El nombre de nuestras calles (136). Leocadio Machado López
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 24 de marzo de 2024).
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (136)
Calle Leocadio Machado López
En el barrio del Perú
Leocadio Machado López (Santa Cruz de Tenerife, 1865¬-1947).
Casado con su prima Tomasa Machado Real, quisieron que sus seis hijas fueran Maestras de Escuela, para que pudieran valerse por sí mismas, y que luego cada una estudiara lo que más les gustara; de manera que Mercedes sería la primera mujer licenciada en Derecho por la Universidad de la Laguna; Luisa llevaría un programa radiofónico muy famoso, “Las voladas de seña María”; Elvira compondría coplas canarias; Ángeles, sería directora de la Escuela Aneja de La Laguna, etc.
Leocadio obtuvo el grado de Bachiller en el Establecimiento de Segunda Enseñanza, sito en la plaza Ireneo González, en 1882. Ingresando luego en el ejército, donde llegaría a ser Oficial de Artillería; aunque renunciaría a la carrera militar para abrir y dirigir un colegio privado de primera enseñanza en esta ciudad, dotado de los más modernos avances de la época.
En 1897 obtuvo el título de Ingeniero Industrial, comenzando a dar clases de Agricultura, Técnica Agrícola e Industrial en la Institución de Enseñanza hasta su jubilación en 1935. Paralelamente impartiría clases nocturnas, preparatorias para el ingreso en la carrera Militar.
También fue profesor, desde 1914 hasta 1926, de Física y Mecánica aplicada en la Escuela de Náutica, donde llegó a desempeñar la Cátedra de Matemáticas.
En 1915, con 50 años de edad, aprobó el Curso Preparatorio de Derecho y la licenciatura en la Universidad de La Laguna. Dos años más tarde se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid, comenzando a ejercer como letrado.
En 1919 sería nombrado profesor interino de Economía Política en la Universidad de La Laguna, siendo el único profesor que, en 1922, se opuso a formar parte del Tribunal examinador en el que Alejandro Lerroux pretendía aprobar todas las asignaturas de Derecho en la convocatoria de septiembre, por estimar que ello desprestigiaba a la Universidad de La Laguna.
También ejerció el periodismo, llegando a ser en 1904 Vicesecretario de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife.
Redactor de la revista Arte y Letras y corresponsal del periódico cubano Islas Canarias, en los que publicó el cuento La Fantasma y la novela El Loco de la Playa.
Fue uno de los impulsores del turismo en el sur de la isla, pues solía pasar los veranos en El Médano.
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