Centenario del fallecimiento de Ángel Guimerá

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 2 de junio de 2024).
 
 
Ángel Guimerá
 
 
 
Ángel Guimerá Jorge (Santa Cruz de Tenerife, 1845 – Barcelona, 1924). Hijo del catalán Agustín Guimerá Fonts y de la canaria Margarita Jorge Castellano, a la edad de 8 años marcharía con su familia a Barcelona, ingresando en el colegio San Antonio de los padres escolapios.
 
          En 1874 entró a formar parte de la Jove Catalunya, grupo que propugnaba la instauración de la autonomía catalana, reivindicándola en los medios de comunicación con poesías patrióticas y encendidos y elocuentes discursos.
 
          También fue uno de los fundadores y máximo exponente de La Renaixença o resurgimiento de las letras catalanas; revista que años más tarde se convertiría en diario, siendo Guimerá su director.
 
Su obra literaria
 
          Inició su carrera literaria en la poesía, llegando a ser considerado como uno de los grandes poetas catalanes de la época, con obras caracterizadas por una amplitud de estilos, desde el romántico y coloquial a los poemas políticos, muy patrióticos.
 
           Sin embargo, donde verdaderamente destacó fue como dramaturgo, comenzando a escribir obras de teatro, después de obtener el título de Mestre en Gai Saber, en 1877, al haber ganado sus terceros Juegos Florales consecutivos. 
 
          Sus dramas en verso Gala Pacídia, Judit de Welp, Mar y cielo, Rey y monje le convertirían en el dramaturgo en lengua catalana más importante de su generación.  
 
          De su segunda época, la de los dramas modernos, destacan sus obras maestras: María Rosa, Tierra baja, y La hija del mar, traducidas a trece idiomas, transformadas en óperas y llevadas al cine.
 
          La hija del mar fue estrenada en el Teatro Municipal de Santa Cruz de Tenerife, el 26 de noviembre de 1899, por la compañía de María Guerrero. Según la famosa actriz, “por petición expresa del autor de esta obra, vuestro paisano don Ángel Guimerá”. El teatro registró un lleno total y las ovaciones fueron apoteósicas.
 
          Sus discursos políticos fueron publicados en 1906 con el título de Cants a la Patria.
 
          El estribillo “som i serem gent catalana”, de su comedia musical La Santa Espina, se convertiría en un himno catalán, no oficial, de gran popularidad.
 
Reconocimientos
 
          En 1889 fue designado Presidente de los Juegos Florales. En 1892 ponente para la constitución regional catalana, organizado por la Unió Catalanista. En 1895 resultó elegido presidente del Ateneo barcelonés, pronunciando el discurso inaugural en catalán, lo que se hacía por primera vez en toda la historia de dicha institución. 
 
          En 1906 fue candidato para obtener el Premio Nobel de Literatura, pero la presión ejercida desde el Gobierno español daría lugar a que la Academia Sueca se lo diera a José de Echagaray, autor que se expresaba en castellano y no en otra lengua.
 
          Santa Cruz de Tenerife designaría con su nombre la calle Canales, donde había nacido, la cual transcurre desde la calle Valentín Sanz a la Plaza Weyler.
 
           Le pondría su apellido al Teatro Municipal y colocaría una estatua sedente de bronce con su figura en la plaza situada delante de su puerta principal.
 
Teatro Guimerá y Escultura de don Ángel
 
Teatro Guimerá y escultura de don Ángel
 
         
          Entre los intercolumnios de la fachada del Museo de Bellas Artes, un busto suyo forma parte de la decena de tinerfeños ilustres.
 
          La ciudad de Barcelona le nombraría Hijo Adoptivo, el 23 de mayo de 1909, colocando una estatua en la plaza del Pino, réplica fiel de la que se encuentra en nuestra capital. En 1911 fue nombrado miembro del Instituto de Estudios Catalanes.
 
          Su entierro, en el cementerio de Monjuic (Barcelona), constituyó una sentida manifestación de duelo, llegando congregar unas 100.000 personas.
 
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