El nombre de nuestras calles (7). Agustín Millares Carló
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 4 de diciembre de 2022).
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (7)
Calle Agustín Millares Carló
En Villa Benítez, calle sin salida a la que se accede por la calle Pintor González Suárez
Agustín Millares Carló (Las Palmas de Gran Canaria, 1893 - 1980).
Estudió el Bachillerato en el Colegio San Agustín de su ciudad natal, matriculándose en la Universidad Central de Madrid en 1909, donde se licenciaría en Filosofía y Letras y leería su tesis doctoral en 1915.
Al año siguiente comenzaría su carrera docente como profesor de Latín en el Instituto-Escuela de Madrid, dependiente del Centro de Estudios Históricos.
En 1921 obtendría la Cátedra de Paleografía de la Universidad de Granada y dos años más tarde conseguiría por oposición la plaza de conservador en el Archivo del Ayuntamiento de Madrid.
Desde 1926 a 1936 fue Catedrático de Paleografía y de Lengua y Literatura Latina en la Universidad Central de Madrid. En 1934 ingresa en la Real Academia de la Historia de España con un discurso sobre los Códices de la Catedral de Toledo.
La educación liberal recibida en su familia y la amistad con su paisano Juan Negrín y Azaña le llevarían a su compromiso político con la República, por lo que en 1936 tiene que trasladarse con su familia a Hendaya y desde allí a París. La muerte de su esposa (1938) y la adversa marcha de los acontecimientos darían lugar a que fuera enviado a México como vicecónsul.
En la Universidad de México sería profesor de Paleografía Española y de Lengua y Literatura Latinas. También colaboraría con el Instituto Bibliográfico, la Escuela de Bibliotecología y el Instituto de Investigaciones Filológicas.
En 1953 viajó a Venezuela, donde en la Universidad de Zulia sería profesor de Filología Románica y Paleografía. En este país fundó el Centro de Investigaciones Humanísticas, fue nombrado director de la Biblioteca General y miembro de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela.
En 1963, conseguiría la reintegración a su cátedra en la Universidad Central de Madrid, aunque la jubilación reglamentaria no le dejaría disfrutar del triunfo conseguido, por lo que regresaría a Venezuela.
En 1975 fue contratado por la Comunidad Autónoma de Canarias para dirigir y poner en marcha un Plan Cultural, instalándose en su ciudad natal hasta su fallecimiento.
Fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Laguna (Tenerife).
Publicó más de un centenar de obras en España, México y Venezuela.
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