El nombre de nuestras calles (54). Costa y Grijalba

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 28 de mayo de 2023).
 
 
EL  NOMBRE  DE  NUESTRAS  CALES  (54)
 
Calle Costa y Grijalba
 
Hasta 1937, calle La Libertad
 
 
Desde la plaza Veinticinco de Julio a la Rambla de Santa Cruz
 
 
Diego Costa y Grijalba 
 
          Diego Costa y Grijalba (Santa Cruz de Tenerife, 1844 -1903). 
 
          Estudió el Bachillerato en el Instituto de Canarias en La Laguna, licenciándose en Medicina y Cirugía en la Universidad de Cádiz, en 1869.
 
          Su carrera profesional la desempeñó en el Hospital Clínico de Cádiz, en el Batallón Provincial de Santa Cruz de Tenerife, en el Hospital de los Desamparados (Hospital Civil) de esta capital y como médico municipal de hospitalización domiciliaria de esta ciudad. 
 
          En su clínica, situada entonces entre la Rambla de Santa Cruz y las calles Viera y Clavijo-Jesús y María, introdujo las Teorías de Pasteur y la providencial antisepsia quirúrgica (higiene de manos de los médicos) eliminando de esta manera los microorganismos transitorios de la piel y reduciendo las infecciones que se venían produciendo. Durante 34 años, tuvo la consulta de mayor clientela de Tenerife.
 
          Costa y Grijalba desempeñó los cargos de secretario contador de la Academia Médico-Quirúrgica de Canarias, fue el primer presidente del Colegio Oficial de Médicos de Canarias, y perteneció a las Juntas Local y Provincial de Sanidad de Santa Cruz de Tenerife.
 
          Compaginaba la medicina con la cultura, pues fue cofundador del Establecimiento de Segunda Enseñanza de Santa Cruz de Tenerife, impartiendo clases de Geografía e Historia de España, desde 1876 hasta 1900. 
Escribió las obras: Las maravillas del firmamento. Una clínica de obstetricia. Un tratado de fracturas. 
 
          También publicó artículos en la Revista Médica de Canarias, como: "Algunos accidentes producidos por el suero antidiftérico", "De la seroterapia en la Neumonía", "Algunas consideraciones clínicas acerca del embarazo molar", y  "Un nuevo signo diagnóstico del embarazo".
 
          Además era un excelente orador, siendo muy famosa la conferencia El papel de la mujer en la Historia, pronunciada en el Gabinete Instructivo, en 1870.
 
          Fue uno de los médicos distinguidos con la Cruz de la Orden de la Beneficencia de Primera Clase, cuando en 1893 la epidemia de cólera morbo azotó Santa Cruz y murieron 382 personas de los 19.722 habitantes que contaba esta capital. 
 
          Condecorado con la Cruz del Mérito Naval, por los servicios profesionales prestados al Ministerio de Marina. 
 
          En el discurso de la velada necrológica, celebrado en el Ateneo Tinerfeño el 10 de enero de 1904, el poeta Elías Zerolo destacó sus excelencias como médico, así como su notoria cultura científica, pedagógica y literaria.
 
 
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