Cid, pues está presente en todo el poema como lugarteniente de El Cid. Siempre le veremos joven y valeroso, si cabe, junto al héroe castellano, codo con codo en las batallas, unidos en la desgracia y el destierro, en la conquista y el éxito. Será precisamente el Cantar de Mío Cid el que mayor cantidad de datos y mejor perfil humano de Fáñez nos aporten. Ciertamente que el personaje principal y eje del Poema es el Cid Campeador, pero a su lado hay ciertos personajes, como es Alvar Fáñez de Minaya, que adquieren un relieve extraordinario.

Así:

               a) Alvar Fáñez responde al llamamiento del Cid en nombre de todos:

                    Entonces fabló Alvar Fáñez – su sobrino cormano:
                    convusco iremos, Cid – por yermos e por poblados...
                    siempre vos serviremos – como leales vasallos.
                    Entonces otorgaron todos – cuanto dixo don Alvaro...
                    albricia, Alvar Fáñez – ca echades somos de tierra!
                    mas a grand ondra – tornaremos a Castiella.
       
               b) Es consejero del Cid:

                    Toda la noche – yace Mío Cid en celada,
                    commo lo aconsejava – Alvar Fáñez Minaya...
                    Dixo el Campeador – bien fablastes, Minaya.

               c) Alvar Fáñez es alabado por el Cid:

                    Saliólos recibir – con esta su mesnada,
                    los braços abiertos – recibe a Minaya:
                    Venides, Alvarfáñez – un fartida lança.

               d) Resalta su generosidad:

                    Mucho vos lo agradezco, - Campeador contado...
                    D’aqueste quinto – que me avedes mandado,
                    pagar se ya della – Alfonso el Castellano.
                    Yo vos lo suerto – e avello quitado.

               e) Destaca la religiosidad de Alvar Fáñez Minaya:

                    A Dios los prometo – a aquel que está en lo alto:
                    fasta que yo me pague -  sobre mio buen cavallo,
                    lidiando - con moros en el campo,
                    que empleye la lança – e al espada meta mano,
                    e por el cobdo ayuso – la sangre destellando.

          Es extraño el relieve que cobra en el poema la figura del sobrino del Cid, un relieve que dista mucho de corresponder a la verdad histórica. El autor del poema coloca siempre a Alvar Fáñez al lado de Rodrigo Díaz, y como estratega a una altura tan grande como él. En toda acción importante Rodrigo le consulta y después sigue su consejo. En realidad no estamos seguros que Minaya siguiese al desterrado... ¿Por qué esta intervención tan poco conforme con la historia, en un poema que es esencialmente histórico? (Fray Justo Pérez de Urbel, Boletin de la Institución Fernán González, Nº 132 p. 640).

          El autor que afirma que Álvar Fáñez de Minaya estuvo enterrado en la iglesia de San Pedro de Gumiel es Lope García de Salazar en sus Bienandanzas. (Nota 2).  En el libro XXI al hablar del Título del linaje de Ligicamo e de su fundamiento e de dónde sucedieron dice que “de la generaçión de Álvar Sánchez Minaya, primo del Çid de Vivar, suçedió un cavallero que vino a poblar allí donde se llama Legiçamo e fundó aquel solar que es llamado Legiçamo e la Vieja e multiplicando allí grandes tienpos antes que Vilvao fuese poblada. E d'esta generaçión de uno en otro suçedió Diego Pérez de Ligiçamón, que fue buen cavallero, que es del que ay memoria que más valió; e avía por armas varras atravesadas, como las tiene el dicho Álvar Sánchez Menaya en el sepulcro de Sant Pero de Gomiel de Çan, donde yaze sepultado, segund que este linaje las tienen. E d'éste suçedió Sancho Díaz de Ligicamón, que valió mucho, e ovo fijos a Pero Díaz e e morió en la Vega de Granada e a Juan de la Guerra e a Diego Sánchez, que pobló en Ibarrasusi, e a Garçi Ferrández de Ligiçamón e otros fijos e fijas”.

          Sin embargo, parece ser que está enterrado en el monasterio de San Pedro de Cardeña, donde aún puede verse su sepulcro.

