1723. La Capitanía General de Canarias, De San Cristóbal a San Cristóbal

 
Por José Manuel Padilla Barrera (Publicado en El Día el 5 de noviembre de 2023)
 
 
          De San Cristóbal de  La Laguna al Castillo de San Cristóbal de Santa Cruz. De la ciudad de los Adelantados al chicharro, al pueblo pesquero.  De la bella y confortable casona canaria lagunera, conocida como la Casa de los Capitanes Generales,  al austero, angosto y poco acogedor Castillo de San Cristóbal. Esa fue la decisión tomada por el capitán general Lorenzo Fernández de Villavicencio, marqués de Vallehermoso, el 21 de noviembre de 1723, la Capitanía General de Canarias se trasladó de La Laguna a Santa Cruz. Fue  el segundo y último traslado que esta importante institución para Canarias ha tenido desde que se fundó allá por el año 1589 cuando Felipe II nombrara a un hombre de su confianza,  Luis De la Cueva y Benavides, Capitán General de Canarias y le decía:“Habéis de tener entendido que la principal causa que me ha movido a instituir y establecer el   cargo que lleváis, ha sido la defensa y seguridad de las islas , por ser de la importancia que son”.  Don Luis de la Cueva, fijó su residencia en Las Palmas de Gran   Canaria. 67 años más tarde,en 1656, Alonso Dávila decidió  trasladar, aunque  sin autorización expresa, la Capitanía General a La Laguna El primer Capitán General que residió en La Laguna con autorización real fue Jerónimo de Benavente, que recibió licencia para vivir en la isla que creyera más conveniente, eso fue en 1661. La Laguna ha sido, con carácter oficial, sede de la Capitanía General durante 62 años. 
 
          La determinación tomada del traslado a Santa Cruz no fue caprichosa. La erupción volcánica de  1706, que cegó por completo el entonces floreciente puerto de Garachico, hizo que la actividad comercial sobre todo la de exportación de vinos se desviara hacia el  puerto de Santa Cruz, hasta entonces un pequeño refugio de pescadores de chicharros, de ahí el gentilicio;  esto hizo que este puerto empezara a crecer de forma espectacular, por lo que, en 1723, a poco de llegar a las islas, don Lorenzo Fernández de Villavicencio, marqués de Vallehermoso, ante esta pujanza, decidió trasladar su residencia al Castillo de San Cristóbal en Santa Cruz. Esta decisión no gustó en absoluto en La Laguna, y convirtió lo que era un pleito entre Tenerife y Las Palmas, en un pleito triangular, Santa Cruz, Las Palmas y La Laguna, las tres en lucha por la supremacía en las islas Menos aún gustó al Castellano de San Cristóbal, porque lo que iba ser una ocupación temporal  acabó siéndolo para 11 largos años, ya que el marqués de Vallehermoso no abandonó el castillo hasta que se lo ordenaron  en 1734, casi al final de su mandato.
 
