Izaña, el observatorio más luminoso del mundo

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en La Tarde el 25 de marzo de 1957).
 
 
          Tiempo invernal. El frío en estas alturas actúa en nuestro cuerpo de forma bastante molesta. No hay nieve, pero el constante azote del viento hace temblar al más decidido.
 
          Cuando se ha dejado atrás el frondoso Monte de la Esperanza y nos dirigimos hacia Izaña, el paisaje cambia de forma sorprendente. Antes, floreciente vegetación, verdor, riqueza. Ahora, las clásicas plantas de terrenos volcánicos, escasos vestigios de vegetación, desolación.
 
          Nuestro objetivo era Izaña, este observatorio que presenta su mayor popularidad en estas épocas invernales. Lugar donde las numerosas excursiones escogen para hacer un pequeño descanso. En su interior se puede disfrutar de una temperatura ideal debido a la sus modernas y cómodas instalaciones de calefacción.
 
          Todavía con el temblor en nuestras manos y acompañados por el señor García Prieto, nos dispusimos a interrogarle sobre diversos conceptos relacionados con dicho observatorio. Surgieron las primeras preguntas: 
 
               —¿Cuál ha sido la temperatura más abaja registrada aquí?
 
               —Hemos visto bajar el termómetro hasta los ocho grados negativos.
 
               —¿Y cuál ha sido la máxima?
 
               —Hemos registrado temperaturas superiores a los 27 grados. 
 
               —¿Qué horario de sol es frecuente?
 
               —Alrededor de 9 a 10 horas diarias. Precisamente el año pasado se controlaron durante todo el año 2.700 horas.
 
               —¿Muchas o escasas?
 
               —Bastantes. Es este uno de los observatorios que posee más luminosidad en el mundo.
 
               —¿A qué es debido este fenómeno?
 
               —Sin duda alguna a nuestra posición.
 
               —¿A qué altura está enclavado el observatorio?
 
               —Exactamente a 2.367 metros sobre el nivel del mar. Es decir, el Teide solamente nos aventaja en 1.351 metros.
 
               —A estas alturas, ¿son frecuentes las nieblas?
 
               —Sí. Es nuestro peor enemigo. En ocasiones sólo hemos podido apreciar los objetos a una distancia inferior a 10 metros.
 
              —¿Qué año recuerda usted como “el de las mayores nevadas”?
 
               —El año 1953. Estuvo nevando de forma alterna desde noviembre hasta el mes de mayo.
 
               —De todos los aparatos que hemos presenciado, ¿cuál es el más costoso?
 
               —En general estos aparatos se caracterizan por su elevado precio. Sin embargo, podemos señalar como aparatos de coste elevadísimo: las bombas de vacío y las bombas de precisión.
 
               —De todos ellos, ¿cuál es el más curioso?
 
               —El comprobador de partículas de polvo.
 
               —¿Quién fabrica estos aparatos?
 
               —Son fabricados en Berlín por la famosa casa Fuess.
 
               —¿Aporta nuestra producción nacional aparatos de precisión?
 
               —Nuestra patria fabrica uno de los mejores barómetros del mundo. El instituto Torres Quevedo es el principal proveedor de dichos aparatos. La precisión y comodidad de estas piezas son verdaderamente admirables.
 
               —¿Visitan muchas personas estos departamentos?
 
               —Cuando la nieve no lo impide puede decirse que las visitas son diarias.
 
               —Estas casas anexas al observatorio, ¿están habitadas?
 
               —Sí. En estas dependencias viven cerca de 50 personas.
 
               —¿A qué se dedican?
 
               —La mayor parte de ese personal son funcionarios de este observatorio. Sin embargo, también se encuentran mecánicos, cocineros, carpinteros, etc., etc.
 
               —Es decir, aquí cualquier necesidad casera está salvada, ¿no?
 
               —Exacto.
 
               —En los días en que la carretera se halla intransitable, ¿quién les proporciona los alimentos?
 
               —Para tal fin disponemos de una despensa bien surtida.
 
               —¿Con qué medios se defienden del frío?
 
               —El frío lo combatimos a base de calefacción, que poseen todas estas habitaciones. Además, hay algunas estufas y un “hogar” con leña constante.
 
               —Hemos observado el grosor de las paredes en estas edificaciones., ¿cuál es su estructura interior?
 
               —No poseen estructura especial. Están hechas a base de cemento y piedras. 
 
               —Para finalizar una última pregunta. ¿A qué puntos trasmiten sus controles?
 
               —Tenerife, como es sabido, posee tres observatorios. El que está enclavado en Santa Cruz, otro en el Aeropuerto y este de Izaña. Nosotros enviamos diariamente nuestras estadísticas al observatorio de Santa Cruz, este a su vez lo trasmite a Los Rodeos, el cual lo hace llegar a Las Palmas, esta a Madrid y de la capital española a África Occidental. Como puede apreciarse un largo recorrido.
 
               —La suerte del barco en alta mar y del avión en las alturas, ¿dependen de estos controles?
 
               —¡Muchos controles!, por favor…
 
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