          Posibles reminiscencias de Álvar Fáñez Minaya por los contornos gomellanos sea la Fuente Minaya en Aranda de Duero. A la vera del camino real de Toledo y al lado del puente del río Bañuelos se hizo una reforma en la Fuente Minaya el año 1554 por orden del corregidor Álvarez de Toledo. La vena de agua y la fuente existían ya, y aun llevaban el mismo nombre de Fuente Minaya, que se aplicaba también al corro de casas y huertos que la rodeaban. ¿Estará relacionado el nombre de esta fuente con el de aquel guerrero, compañero inseparable del Cid... Álvar Fáñez Minaya?.(Nota 3). Y en un documento histórico se constata la permanencia por Gumiel de un Minaya que figura como Alcalde de la corte del Rey Alfonso VIII y contemporáneo del autor  del Cantar de mío Cid: “Dó é confirmo al Orden del Cister el Monasterio de S. Pedro de S. Pedro, cons sus términos, montes y dehesas. La granja de Villar de Miro, con sus términos. Toda la villa que antiguamente se llamó Anaya Alfonso, con su términos, ansí como lo amojonó Minaya, alcalde de la corte de mi aguelo el rey D. Alfón, con sus términos, Villamunio, Villateresa...” (Nota 4).

          PEDRO BERMÚDEZ. Se llama sobrino de El Cid (Nota 5) y primo de Minaya. El Poema afirma que las hijas del Campeador son sus primas carnales, pero se desconoce la base histórica de tal aseveración. Bermúdez aparece en el Poema como bueno, fiel, impetuoso y poco hablador: “Sodes muy bueno”; “Fabla, Pero Mudo, varón que tanto callas!”.

          Es una de las figuras relevantes del poema:

               a) Bermudez, soldado valeroso, pone la enseña del Cid sobre Alcocer y el Cid le entrega la espada Tizona:

                    Vino Per Vermudoz, – que la seña tiene en mano,
                    metióla en somo – en todo lo mas alto.
                    A so sobrino don Pero – por nombre llamó
                    tendió el braço – la espada Tizon le dio.
                    Prendetla sobrino – ca mejora en señor.

               b) Es alabado por el Cid:

                    E vos Per Vermudoz – la mi señal tomad:
                    como sedes muy bueno – tener la edes sin arth:
                    mas non aguijedes con ella – si yo non vos lo mandar.
                   Aquel Per Vermudoz – non lo pudo enurar,
                   La seña tiene en la mano – comenzó de espolonar.

               c) Desde Valencia parte a Medinaceli a recibir a doña Jimena, al frente de los caballeros comisionados.

               d) En compañía de Minaya va a Valladolid para entrevistarse con el Rey:

                    Pasando van las sierras – e los montes e las aguas,
                    llegan a Valladolid – do del rey Alfonso estava;
                    enviávale mandado – Peer Vermudoz e Minaya.

               e) Acompaña a los Infantes a Valencia:

                    A Fornando e a Diego – aguardar los mandó
                    A Per Vermudoz – e Muño Gustios.

               f) Sobresale su generosidad:

                    Don Fernando, tomad este caballo,
                    e dezid a todos que vos matastes al moro cuyo era,
                    e yo otorgarlo e con vusco.
                    El infante le dixo: don Pero Vermudez, mucho vos lo agra-
                    desco lo que dezides;
                    aun vea el ora – que vos meresca dos tanto.
                    En una campaña – tornados sos amos.
                    Assi lo otorga don Pero – quomo se alaba Fernando.
                    Plogo a Mío Cid – e a todos sos vasallos.

           Es el P. Francisco Berganza quien se hace eco y recoge la tradición gumielense de que Pedro Bermúdez, sobrino del Cid, estuvo enterrado en el monasterio de S. Pedro de Gumiel de Izán: “Pedro Bermúdez, hijo de Fernando Díaz, hermano del Cid, y de María Antolínez, fue Cavallero, de quien el Cid su tío hizo especial estimación: y por averle expermentado muy animoso, el escogio por su alférez, empleo, que desempeñó con todo lucimiento. En la Sacristía de del monasterio de San Pedro de Gumiel de Yzán, se muestra un sepulcro, que dizen ser de este Cavallero. Diferentes vezes he visto su cuerpo, que casi está entero; y he leido el rótulo de letra moderna, que está en una tablilla a los pies del sepulcro. Registré los papeles del Archivo; pero en él no hallé memoria de este Cavallero, aunque consta de donaciones, que este Monasterio estaba ya fundado en tiempo del Rey Don Alonso el Sexto: y que en él entraron Monges Cistercienses, en tiempo del Rey Don Alonso el Emperador”. (Nota 6).

