El nombre de nuestras calles (119). Isabel González. "Azucena Roja"
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 21 de enero de 2024)
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (119)
Calle Isabel González “Azucena Roja”
En la subida Cuesta Piedra
Isabel González González (Santa Cruz de Tenerife, 1890 – 1968) pasó su infancia y juventud en Cuba, a donde había emigrado con su madre.
Al regresar a Tenerife, ambas montarían una tienda de tejidos en el Puerto de la Cruz, donde contrajo matrimonio con el zapatero de aquella localidad, Aurelio Perdigón. Años más tarde se trasladaría a vivir a Santa Cruz, a la calle Horacio Nelson, donde abriría un taller de costura en el que llegó a tener hasta cinco mujeres cosiendo para ella, por lo que viviría holgadamente, mientras su marido continuaba trabajando en su oficio.
Conocida por el seudónimo de “Azucena Roja”, en 1919 comenzó a militar en el Partido Socialista Obrero Español, siendo la fundadora y presidenta de la Liga Femenina Socialista, a la vez que lideraba la organización de mujeres trabajadoras de Tenerife.
Mujer autodidacta, publicaba artículos en la revista El Socialista, reivindicando el papel activo de las mujeres en la política, la opresión que sufrían las mujeres obreras, etc. Después de la Revolución de Octubre (1921) comenzaría a escribir artículos sobre las nuevas ideas que llegaban de Rusia, criticaba a la República, etc.
Azucena Roja formaría parte de la primera candidatura comunista a las Cortes de Madrid, en 1933, aunque no llegaría a obtener escaño.
En 1935 se desplazó a la Unión Soviética, formando parte de la delegación de obreros españoles que asistían a las celebraciones del 1 de Mayo. Allí tuvo que permanecer ingresada varios meses en el sanatorio de Yalta, ciudad situada a orillas del mar Negro, al haberse empeorado de una cistitis que padecía.
En las elecciones de febrero de 1936, tras el triunfo del Frente Popular, el Gobernador Civil Vázquez Moro la nombraría concejala del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en representación del PCE, convirtiéndose en la primera mujer que ostentaba este cargo en el Municipio.
Tras el estallido de la Guerra Civil, la represión a la que fue sometida le hizo permanecer escondida durante nueve años en distintas casas de Santa Cruz, mientras su marido lo hacía en el Puerto de la Cruz.
En octubre de 1945, una vez indultada, volvería a residir en su vivienda de la calle Horacio Nelson, volviendo a abrir su taller de costurera.
Azucena Roja no abandonaría nunca sus fuertes convicciones comunistas, e incluso mantendría cierta actividad política clandestina.
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