El nombre de nuestras calles (16). Álvaro Rodríguez López

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 15 de enero de 2023).
 
 
EL  NOMBRE  DE  NUESTRAS  CALLES  (16)
 
Álvaro Rodríguez López
 
 
En el barrio de Los Llanos, enlaza la avenida Tres de Mayo con la calle Áurea Díaz Flores.
 

Alvaro Rodríguez López

 

          Álvaro Rodríguez López (Santa Cruz de Tenerife, 1885-1958), primogénito de una acomodada familia formada por 10 hermanos, al cumplir los 15 años fue enviado a Burdeos (Francia) a estudiar contabilidad; dos años más tarde viajaría a Londres y Nueva York, para continuar su formación y aprender el idioma. 
 
          A la edad de 23 años ingresa en la naviera noruega Thorensen, donde siete años más tarde sería nombrado jefe de la empresa para las Islas Canarias. 
 
          En 1909, junto a Thomas Olsen, fundaron en La Gomera la Sociedad “Lomada de Tecina” y una empresa agrícola exportadora de tomates y plátanos. Gracias a esta alianza con los Olsen-Thorensen, comenzaría a desarrollar su carrera empresarial en el Archipiélago, ya que poseía el 50% de las acciones.  
 
          En 1929, cuando era delegado de Fred Olsen y consignatario de tres navieras noruegas y una danesa, forma su propia empresa de cabotaje entre las islas de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera y La Palma, con servicios y suministros en los citados puertos; crea una flota pesquera y fábricas de conservas de pescado en Playa Santiago y Alcalá, con viviendas gratis para los trabajadores.
 
          Afiliado al Partido Republicano tinerfeño, en 1932 financió la   apertura del periódico Hoy, siendo el primer número prologado por el presidente de la II República, Niceto Alcalá Zamora.
 
          En aquellos años se comentó que su poder era tan grande que logró evitar el ajusticiamiento de su primo hermano, el diputado radical Rubén Marichal López, cambiándole su vida al Ejercito por las fincas que poseía en Hoya Fría.  
 
          El ocaso de su extraordinaria actividad empresarial comenzaría con el cese de actividad en la finca de Tecina, en las fábricas de conservas y salazones en Alcalá (Sur de Tenerife) y en Playa de Santiago (La Gomera), y la posterior enajenación de otras propiedades. 
 
          Don Álvaro estaba en posesión del título de Caballero de la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia y de la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco, entre otras distinciones.
 
          Por deseo propio, sus restos descansan en la iglesia de Playa Santiago, en La Gomera, donde desarrollo una amplísima labor social, asistencial y benefactora. 
 
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