          Loperráez transmitirá que “en la iglesia [del monasterio de S. Pedro de Gumiel], que es antigua, se halla un muybuen relicario, y se ven algunos sepulcros. Muchos han escrito que están enterrados en ella  Pedro Bermúdez, sobrino del Cid; el Padre de Santo Domingo de Guzmán; y que igualmente lo estuvo Doña Juana Daza, su muger, que despues trasladaron a Peñafiel; y otros muchos e insignes caballeros; pero lo que puedo yo decir es, que no se halla de esto memoria alguna” . Loperráez no cita quienes son esos muchos. Mas al decir “pero lo que yo puedo decir es que no se halla de esto memoria alguna” (Nota 7), no se expresa con claridad, ya que con certeza consta, por testimonios antiguos y posteriores, que fue panteón de los Guzmanes (Félix de Guzmán, Juana de Aza, Antonio y Manés de Guzmán) y también estuvo enterrado el cofundador de la Orden de Calatrava, Diego de Velázquez. Loperráez probablemente asumiendo el “ pero en él [archivo] no hallé memoria de este Cavallero” de Berganza lo amplía a todos los demás personajes.

          Sin embargo, tres iglesias aseguraron en tiempos poseer su tumba: Cardeña, San Martín de Burgos y San Pedro de Gumiel de Izán.

          ¿Por qué el interés del monasterio de San Pedro de Gumiel en atribuirse el enterramiento de sendos caballeros, Álvar Fáñez y Pedro Bermúdez? Debió existir alguna indeterminada conexión entre el monasterio de San Pedro y los orígenes del Poema, ya que algunos autores han defendido la hipótesis de que Pero Abat fue oriundo de Gumiel de Izán (Nota 8) y no ha faltado algún autor que lo relacionara con el tío arcipreste de Santo Domingo de Guzmán. (Nota 9). En esta época de la composición y elaboración del Poema de Mío Cid el monasterio de S. Pedro de Gumiel gozaba de gran prestigio social y cultural con su abad don Pedro Domínguez. (Nota 10).  El abad don Pedro Domínguez, hermano del famoso canciller de Fernando III el Santo, don Juan Domínguez, a quien la crítica moderna le atribuye la autoría de la Crónica latina de los reyes de Castilla, aparece como persona relevante en la política del santo rey castellano. Fue enviado por Fernando III de Castilla en 1223 a una visita diplomática ante el arzobispo de Colonia, Engelberto, que en aquel año llevaba las riendas del Imperio. Como resultado de amistad fue la inmensa cantidad de reliquias que le concedieron las diversas iglesias de Alemania que trajo para su monasterio de San Pedro de Gumiel. En su estancia en Alemania se entrevistó con diversas personalidades entre las cuales hay que destacar la que mantuvo con el abad Cesáreo de Heisterbach en cuyo Dialogus miraculorum aparece nuestro abad Pedro Domínguez. (Nota 11). Una de las crónicas colonienses se hará eco de la visita del abad don Pedro Domínguez a la capilla de los Reyes Magos en la Metropolitana de Colonia.(Nota 12). La amistad entablada entre el abad de Gumiel, amigo de Fernando III, y Cesáreo de Heisterbach es un hecho importante para poder fijar una vía de transmisión, a la vez escrita y oral, de leyendas maravillosas, y que más tarde serían recogidas en las Cantigas de Santa María del rey poeta. Junto con las reliquias iban los relatos de los milagros operados por ellas. Y con estas reliquias, el abad de Gumiel habría llevado también para el rey Fernando, así como para su convento, varios ejemplares del Dialogus miraculorum terminado a finales de ese mismo año de 1223. Alfonso X no sólo había heredado estas colecciones mariánicas de milagros, sino que muchos de estos milagros le eran sin duda muy familiares por haberlos oído contar y cantar cuando niño.(Nota 13).

          El monasterio de S. Pedro de Gumiel ¿sería también vía de transmisión y divulgación de los hechos gloriosos del famoso héroe castellano entre los caballeros de Calatrava que después recogería el oriundo de Gumiel de Izán, Per Abbat, en el Poema? Ningún Per(o) Abat reúne el cúmulo de circunstancias para ser considerado el autor del Poema de Mío Cid como Pero Abat, canónigo de Osma y clérigo en Fresno de Caracena, junto a San Esteban, que firma en documentos de 1196, 1202, como canónigo; en 1218,  como propietario de una casa en Gumiel de Izán; en 1220, como clérigo testigo del cabildo, en Fresno de Caracena. Fue también paisano y compañero de estudios y del cabildo de Osma de santo Domingo de Guzmán. El Per Abat gomellano se movería en el ambiente cultural del monasterio de S. Pedro de Gumiel de Izán y tendría estrechas relaciones con los monjes del monasterio. Per Abat ¿escribiría el Poema de Mío Cid como modelo y paradigma para los caballeros de las órdenes militares?