          Los 300 años que pronto se van a cumplir de la implantación de la Capitanía General de Canarias en Santa Cruz  se pueden dividir en tres etapas, atendiendo para ello a los edificios donde estuvo ubicada. En los primeros 130 años, de 1723 a 1853 ocupó hasta 4 inmuebles situados todos  en lo que era el núcleo más habitado  de la población. En el Castillo de San Cristóbal como ya dijimos, en la calle de La Marina,esquina a la que es hoy calle de Emilio Calzadilla, en el edificio que fue el Hotel Camacho, junto a la iglesia de San Francisco, residencia que fue del general Gutiérrez el vencedor de Nelson, más tarde en la llamada casa Foronda, en  la Plaza de Candelaria esquina a Castillo, que realmente era la vivienda de Carlos O´ Donnell, nombrado por la Junta Suprema Comandante General, ascendiéndolo de coronel a mariscal de campo en 1808,con motivo de la invasión francesa; su solar lo ocupa hoy  el edificio de un banco que cierra por el oeste, yo diría que aplasta, la bella plaza. Y de nuevo al caserón de la calle de La Marina. En 1852 el general José María de la Viña envía a Madrid dos proyectos para un edificio para la Capitanía General que estaría situado en lo que es hoy la plaza del Príncipe, ninguno de ellos se aprobó, por lo que  determinó que se alquilara  el Palacio de Carta, donde  a partir de enero de 1853 se estableció la Capitanía General de Canarias. En los 28 años siguientes se ubicó en ese palacio recientemente restaurado, en la Plaza  de la Candelaria, hasta dieciséis capitanes generales pasaron por él hasta que  el 5 de abril  de 1878, llegara a Santa Cruz el Teniente General Valeriano Weyler Nicolau ascendido cuando aún no había cumplido los 40 años.Cuando se enteró de su destino había comentado  que no siendo muy apetecido, acepté dispuesto a desempeñarlo con el mayor entusiasmo. Y lo cumplió. Gracias a ese entusiasmo sólo 5 meses después de su llegada enviaba el proyecto para un edificio digno para la Capitanía General. Según reza la placa situada sobre el dintel de la puerta  del costado oeste del patio del edificio la obra:”Se principió en 1º de Mayo de 1879. Se terminó en 31 Dbre de 1880”. A partir de 1881 este palacio ha sido la residencia del mando superior del Ejército de Tierra en Canarias y aunque  ya no se le denomine oficialmente Capitán General,  en las islas especialmente en Santa Cruz  de Tenerife, digan lo que digan los boletines oficiales,  la raigambre de la institución en la sociedad tinerfeña es tal que jamás  se le dejará de llamar  el Capitán General y a la casa donde vive la Capitanía General, que es, sin duda, el edificio con mayor prestancia y presencia de la geografía urbana de Santa Cruz. 
 
          La implantación  de la Capitanía General fue ha sido  enormemente beneficiosa  para la ciudad de Santa Cruz. El historiador canario Antonio Rumeu de Armas lo expresa claramente: "Santa Cruz tiene contraída una deuda de perpetua gratitud  con los Capitanes Generales del Archipiélago. No hay en la amplia geografía española un núcleo urbano tan entrañablemente vinculado con la alta magistratura castrense."
 
          Otro historiador también canario Alberto Darias Príncipe añade: "La llegada a Santa Cruz de los Capitanes Generales fue un gran beneficio para Santa Cruz porque  trajeron con ellos a los ingenieros militares , ejecutores de las reformas y mejoras que ellos propusieron."
 
          De todo esto nos hablará ampliamente el coronel Jesús Castillo Culsan en la conferencia que el próximo día 7 impartirá  en el Real Casino, dentro del gran programa de actos que ha organizado  la Capitanía General para la celebración de los tres siglos de su presencia en Santa Cruz.
 
          El estudio de la labor de esos capitanes generales a lo largo de esos 300 años es un trabajo apasionante, aunque ya hay parte  hecho, de los tres siglos tenemos uno de ellos, el XIX,  exhaustivamente y magníficamente estudiado. Se trata del libro El Capitán General de Canarias en el siglo XIX. Funciones y relaciones con la sociedad. El autor es precisamente uno de los capitanes generales que han pasado por el palacio de la plaza de Weyler, lo fue entre 2006 y 2010,José Luis Vega Alba. Es su tesis doctoral, un trabajo excelente que como digo estudia al detalle el convulso siglo XIX, que aquí en las islas  añadía un problema más a los que eran digamos normales  y era el pleito insular, con el que tuvieron que bregar, con mayor o menor éxito todos lo capitanes generales.
 
          Todos los chicharreros tenemos que sentirnos orgullosos y felicitarnos porque nuestra ciudad haya sido sede, durante tres siglos, de una institución que  posiblemente sea, la que mayor influencia ha tenido en el devenir histórico de nuestro Archipiélago Canario.
 
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