          El monasterio de San Pedro de Gumiel fue casa de los Caballeros de Calatrava: En 1158, reinando Sancho III el Deseado en Castilla, fue fundada la Orden de Calatrava por san Raimundo, abad de Fitero, para defender la fortaleza contra los ataques moros. Compañero en esta magna empresa fue frey Diego Velázquez “omme fijofalgo et noble et que fuera en otro tiempo al sieglo omme libre en fecho de caballeria, et era natural de tierra de Bureva, et en su mancebía criarase con el rey don Sancho”. Mientras Raimundo predicaba, Veláquez organizaba la resistencia, armaba a los cruzados, abastecía la plaza, guerreaba con el enemigo y salvaba la fortaleza. Así pudo ser defendida Calatrava por aquellos soldados y caballeros, mitad monjes y mitad guerreros, corderos al tañido de las campanas y leones al sonido de las trompetas. A la muerte de san Raimundo, acaecida en 1164, pensaron los caballeros que les estaba mejor y traía más cuenta ser gobernados por persona seglar, que por abades y monjes; y así... eligieron por Maestre de la Orden, o sea Superior general de todos, a don García. Sintieron los monjes residentes en Calatrava que se hubiese dado ese paso, modificando la primera institución y así resolvieron trasladarse a Cieruelos, con el abad Rodolfo, que ellos habían elegido. Acallóse pronto este sentimiento, y por vía de concierto el Maestre y caballeros dieron al Abad y monjes la casa de S. Pedro de Gumiel, con sus términos. Asimismo quedó in perpetuum hecha carta de hermandad entre la casa de Gumiel y sus monjes y la de Calatrava y sus caballeros en esta forma: que cuando el Maestre y freiles caballeros de Calatrava fueren a la abadía de S. Pedro, se asienten en el coro y tengan silla entre los monjes, y lo mismo cuando los monjes fueren a Calatrava tengan silla entre los caballeros, mezclados como hermanos.

          El venerable frey Diego Velázquez, promotor principal de la institución sagrada de la Orden de Calatrava y primer Prior del sacro Convento, se retiró vivir al monasterio de S. Pedro de Gumiel, después que el rey don Alfonos VIII en 23 de noviembre de 1194 le agregó al monasterio de Morimond, de la Orden del Cister,  en donde murió el año 1196, cargado de años, rico de méritos y muy fatigado de sentimiento y dolor, por saber que los moros habían vuelto a tomar Calatrava y otros muchos castillos de la comarca. Fue sepultado, como religioso de singular respeto, en arca de piedra muy grande que estaba  bajo un arco al lado de la epístola de la iglesia antigua del monasterio y que en tiempos de Berganza servía de sacristía. Sus restos mortales, poco después de la desamortización, tuvieron lamentable y trágica desaparición mientras que su sarcófago se conserva en la actualidad en la iglesia de Santa María de Gumiel de Izán.

          Por otra parte, una de las glorias del monasterio sería ostentar diversos sepulcros famosos, entre ellos los de los héroes o personajes del Poema de Mío Cid a cuya  transmisión y divulgación habría colaborado el monasterio de S. Pedro de Gumiel de Izán.

 

NOTAS

   1.- Cabe citar, v.gr., Documentación de la Catedral de Burgos por José Manuel Garrido Garrido; Documentación del Monasterio de San Juan de Burgos por F. Javier Peña Pérez, director de la colección “Temas y Figuras de Nuestra Historia” del Cajacírculo; Colección Diplomática de Fernando I  por Pilar Blanco Lozano;  Colección Diplomática del Monasterio de Sahagún por José María Mínguez Fernández, etc. Según los inventarios del monasterio de San Pedro de Gumiel, anteriores a la desamortizsción, la Biblioteca del Monasterio estaba muy surtida en el sigloXIII y contaba con más de 140 códices. Se registran diversos teams y autores y en cuato a observancias se hallaban los siguientes libros: Usos cistercienses primitvos, Rituales cistercienses, Ceremonial de Sna Basilio,  Ritual del Oficio Divino, Sermones manuscritos, Tatados místicos, etc. ( Vide Sor Carmen GONZÁLEZ, O.P., Beato Manés de Guzmán “Hermano de Santo Domingo”. Imprenta Monte Carmelo, Burgos 1997 p. 14).

   2.- Las bienadanças e  fortunas que escribió Lope García de Salazar estando preso en la torre de Sant Martín de Muñatones. Madrid: Gabriel Sánchez, 1884 (Estab. Tip. De E. Cuesta, á cargo de J. Giraldez). Reproducción del códice existente en la Real Academia de la Historia hecha por D. Maximiliano Camarón. Tirada de 200 ejemplares.
GARCÍA DE SALAZAR, Lope: LAS BIENANDANZAS E FORTUNAS. Códice del siglo XV.   Bilbao 1955. 4 mayor. XXXIII pág., 199 reproducciones fotográficas, 524 pág. 2 h. Encuadernación holandesa. Incluye la reproducción fotográfica de los libros XX al XXV del Códice que existe en la Real Academia de la Historia, la trascripción literal. Tirada de 1000 ejemplares.
Menú parnaseo.uv.es/Lemir/textos/bienadanzas/Menu.htm – 2k – En caché – Páginas similares.

   3.- VELASCO PÉREZ, Silverio :Aranda. Memorias de mi Villa y de mi Parroquia. Madrid, Industrial Gráfica, 1925 pp219-222.

   4.- LOPERRÁEZ CORVALÁN, Juan: Descripción  histórica del obispado de Osma. 3 vols., Madrid, Imprenta Real, 1788. Vide v. II, 185 nota 4.

   5.- “¡Ala Per Vermudoz, el mio sobrino caro!”. “A so sobrino don Pedro por nombrel llamó”.

   6.- BERGANZA, Francisco: Antigüedades de España..  2 vols., Madrid, Francisco del Hiierro, 1721. Vide v. I,  p. 571, nº 429.

   7.- LOPERRÁEZ,  CORVALÁN, Juan: Op. Cit.,  II, 186.

   8.- PALACIOS MADRID, Francisco: ¿Se escribió en Gumiel de Izán el Poema de “Mío Cid”? En: Boletín de la Institución Fernán González nº 142 (Burgos 1958) pp. 60-68 y nº 143 (Burgos 1958) pp.134-143; RIAÑO RODRÍGUEZ, Timoteo: Cantar de mío Cid. Diputación de Burgos, Burgos 1998. 3vols. ; ONTORIA OQUILLAS, Pedro: Pero Abat, autor del Cantar de Mío Cid, oriundo de Gumiel de Izán. En: EL DÍA/LA PRENSA, Sábado,. 9 marzo 2002 pp. 1-3.

   9.- GARCÍA DE CAMPOS,  Diego: Planeta. (Orba ascética del siglo XIII). Edición, introducción y notas por el P. Manuel Alonso, S. J. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.-Patronato Raimundo Lulio – Instituto Francisco Suárez. Serie D., núm. 1. Madrid 1943.

   10.- FERREIRO ALEMPARTE, Jaime: Acercamiento mutuo de España y Alemania con Fernando III y Alfonso X el Sabio.En: “España y Europa, un pasado jurídico común”. Actas del Simposio Internacional del Instituto de Derecho Común. (Murcia, 267. 3. 1985). Publicaciones del Instituto de Derecho Común. Ed. A cargo de A. Pérez Martín, Murcia 1986 pp196-197; Mª Cruz RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, El monasterio de San Pedro de Gumiel de Izán. Notas hist´rocias (Siglos XII-XIII).En: “Santo Domingo de Caleruega en su contexto socio-político, 1170-1221”.  Jornadas de Estudios Medievales, Caleruega 1992-1993”. Editorial San Esteban, Salamanca 1994 p. 317.

   11.- HEISTERBACH, Cesáreo de: Diálogos de milagros de Cesáreo de Heisterbach. Introducción, versión y notas: Dr. Zacarías Prieto Hernández. 2 vols., Ediciones Monte Casino, Zamora 1998. Vide vol. I p.415.

  12.- RODRÍGUEZ FLORES, Jesús Gerardo: Tras la pista de los Reyes Magos y la Estrella de Belén. http://www.astro-digital.com/7/reyesmagos.html .

  13.- FERREIRO ALEMPARTE, Jaime: Fuentes y contextos históricos de alglunos milagros de Cesáreo de Heisterbach poéticamente marianizados y musicalizados en las Cántigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, y su relación con el monasterio de Gumiel de Izán. El Museo de Pontevedra, ISSN 0210-7791,Nº 51, 1997. (Ejemplar dedicado a: Homenaxe a Xosé Figueira Valverde), págs. 527-538 y  en Boletín de la Institución Fernán González, nº 211, Burgos 1995, pp.263-271.